Que vivimos en una sociedad atravesada por la violencia no es una novedad y para muestras, sólo basta “un botón”. Acaban de condenar a 8 jóvenes de no más de 23 años por asesinar vil y cobardemente a Fernando José Báez Sosa..
Ahora, que en Junín, un domingo por la tardecita, en el corazón de la ciudad y ante la presencia de decenas de personas, una mujer y un hombre, escupan, insulten, amenacen, esgriman armas blancas y produzcan importantes daños en un automóvil, no es habitual.
Porque entre muchas preguntas nos queda pensar, ¿qué son capaces de hacer en el ámbito privado si a la vista de tantos vecinos no miden siquiera que hay cámaras públicas y privadas que los están filmando y testigos, muchos testigos?
Tratemos de describir lo que ocurrió. Serían cerca de las 19, 19:30 del domingo, en la esquina de Avda. San Martín y Roque Sáenz Peña. Ignacio, en su Peugeot 308 gris, con un amigo, daba una de las clásicas vueltas de domingo. Inesperado fue lo que le ocurrió a partir de allí. Iba por su carril, en el momento que lo pasa un Volkswagen Fox blanco con dos ocupantes. Un hombre y una mujer.
Sin que haya mediado nada, ni una discusión, ni un cruce verbal, menos aún un choque o roce, los desconocidos comienzan a seguir a Ignacio intentando obligarlo a detener la marcha…la mujer saca por la ventanilla del Fox una faca, lo amenaza de muerte, lo persiguen hasta que consiguen frenarlo en Pellegrini y Sáenz Peña. Una esquina muy transitada, bares, mesas en la vereda, familias compartiendo las últimas horas de un domingo caluroso.
Y se desató una nueva locura. La pareja del Volkswagen se baja del rodado, cuchillo en mano, comienzan a ocasionar daños. Rompen la luneta, rayan todos los vidrios del Peugeot. Nos preguntamos qué podría haber pasado si los agredidos hubieran bajado del coche y enfrentado a la pareja de violentos. En shock, trabaron las puertas, vidrios levantados y se quedaron en el interior esperando a que se fueran y la situación no se agravara aún más.
Y más allá de la presencia de mucha gente, nadie se comprometió. Nadie intentó siquiera buscar a alguno de los efectivos policiales que habitualmente recorren la zona. Eso nos obliga a preguntarnos qué nos está pasando como sociedad. La denuncia se radicó en Comisaría Primera y hoy Ignacio necesita que algún testigo se contacte con él al 2364-458971.
