En un muy disputado partido que se desarrolló en Villa Madero, Sarmiento terminó imponiéndose 1-0 a Atlanta con gol de Tete Varela y sigue prendido en la segunda posición de una Fase Ascenso que ingresó ya en su etapa final.
La misma satisfacción que puede provocar un partido redondo, en el que todo se desarrolla según el plan, es capaz de generarla uno en el que se necesita cambiar el libreto sobre la marcha. Resolver en la adversidad. Mucho de esto último le pasó al equipo que conduce Agustín Lavagnino en su visita a Atlanta, donde lejos de poder imponer su propuesta siempre ambiciosa, ofensiva, tuvo que arremangarse para entrar al terreno de la fricción, de la disputa.
Con varias modificaciones en la alineación inicial respecto al pasado duelo ante Argentino de Quilmes, especialmente en una defensa donde solo repitió Tete Varela, a Sarmiento le sobraron nombres para salir a hacerle daño a Las Bohemias en su propia casa. Porque así como Florencia Gamarra volvió a desempeñarse como zaguera después de mucho tiempo, Lola Bermúdez regresó después de dos meses para ocupar la banda izquierda y Candela Andino tuvo la ansiada oportunidad de ser titular por banda izquierda; de mitad de cancha en adelante todo fue más habitual: Sofía Berenguel, Constanza Díaz, Lucía Mansilla, Lourdes Palavecino, Serena Pedersen y Sofía D’Ambrosio. En el arco se paró Selena Wilson, por tercera ocasión consecutiva.
Que el terreno de juego no ayudó a que Las Maestras fluyan es una realidad, pero también que Atlanta salió a jugarse la vida desde que inició el encuentro, con dientes apretados, doblando las marcas de aquellas jugadoras a las que habían estudiado especialmente por ser las más desequilibrantes. Y cada recuperación, con Sarmiento tratando de plantarse en su campo, la aprovechó lanzando a Zoe Vargas y Valeria Vielma, casi siempre con Antonela Díaz como conductora.
Transcurridos los primeros cinco minutos del encuentro, habían sido las locales las que habían generado mayor peligro. A los 2, Selena Wilson tuvo que estirarse para tapar un remate de Díaz y en el rebote Florencia Gamarra se la jugó yendo al piso para tapar a Vargas, que tras dejar en el camino a Lola Bermúdez se disponía a disparar. A los 5, todo el banco Bohemio pidió penal por una infracción de Tete Varela sobre Florencia Carrizo, que ni la árbitra ni su asistente juzgaron como tal.
En el terreno de la disputa, prueba de que el plan estaba saliendo tal y como lo había preparado Atlanta, Constanza Díaz fue la primera en activar ese Modo Combate con el que complementa todas sus virtudes ofensivas. Trabó y ganó por potencia, intentó conducir y aunque no tuvo la precisión de otros partidos dejó en claro que Sarmiento también lo iba a saber luchar. En el local, Adriana Vielma se destacaba ya con una marca férrea sobre Sofía D’Ambrosio, para mantenerla alejada del área, y también ganando en cada envío aéreo con que Las Maestras intentaban saltar líneas y compensar la falta de juego asociado.
Sin que sucediera demasiado en las áreas, fue otra vez Selena Wilson la que tuvo que entrar en acción sobre el final del primer tiempo, tirándose de cabeza para atenazar una pelota que había quedado muerta en el área tras un tiro libre de Valeria Vielma, antes que Carrizo pudiera llegar para intentar definir. Sarmiento tenía que reformular el plan de juego y la posibilidad de reencontrarse en el vestuario con la llegada del entretiempo a esas alturas fue casi bendición.
Agustín Lavagnino mandó a la cancha a Victoria illanes en reemplazo de Serena Pedersen y la sanjuanina ingresó movediza, con ganas de pedirla, pero también de ofrecerse a la recuperación plantada, peleadora. Lucía Mansilla empezó a crecer en el doble rol de recuperadora y atacante. Y Sofía D’Ambrosio descubrió más y mejor espacio recostándose sobre los extremos del ataque. A los 3 minutos, La Negra trabó, cruzó mitad de cancha y ganó una infracción de la que pidió hacerse cargo Sofía Berenguel. El envío frontal de la mediocampista central encontró la cabeza de Illanes para peinarla fuera del área y dejar a Lourdes Palavecino de cara a la arquera. Su definición superó la posición de Aquino, pero Adriana Vielma salvó sobre la línea la posibilidad de que la primera llegada a fondo de Sarmiento se convirtiera en gol.
