Columna de Opinión de Maxi Berestein, del Frente Renovador Junín
Este viernes 1 de Julio se cumplió un año de la fundación del Taller Ministro Mario Meoni y tanto para la familia ferroviaria cómo para toda la comunidad de Junín fue un día histórico.
En los albores de la década de los 90, tiempos de la convertibilidad y la revolución productiva, la industria ferroviaria y los ferrocarriles fueron concesionados al sector privado bajo la promesa de la tecnificación y el acceso al primer mundo. Lo cierto es que el resultado de esas políticas fueron el desguace y el abandono.
De ser la industria principal de nuestra ciudad, con miles de trabajadores y trabajadoras, en poco tiempo el vaciamiento institucional, expulsó al personal y pasó a ser el símbolo local de la tristeza.
Sin embargo, un grupo tenaz y valiente, convencidos con su amor propio, decidió quedarse a dar batalla, protegiendo lo que no es de nadie, pero al mismo tiempo es de todos, con el sueño de recuperar un país grande, y la responsabilidad de cuidar la bases para que un día podamos volver a empezar.
Después de 28 años de falsas promesas y pérdidas irrecuperables, solo quedaron un puñado de aquellos valientes. Sin embargo, el esfuerzo no fue en vano y llegó la recompensa. En diciembre del 2019 horas antes de la asunción del nuevo Gabinete Presidencial, Mario los reunió en su lugar y sin bombos ni platillos, se comprometió a trabajar para que la historia haga justicia, y ponga a los protagonistas en el lugar que siempre les correspondió.
De ese momento para acá, es la historia más conocida: El valor de la palabra, la llegada del estado nacional a través de Trenes Argentinos Capital Humano, la recuperación de la industria ferroviaria, la recuperación y puesta en valor del predio, la recuperación de la infraestructura y equipamiento, el vínculo estratégico con el sistema educativo, la alianza con la UNNOBA, la incorporación de personal calificado, la innovación y el desarrollo.
Los trabajadores de la Cooperativa Ferroviaria, trascendieron por la valentía de defender, ante todas las adversidades, una idea que valía la pena. Y Mario trascendió, entre otras cosas, por la capacidad histórica de poner a las cosas en su lugar.
Ahora nuestra tarea, la de toda la comunidad de Junín, es defender nuestra identidad ferroviaria con toda nuestra fuerza. De esa manera estaremos dándole valor a los sacrificios, y respetando a los valientes que hicieron lo que había que hacer cuando muchos miraban hacia otro lado.
Columna de Opinión de Maxi Berestein, del Frente Renovador Junín