Antes de encarar un viaje de negocios, estudio o placer, las personas resuelven varios temas de la agenda cotidiana para que todo esté listo al momento de llegar al aeropuerto y embarcar tranquilamente. Pero, seguramente, no está programada una visita al oftalmólogo, a pesar de tener alguna dolencia o molestia en la vista.
«Aunque parezca algo insólito, es importante tomar conciencia de que hay algunas afecciones de los ojos que podrían interferir con los viajes en avión, volviéndolos peligrosos», explicó el doctor Carlos Asención, médico oftalmólogo del Instituto de Neurociencias de Buenos Aires (Ineba)
Si bien la mayoría de las afecciones oculares no representan un problema grave, hay ciertas condiciones que pueden poner en peligro la visión. «Las situaciones a las que hay que prestarles atención tienen que ver con cirugías oculares, aunque hay ciertas condiciones clínicas habituales que sin bien no contraindican volar, sí nos deben hacen tomar ciertas precauciones», afirmó Asención.
«La gran mayoría de las cirugías oftalmológicas son programadas, por lo cual se pueden planificar alejadas de un viaje, sobre todo para no evadir los controles periódicos posoperatorios», agregó el experto, y dio algunas recomendaciones médicas antes de tomar un vuelo.
¿Se puede volar después de una cirugía de retina?
Si una persona ha tenido una cirugía para reparar su retina, solo deberá viajar en avión cuando su médico le indique que no hay peligro de hacerlo, ya que para reparar un desprendimiento o desgarro de retina es frecuente que el oftalmólogo deba inyectar una burbuja de gas para mantener la retina en su lugar mientras ésta se recupera. Esta burbuja puede expandirse de forma peligrosa si el paciente viaja en avión, hace buceo o se somete a cualquier otra situación de un alto cambio de presión ambiental. Si el gas se expande dentro del ojo podría causar un daño grave e incluso la pérdida total de la visión. El paciente debería permanecer a una altura sobre el nivel del mar similar a la del lugar donde le practicaron la cirugía hasta que su médico le confirme que ha desaparecido la burbuja de gas. Es diferente cuando a la persona se le inyecta aceite de silicón. Con esta sustancia no debería haber problemas para poder volar.
¿Se puede viajar en avión después de un trasplante de córnea?
En algunos trasplantes de córnea se utiliza una burbuja de aire o de gas en el ojo. Si el paciente tiene una burbuja de aire o de gas, hacer un viaje en avión puede ser extremadamente peligroso. Es obligatorio que el médico lo revise y sea consultado antes de planear un viaje de este estilo.
Agujeros o pliegues retinianos: cuidado con el destino.
Subirse a un avión no va a empeorar los agujeros ni los pliegues de la retina aunque, a veces, los agujeros retinianos se convierten en un desprendimiento de retina, constituyendo una emergencia oftalmológica. Si una persona tiene agujeros o pliegues retinianos debe consultar con su médico acerca de planes de viaje prolongados o a lugares exóticos para que no se arriesgue a sufrir una emergencia sin contar con atención médica especializada en el destino.
Desprendimiento de vítreo y vacaciones
No hay ninguna razón por la que viajar en avión pueda empeorar un desprendimiento posterior del vítreo. Sin embargo, éste puede llevar a un desprendimiento de retina con las consecuencias antes mencionadas, por lo que se deben tomar los recaudos pertinentes al elegir el destino.
¿Se puede viajar en avión si uno ve destellos y moscas volantes?
Sí, se puede. El viaje en avión no va a empeorar el cuadro, aunque éstos pueden ser un signo grave de un potencial desprendimiento de retina que puede llevar a la perdida de la visión. Independientemente de realizar un viaje en avión, siempre que se presenten estos síntomas se debe consultar a un oftalmólogo a la brevedad.
Cirugías en la parte exterior del ojo
Es seguro viajar después de la mayoría de las cirugías que se practican en la parte exterior del ojo o en los párpados, como una cirugía de pterigion o una de elevación de los párpados, aunque se deben tomar ciertos recaudos: asegurarse de cumplir con las citas de control programadas, mantener el ojo limpio y mantener el ojo y la herida quirúrgica humectados para protegerlos del resecamiento ocasionado por el vuelo.
Qué afecciones o cirugías oculares no generan riesgos para emprender un viaje en avión
Si bien en varios casos hay que ser precavido, algunas afecciones o situaciones post quirúrgicas no alteran nuestros planes de vacaciones, permitiéndonos subirnos al avión tranquilos.
No hay problemas para viajar cuando…
-Se tienen las pupilas dilatadas por la realización de un examen oftalmológico. Solo hay que recordar tener a mano los anteojos de sol ya que se estará sensible a la luz.
-Se tiene queratitis. Sin embargo, el aire dentro del avión puede ser muy seco y puede empeorar sus síntomas. Prepárese para mantener sus ojos humectados utilizando lubricantes artificiales.
-Se le ha realizado láser en la retina por un desgarro.
-Se es sometido a una cirugía de cataratas. Una cirugía normal no genera problemas, incluso inmediatamente después de realizadas, aunque se debe tener la aprobación del médico para sacar los pasajes.
-Se es operado de glaucoma. El cambio de presión al hacer un viaje en avión no representa un problema en ninguna de las situaciones y el paciente puede viajar al día siguiente de la intervención. Sin embargo, es importante consultar con el médico para que autorice el viaje y no abandonar los controles post quirúrgicos.