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Lola Bermúdez, la Patroncita del bien

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Lejos, lejísimos estaba todavía de existir cuando Jorge Bermúdez festejó con Boca un bicampeonato de Copa Libertadores y la histórica coronación en la Copa Intercontinental poniendo de rodillas a un gigante como Real Madrid. Por apellido, por posición y por don de líder, Lola terminó ganándose ese mismo apodo que identificó a uno de los mejores defensores que dio el fútbol sudamericano en los últimos 30 años.

Cuenta la leyenda que cuando sintió que las destrezas de la gimnasia artística no terminaban de saciar su espíritu de competencia, cuando quiso experimentar esa adrenalina con la que volvía a casa el papá dejando el rastro de pasto que se desprendía de los botines, a punto estuvo de empezar en Villa Belgrano. Pero por ese entonces no había fútbol femenino en el club y Jonny Villarreal le abrió las puertas de Sarmiento.

Pasaron muchas cosas. Demasiado rápido. A las frustraciones de dos finales perdidas, en Sub-15 y Sub-17, y de haberse quedado a las puertas de conquistar una medalla de oro en los Torneos Bonaerenses, le siguió la satisfacción de haber podido tener revancha, tanto en Liga como en Mardel. Con 14 años se volvió jugadora de AFA, aunque sin la posibilidad de debutar hasta el presente torneo. También capitaneó al equipo que inició su participación en la Liga Desarrollo Conmebol y que el próximo domingo 24 estará jugando la final federal ante Unión de Santa Fe. Dicen que cumplir los 15 marca una época y la de Lola Bermúdez llegó llena de protagonismo en Primera B, al punto de ser en la presente temporada la única jugadora promovida desde la Sub-17 que sumó minutos en las cinco fechas que se llevan disputadas y que tiene a Sarmiento en la segunda posición de la Zona B.

-El último fin de semana te tocó jugar tu primer partido como titular. ¿Cómo lo viviste?

-Es diferente saber que vas a ser titular a que te toque entrar desde el banco. Son otros los nervios. De mi parte tuve más entrando de titular. Ya cuando Agustín (Lavagnino) dijo la citación fue diferente.

Fuiste jugadora AFA ya desde la temporada anterior pero no te tocó jugar. Ahora participaste de todos los partidos. ¿Cómo repercute en tu confianza?

-Yo creo que me hace confiar mucho más en mí. Creo que antes me faltaba un poco de esa confianza que de a poco voy construyendo. Igual lo del año pasado me sirvió mucho para mejorar, aunque no haya jugado. Los entrenamientos de Primera de AFA con los de Sub-17 eran muy diferentes. Y creo que hoy estoy donde estoy por esos entrenamientos del año pasado.

-¿Al inicio de este torneo te jugó en la cabeza la experiencia del año pasado y pensar que otra vez te podía tocar esperar?

-Yo pensaba que no iba a jugar tanto, porque es un plantel con muy buenas jugadoras. Creo que todas estamos en un nivel muy parejo. Es esforzarse en todos los entrenamientos para pelear el puesto. Creo que todas tenemos el nivel para jugar, pero es una cosa de superación, de ir, entrenar y mejorar.

-La zaga central cambió en todos los partidos. ¿Sentís que todavía están en la búsqueda?

-Sí. Agustín va probando mucho en los entrenamientos y en los partidos.

-Al inicio del torneo dio la sensación que el DT te tenía muy considerada para jugar de lateral por derecha, pero tu primer partido de titular lo jugás de central. ¿Tenés alguna preferencia?

-Nunca hablamos de si me prefería en una posición o en otra. Si me pone de lateral no tengo problema en jugar ahí. Y si me pone de central tampoco. Son dos posiciones que me gustan y en las que creo que puedo cumplir. A veces incluso siento mayor confianza jugando de lateral, porque creo que la responsabilidad ante el error es menor. Un error jugando de central puede costar mucho más caro, pero obviamente es una posición que me gusta.

¿Y cómo te vas sintiendo en el transcurso del torneo?

-Me sentí bastante bien. Algo que ayuda un montón es que tenemos un plantel bastante unido. Creo que tiene que ver con que todas somos buenas personas que tienen un mismo objetivo, que obviamente es ascender. Hoy más que nada se está buscando formar ese equipo para dar lo mejor cada vez que nos toca salir a jugar. Creo que todas tiramos para el mismo lado y eso se nota.

-Sos muy chica y venís de un equipo muy acostumbrado a ganar. En el partido contra Puerto Nuevo, que tal vez fue el que generó frustración en este torneo porque no salió nada de lo que esperaban, terminaste no solo muy entera sino incluso hablándole a tus compañeras. ¿Sentís que es algo que ya aprendiste a manejar?

-Yo creo que todavía me cuesta un poco asimilar la frustración, pero una de las mejores maneras de pasar la página es levantar la cabeza y entender que es un partido, que hay muchos más por delante y que no siempre vamos a ganar. En el fútbol se gana y se pierde. Pero si levantamos la cabeza y seguimos entrenando como lo venimos haciendo, vamos a tener un buen año.

-¿Cuánto se habló de ese partido ante Puerto Nuevo? En el sentido de no perder la paciencia contra equipos que salgan a cortar el juego.

-Lo de Puerto Nuevo quedó atrás. Fue un partido y hay que mirar hacia adelante. Obviamente no queremos que nos vuelva a pasar lo mismo que nos pasó contra ellas. Pero sabemos que ahora los rivales son más fuertes, más difíciles. Y a la vez creo que tenemos las herramientas para sacar adelante esos partidos.