El mejor encuentro colectivo de Las Maestras tuvo lugar a los 10′. Victoria Illanes jugó con Lola Bermúdez, plantada en campo rival, y esta extendió para Palavecino, que recostada sobre la línea sacó un centro desde la derecha que encontró por el segundo palo el ingreso de Mansilla. Pero el cabezazo de la pergaminense, incómoda, salió por arriba del travesaño. A los 18′, una infracción sobre Illanes generó una nueva posibilidad de mandar una pelota al área desde la derecha. La pidió Palavecino, para meter un centro peligroso, entre al área chica y el punto penal, que tuvo gran variedad de pretendientes. Adriana Vielma, Tete Varela y Lucía Mansilla saltaron a buscar sobre la arquera Aquino, que falló en el manotazo notoriamente molestada por La Negra, para que un leve roce de Tete depositara la pelota en el fondo de la red, generando tanta alegría como confusión en los abrazos que no terminaban de detectar a quién felicitar. «La 2», dijo la jueza. La 2, diremos nosotros.
El gol que puso en ventaja a Sarmiento no hizo otra cosa que confirmar que Atlanta solo había estudiado la mitad del plan, porque no tuvo las herramientas para volver a llevar peligro sobre el arco de Selena Wilson. En contrapartida, tanto Candela Andino como Lola Bermúdez tuvieron mayor oportunidad de adelantarse, mientras que Varela y Gamarra se las arreglaron para devolver cada envío largo que cayera al área propia. Solo cinco minutos después, otra pelota parada puesta en juego por Palavecino encontró la cabeza de Lucía Mansilla para meterla al área chica. Pero a Sofía D’Ambrosio le quedó demasiado arriba esa pelota y no logró cambiar la orientación con su zurda, mandándola por arriba del travesaño.
Con Sofía Berenguel amonestada y en riesgo por la fricción que proponía el trámite, Lavagnino decidió reemplazarla y dar ingreso a Catalina Vila. A los 33′ Popi puso bien el cuerpo para liberarse de Adriana Vielma, que durante todo el partido la siguió como perro de presa, y desde afuera del área metió un zurdazo a colocar, de emboquillada, que pasó cerquita del ángulo. Hacía tiempo que Las Maestras habían dejado de sufrir el partido y el DT dispuso también los ingresos de Yanela Tracchia por Palavecino y Delfina González por Díaz. Los minutos finales, Lucía Mansilla los jugó como si se tratara de un partido de ajedrez. Indicando incluso dónde jugar cada lateral y llevándose la pelota contra la línea, para que Wilson viera desde muy lejos cómo se consumía el tiempo que le quedaba a Las Bohemias para empatar.
En un partido atípico, Sarmiento aprobó una nueva materia camino al sueño del ascenso. Corrigió sobre la marcha y se llevó tres puntos que toman mayor dimensión por el trabajo que costó sembrarlos y cosecharlos. En 90 minutos, en tierra árida, con sol que quemaba la flor. Pero flor de fruta la que se comieron antes de volver a casa.
ASÍ FORMARON LAS MAESTRAS
Selena Wilson; Candela Andino, Florencia Gamarra, Tete Varela, Lola Bermúdez; Lucía Mansilla, Sofía Berenguel, Constanza Díaz; Serena Pedersen, Lourdes Palavecino, Sofía D’Ambrosio. Suplentes: Sol Ponce, Camila Andino, Dalma Lucero, Catalina Vila (X Berenguel), Delfina González (X Díaz), Victoria Illanes (X Pedersen), Yanela Tracchia (X Palavecino). CT: Agustín Lavagnino, Daniel Carpaneto, Martín Francisco, Sergio Milone.