Desde sopas artificiales hasta batidos y jugos de frutas. Según Helen Bond, dietista inglesa, contienen “calorías vacías” y explicó por qué deberían excluirse en la temporada estival
Al pensar en los alimentos «menos saludables», la imaginación se centra inevitablemente en las comidas con alto nivel calórico. Aquellos en donde las grasas o los azúcares son los protagonistas exclusivos, provocando un gran daño para el organismo al consumirlos excesivamente.
Sin embargo, también son otras las opciones que, a priori, son ubicadas en la vereda de los «alimentos saludables» pensando en el verano y en una dieta efectiva, sólida y que contenga comidas ricas y sanas. Y que quizá no sean tan beneficiosos como parecen. «Un batido de frutas o una sopa también deben ponerse en la mira», advirtió Helen Bond, una de las dietistas más importantes del Reino Unido.
«Mientras que la sopa puede parecer una opción saludable, muchas variedades están llenas de sal y es un enemigo para la presión arterial. Por otra parte, los batidos contienen altísimos niveles de azúcares naturales y en general, sin la fibra de la fruta que se excluye dentro del proceso de prensado. Incluso el pochoclo, considerado como un aperitivo bajo en grasa, puede ser untado con manteca y azúcar, es decir, con una gran cantidad de calorías».
Según estos criterios, Bond reveló los siete alimentos que es mejor evitar durante el verano.
Mezclar huevos o fiambres con los ingredientes procesados en un sándwich como desayuno tienden a ser altos en grasas y carentes de nutrientes.
«Normalmente están hechos en pan blanco, por lo que están carentes de fibra. Contienen elementos procesados como embutidos con alto contenido de grasas saturadas». Bond también afirmó que «las personas que consumen más carne procesada (160 gramos o más por día, equivalente de tres salchichas) tienen un 44% más de probabilidades de morir que aquellos que comen menos».
Además, este tipo de sándwiches llevan margarinas, elevando aún más el contenido de grasa y aumentando los niveles de colesterol «malo» en el cuerpo. «Un sándwich contiene de 600 a 700 calorías cuando en un desayuno debe contener menos de 450 y lo que es peor, se pierden la oportunidad de comenzar el día con un poco de fruta y algo de fibra», dijo la dietista británica.
Sopas
Muchas de las sopas contienen grandes cantidades de sal. Es por eso que hay que leer las etiquetas. Mientras que la sopa se considera una opción saludable, «a menudo contienen cantidades alarmantes de sal», sostuvo la nutricionista. «En el mundo estamos comiendo demasiado salado. Una persona, en promedio, consume 7,2 gramos de sal al día cuando debe estar por debajo de 5 gramos».
«Las sopas artificiales contienen aditivos y conservantes para darle su color. Es por eso que hay que elegirlas con cuidado. Claro que hay algunas que han trabajado para reducir el contenido de sal y azúcar, pero hay que leer las etiquetas».
Jugos de frutas
«Los jugos o batidos de frutas suelen tener fama de ser naturales y saludables, pero esconden grandes cantidades de azúcares añadidos que aportan cientos de calorías», explicó Bond, quien también explicó que «esos jugos no contienen la fibra de la fruta. Esto no sólo elimina algunos de los nutrientes que se encuentran en toda fruta o verdura, sino que además son menos propensos a saciar por más tiempo».
Pan blanco, pasta y arroz
Estos alimentos han sido despojados de su cáscara de salvado y el germen interior durante el proceso de molienda, dejando sólo el endospermo amiláceo. Estos cereales más blancos proporcionan hasta un 75% menos de nutrientes como la vitamina E y el selenio, que su forma integral.
También tienen un muy alto índice glucémico (IG) -una forma de clasificación de alimentos ricos en carbohidratos en base a la rapidez con que aumentan los niveles de azúcar en la sangre-. Es por eso que se recomienda el intercambio de carbohidratos blancos con los marrones como integral o pan integral o arroz integral, quinoa, trigo burgol, pasta integral y cereales para el desayuno como la avena.
Pochoclo
«El pochoclo o las palomitas de maíz es un cereal integral por lo que puede ser un aperitivo bajo en grasa», dijo la experta. «El problema empieza cuando se agregan cosas porque son calorías vacías a la dieta».
Bebidas gaseosas
Muchas personas se abstienen de agregarle azúcar al café pero olvidan las grandes cantidades que esconden las bebidas gaseosas. «Una lata de 330 ml. de bebida cola, contiene siete cucharaditas de azúcar», contó Bond.
«El consumo regular puede ser el culpable de la cintura en forma de globo, especialmente en los niños. El sobrepeso aumenta el riesgo de problemas graves de salud como enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2 y el accidente cerebrovascular».
Chocolate blanco
Cuanto mayor sea el porcentaje de cacao en el chocolate, mayor contenido de flavonoides. Los flavonoides son compuestos que se encuentran en las frutas y verduras y que son antioxidantes, que protegen a las células del daño. También se encuentra en el vino y el té, y son beneficiosos para el cerebro y el corazón.
Nutricionalmente, hay una gran diferencia entre el chocolate blanco, el de leche y el negro, que tiene mucho más flavonoides que los otros.
«Esto significa que el chocolate negro tiene un mínimo de 70% de cacao sólido, o sea, el doble de antioxidantes que otros chocolates con leche. Sin embargo el blanco, no contiene ninguno».