Poco le importa a los delincuentes si tienen que forzar la ventana de una casa, abrir el capot de un auto, aprovechar el descuido de un vecino o descartarse de una mochila con elementos presuntamente sustraídos, si de apoderarse de lo ajeno se trata. Con esas características se cometieron ilícitos en las últimas horas y por poco que parezca lo que se llevan, a una familia que la dejan sin garrafa o parado un rodado porque le faltó la batería, para cada víctima adquieren especial importancia.
Ya desde la mañana se fueron denunciando escruches en calles tales como Siria al 150, Ricardo Rojas y Possio y Payán. De esas propiedades, autores ignorados su alzaron con garrafas, televisores, estufas y hasta la batería de un vehículo que se encontraba estacionado en la vía pública.
A ello se suma el llamado de un vecino que encontró en el techo de su propiedad, una mochila en cuyo interior había una computadora portátil de las que entrega el gobierno. Fue en la tarde de hoy, en inmediaciones de Remedios de Escalada de San Martín al 1400.
Se trata de robos o hurtos, considerados delitos menores para el Código Penal. Pero no para las víctimas que deben reparar una puerta o ventana forzada, adquirir una nueva garrafa cuando el dinero apenas alcanza para comprar el alimento diario y ni hablar de reponer una batería con el elevado costo que tiene en el mercado.
