Ayer domingo a las 17.50, personal policial de la Estación Comunal de Los Toldos, aprehendió a un hombre y una mujer que se encontraban pintando una garita municipal usada como parada de colectivos, ubicada en el acceso Ex Combatientes de Malvinas y Bragado, en la vecina ciudad de Los Toldos, cabecera del partido de General Viamonte,
También realizaron pintadas en una estructura usada como atalaya en las cuales se decía: «Justicia por el weichafe Rafael Nahuel, libertad a Facundo Jones Huala».
El personal policial trasladó a los causantes a la comisaría de Los Toldos donde se confeccionaron las actuaciones pertinentes por daño en flagrancia con intervención de la fiscalía 8 del Departamento Judicial Junín, a cargo del doctor Esteban Pedernera.
QUIEN ES RAFAEL NAHUEL
Rafael Nahuel, murió en un “enfrentamiento” entre miembros de un grupo mapuche desalojado de Villa Mascardi y efectivos de la Prefectura, el pasado 26 de noviembre del año, en un procedimiento ordenado por el juez federal Gustavo Villanueva.
El grupo fue denunciado por la Administración de Parques Nacionales por “usurpación” de tierras por la Lof (comunidad) Winkul Mapu. “Una patrulla que recorría el lugar vio a un número indeterminado de personas”, sostuvo el juez interviniente en el caso, agregando que luego “se habría producido el enfrentamiento que tuvo como desenlace el deceso” del joven.
El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, adjudicó los choques a Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), organización que se atribuyó decenas de atentados incendiarios y sabotajes en la región, a la que calificó como “un grupo violento, autoritario y que pone en discusión la organización del Estado argentino, nuestra bandera, el himno y la patria”.
Además, destacó que ante las usurpaciones de terrenos recientes el “Estado debe resguardar el orden jurídico”.
QUIEN ES FACUNDO JONES HUALAS
El lonko Facundo Jones Huala lleva once meses en prisión. Los transcurre casi en solitario, con pocas visitas, apartado del que fue su núcleo de confianza, bebiendo infusiones especiales de plantas medicinales mapuches y leyendo historia y escuchando trash metal, una variante del heavy.
El 27 de junio de 2017 el lonko fue detenido en un control policial cerca de El Bolsón y trasladado a la Unidad 14 de Esquel. Sobre su persona pendía una solicitud de extradición de la Justicia de Chile, que ahora fue concedida pero tiene una instancia más en la Corte Suprema antes de resolverse.
Jones Hualas, según publicaciones indígenas, llegó a Chille por primera vez en busca de medicina tradicional. Estaba siendo tratado por una machi (curandera) cuando le declaró una “guerra de fuego” a la Argentina y Chile. Acto seguido, fundó la agrupación Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), una fracción que promueve la lucha armada para forjar una nación mapuche en la Patagonia.
En 2013, comenzó su historia de fugas. Escapó de la casa donde cumplía arresto domiciliario tras ser condenado por haber incendiado una estancia en Valdivia. Se dice que después de intentar prender fuego a un carabinero, cruzó los Andes a pie y recaló en la Argentina, en una zona de ríos y montañas que mueren en la estepa deshabitada. Al poco tiempo, los RAM empezaron con sus ataques.
Escalada de fuego A través de comunicados en redes sociales, otro de sus campos de acción ideológica, la agrupación RAM se ha adjudicado casi todos los hechos por los que enfrentan denuncias en la Justicia.
“Tirales nafta hasta dos metros de distancia. Que no les llegue el fuego pero que se asusten tanto que no se atrevan a denunciarnos”. Esa fue la orden que Jones Huala dio hace dos años a uno de sus cómplices la noche en que quemaron el refugio Neumeyer, en el Parque Nacional Nahuel Huapi. Los dos hombres a los que querían asustar eran empleados del lugar y los dejaron atados a los árboles. También quemaron maquinaria vial. Sostenían que toda esa tierra les correspondía.
UNA HISTORIA DE INCURSIONES VIOLENTAS
Las incursiones violentas siguieron en las estancias de la Compañía de Tierras Sud Argentino Limitado, propiedad de Benetton. Los RAM enfrentan denuncias de todo tipo por provocar más de una decena de incendios, robar ganado y atentar con armas de fuego contra empleados -mapuches, a la sazón- de la misma empresa. También atacaron maquinaria perteneciente al amigo del presidente Macri en El Bolsón, el magnate Joe Lewis. Y se investiga el hallazgo de un cinturón con explosivos cerca de una represa de la zona.
Pero, sin discriminación alguna, acometieron también contra civiles comunes y corrientes, trabajadores sorprendidos en medio de la inmensidad inhóspita. En diciembre de 2014, en medio de la noche cerrada, tres encapuchados dotados con bombas molotov frenaron un camión que venía por la ruta 40, hicieron bajar al chofer Luis Rastellini y prendieron fuego el vehículo. Otro camión que venía detrás, logró pegar la vuelta y escapar mientras le tiraban con las bombas incendiarias. Rastellini tuvo que ser atendido por los golpes que le dieron. Tiempo después, señaló que los agresores se manifestaron como pertenecientes a “Resistencia Mapuche”.
El 3 de octubre de 2015, cinco encapuchados entraron rompiendo las ventanas a la casa de un puestero de una de las estancias de Benetton. El hombre descansaba junto a su esposa y sus tres hijos. Los amenazaron con armas de fuego y al empleado le pidieron que saliera de la casa. Lo hicieron caminar hasta un río helado y lo obligaron a meterse al agua durante horas, mientras le disparaban cerca. Robaron celulares, rompieron el equipo de VHF que utilizaba la víctima para comunicarse y destruyeron las cubiertas de su vehículo, para que no pudiera pedir ayuda.
En noviembre pasado, tres hombres armados irrumpieron de madrugada en las instalaciones de una empresa productora de frutillas. Los atendió un sereno, a quien le pidieron que se vaya “o lo matamos”. Le dijeron que iban a destruir los galpones porque esa actividad estaba contaminando la tierra y se identificaron como “Resistencia contra la contaminación”. Quemaron por completo un galpón con maquinaria agrícola. El dueño de la firma, Luis Loncón, apellido mapuche también, está convencido de que en ese grupo estaba Jones Huala.
Fuentes del ministerio de seguridad explicaron que tienen probado que los RAM reciben financiamiento internacional a través de fundaciones y ONG’s. Afirman que durante el kirchnerismo, el ex titular de la AFI, Oscar Parrili -oriundo de San Martín de los Andes-, les habría proporcionado respaldo político y económico a este tipo de agrupaciones. Y que recibieron millones de pesos a través del Instituto de Asuntos Indígenas e incluso de la Fundación Madres de Plaza de Mayo. Todo eso se cortó con el cambio de Gobierno y esa sería una de las razones por las que recrudecieron los actos vandálicos este verano. También les preocupa un supuesto vínculo con ex milicianos kurdos, que ingresaron legalmente al país desde Europa y se reunieron con ellos en el Sur. “Lo tenemos chequeado: uno de esos kurdos tiene ciudadanía alemana, pasó por la facultad de ciencias exactas de la UBA, donde realizó proclamas de lucha armada. De la misma manera, se secuestró en poder de Huala, cuando fue detenido, material vinculado al grupo ETA, panfletos y manuales de acción”, explica un funcionario de Ministerio de Seguridad.