El propietario de un predio rural ubicado en inmediaciones del complejo carcelario, ya no sabe qué más hacer para evitar los robos.
El último se cometió en las últimas horas pero casi podría decirse que a diario le sacan pertenencias del campo.
A lo largo de los últimos meses, cuatro fueron los de mayor envergadura ya que se apoderaron de importantes objetos. Para sintetizarlo se podría decir que le llevaron desde la vajilla, la mantelería, los cubiertos…hasta el detergente.
Cuando no, sustraen arados antiguos, herramientas, hierros, le rompen vidrios de la propiedad.
Y es un “clásico” lamentablemente que ingresen a robar, suene la alarma y en minutos comienzan a llegar móviles policiales y el titular del predio.
No le dan solución. Las causas se pierden en el tiempo y mientras tanto, como expresa el propietario, “ya me sacaron hasta las ganas”