A veces se nos genera la sensación de que hay que bajarle dos cambios a la crítica y la razón es muy sencilla: nosotros no ponemos nada en juego, la hacemos desde la más absoluta comodidad, y posiblemente las consecuencias las paguen las propias jugadoras con una reducción aún mayor de lo que ya les falta.
A veces toca escuchar a colegas decir que «algún rédito» sacaremos «de todo esto». A los mismos que sacan rédito de cuidar a las autoridades y las instituciones que Junín dice que hay que cuidar. Pero no tienen ni idea de la cantidad de veces que hicimos caso a un «esto no lo pongas» y borramos del boceto -nunca de nuestra memoria- información valiosa para no poner en riesgo a lxs que tienen que luchar con la peor parte.
Mientras tanto, jugar al fútbol para la mujer sigue siendo jugar a encontrar las diferencias. Mientras tanto hay un Circulo de Periodistas que se olvida de armar terna para el femenino y nos tilda de «mala leche» por el solo hecho de advertirlo. Mientras tanto basta nomás con mirar el tamaño de los trofeos en una premiación. Mientras tanto hay un Sarmiento que, con todo lo bueno que viene haciendo para que crezca su fútbol femenino, no deja a sus jugadoras manifestar su apoyo a quienes, a diferencia de ellas, no reciben las herramientas que les permitan competir en AFA de igual a igual.
Anoche, nomás, tuvo lugar un nuevo capítulo. Lamentablemente no será el último. Tras organizar el Torneo Virtual de Fútbol Femenino, que elogiamos cuando nos explicaron que era una manera de mantener a las jugadoras motivadas y de generar un mayor sentido de pertenencia hacia los clubes; la Liga Deportiva del Oeste lanzó el mismo certamen, pero en su modalidad de fútbol masculino.
Ya desde su anuncio, se puede empezar a jugar a encontrar las diferencias. «comenzará el torneo virtual de fútbol», a secas. Como si el juego que juegan ellas fuera otro. Además, hay patrocinios y habrá «importantes premios» para los ganadores. Para ellas, debería alcanzar con la felicitación.
Claro que la falta de tacto absoluta de las autoridades de la Liga Deportiva del Oeste no pasó de largo. Y por eso valoramos la desaprobación que hizo pública Verónica McCormick, arquera de la UNNOBA, con el condimento de que ella misma es parte del Departamento de Selección Femenina de la entidad, lo que es una verdadera prueba de valentía. Su reclamo fue el empujoncito que necesitaban lxs muchxs que habían sentido la misma indignación al ver la publicación y de a poco fueron apareciendo más mensajes.
Cuesta entender a qué le tienen miedo. Casi sin que ellos quisieran, Junín se volvió ejemplo en la provincia si hablamos de fútbol femenino. La razón no es otra que la cantidad de nenas que de chiquitas ya piden jugar, permitiendo nutrir divisiones inferiores como no se ven ni en los equipos que participan en la Primera División de AFA. Entonces, está clarísimo que si se fomenta será potencia en el país. El masculino, en cambio, es uno más. Ellos siguen soñando que sea el que marca la diferencia.
Por Juani Portiglia