-Sarmiento va recibiendo los rivales que deja Argentino de Rosario, que es un equipo que transmite todos los partidos. ¿Sos de mirar a ver a quién te va a tocar marcar, por ejemplo?

-No me agarra esa locura, pero sí trato de ver los partidos para conocer cómo es el juego del rival. En lo específico de una jugadora, cambian todos los partidos. Entonces prefiero mirar cómo juega el equipo en sí que centrarme en ver cómo juega una jugadora.

-¿Quiénes te sorprendieron de este plantel de Primera que es tan nuevo?

Lu Palavecino, que ahora que tuvo la oportunidad de tener continuidad está jugando cada vez mejor. También me encanta como juega Brune (Gutiérrez), por las ganas que tiene y cómo mete. Deja todo en cada pelota y es algo que admiro mucho. De la Popi (Sofía D’Ambrosio) ni hablar. También Yanela (Tracchia), porque tiene muchas ganas. Es impresionante lo que corre esa mujer. Sofi Berenguel, es admirable cómo juega y es irremplazable.

-Venís de perderte un partido de Liga Desarrollo contra Aldosivi por haber jugado el mismo día en Primera B. ¿Cómo viviste esa noche? ¿Te gustaría estar contra Unión?

-Obviamente me gustaría jugar el partido contra Unión. Pero eso ya no depende de mí. Yo voy a hacer lo que me digan, no es mi decisión. Sí que me gustaría pensando en que es algo que construimos todas juntas y sería bueno terminarlo juntas también. Mirando el partido con Aldosivi de afuera casi me muero. Literalmente. Nunca había sufrido tanto. Incluso sentí que lo perdíamos. Cuando nos metieron el primer gol, que todas se vinieron abajo, pensé que lo perdíamos.

-¿Qué recuerdos tenés de tus primeros contactos con una pelota?

-Yo jugaba con Justi (Rossa) y mis primitos. De ahí me empezó a gustar. También me gustaba ir a ver a papá jugar y creo que eso fue algo que me motivó. Después que se quebró no jugó más pero estoy intentando convencerlo de que vuelva a jugar.

-¿Le vas a gritar de atrás del alambrado?

-¡Nooo! Juega bien papá. Pero creo que el me pone más puntos a mí.

Siendo tu papá villero, ¿estuviste cerca de empezar a jugar en Villa?

-Cuando arranqué fútbol, que fue más o menos en 2017, iba a empezar en Villa. Pero justo en esa época no había. Jonny (Villarreal) era entrenador de mi hermana en hockey y me dijo que empiece en Sarmiento. Fui y empecé. De ahí nunca más me moví.

¿Ya habías hecho otros deportes?

-Hice todos los deportes que te imagines. Hockey, natación, básquet, baile… El único que hice en simultáneo con el fútbol fue gimnasia artística. Los otros los hice antes. No me acuerdo en que año, pero hubo un momento en que no podía hacer todo y tuve que elegir entre fútbol o gimnasia, que hacía desde los 3 años. Y me quedé con el fútbol. A papá le encantaba que juegue.

-Hay algo que siempre me llamó la atención y es que muchas de las que hace tiempo comparten esa Sub-17 tan ganadora son también compañeras de colegio. Y hoy a muchas les toca incluso entrenar juntas en AFA. No es normal.

-Yo empecé fútbol el mismo día que Martina González. Delfi (González) ya iba. Como con Marta éramos las nuevas me hice muy amiga, hacíamos todo juntas. Yo iba a sexto y en mi escuela no había secundario, entonces me tenía que cambiar. Ya era re amiga de las Mellis y me cambié al Respuela por ellas. Ahí ya estábamos todas. Justi (Rossa) que había arrancado fútbol también y More (Culaciati) que ya estaba.

-También recuerdo verlas empezar a jugar en Sub-17 siendo muy, muy chiquitas…

-La primera final que me acuerdo estuve en el banco de Sub-17 fue en 2018. De las chiquitas yo era de las únicas que me había fichado para jugar en liga. En esa final estuvimos citadas Celeste Echegaray, More y yo. Después tuvimos las finales que perdimos con Lincoln en Sub-15 y Sub-17. Era una espina más grande que mi casa. Por suerte se nos dio en el Nocturno anterior poder ganarles la final. Ese es hasta el día de hoy el momento más especial que tuve jugando al fútbol.

-Y de repente Coti Díaz, la figura de esa Sub-17 de Lincoln con la que había tanta rivalidad, aparece en Sarmiento. Y se nota que pegaste una onda bárbara con ella.

-Obviamente antes nos decían Coti y nosotras nos estábamos escondiendo atrás de nuestros papás. Era LA COTI. Era como que nosotras no la queríamos, pero simplemente porque era La Coti que jugaba en Lincoln. Quedó clarísimo que todo eso era porque no la habíamos conocido ni tratado nunca. De hecho es una de las mejores amistades que hice este año. Es buenísima.

-¿Qué cosas soñás que te pasen en el fútbol?

-Obviamente me gustaría llegar a jugar en uno de los grandes de Primera A. Un Boca, un River…

-El protagonismo y la continuidad en Primera B también pone a las más chicas en el ojo de las selecciones juveniles, aunque todavía se mira demasiado los equipos de Capital. ¿Es algo que pensás?

-Obviamente es algo que pienso. Lo empecé a pensar cuando jugamos los Bonaerenses en Mar del Plata y Jonny nos dijo que estaban mirando de la Selección Argentina. Sería una experiencia re linda que me encantaría vivir.

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