Las lluvias y tormentas registradas durante el fin de semana volvieron a complicar las tareas rurales en la zona núcleo, que se disponía a completar la siembra fina.
Según los reportes del fin de semana, las precipitaciones ocurridas durante el fin de semana complicaron el trabajo sobre los campos y el normal tránsito de camiones tanto de hacienda como de leche.
Con la persistencia del mal tiempo en buena parte de las áreas agrícolas, lo que dificultó la necesidad de concluir con los trabajos de siembra de trigo, el mal estado de los caminos rurales, llenos de barro, impidió también el normal tránsito de camiones con hacienda y leche.
Aunque las lloviznas y tormentas son desde débiles hasta moderadas, la persistencia de las mismas eleva las napas y dificulta aún más la situación de zonas productivas que ya estaban afectadas por el exceso de agua.
En este marco, un informe de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación (AACREA) refirió que las lluvias durante el primer semestre dejaron cerca de 200 a 300 milímetros más que en los anteriores dos ciclos productivos, es decir un incremento de hasta el 30 por ciento en los niveles de lluvias sobre los campos.
Esto favorece el anegamiento de las áreas rurales y también provoca la inundación de los caminos rurales que, en lugares de llanura, se convierten en verdaderos ríos o canales de salida de agua de los campos afectados.