Tras el cierre de la paritaria docente, el Gobierno bonaerense aún mantiene dos frentes de conflicto abiertos: la discusión salarial con los médicos y los trabajadores judiciales, cuyos gremios mantienen paros y movilizaciones en reclamo de un aumento.
Luego de cerrar un incremento del 24% con los gremios docentes (que se estira hasta el 27,1% si se consideran sumas fijas ya otorgadas), el Gobierno debe afrontar ahora dos paritarias que, pese a tener un impacto menor en el funcionamiento de la administración pública, se han presentado muy duras.
Los médicos, principalmente los nucleados en Cicop, rechazaron a fines de mayo una suba del 18% en cuatro cuotas y una compensación del 2,5% sobre el último trimestre de 2016.
Los profesionales de la salud, que hoy realizaron una jornada de protesta a raíz de un conflicto municipal en San Cayetano, votarán este fin de semana un paro de 24 horas para el 13 de julio, día en el que tienen previsto instalar una “carpa sanitaria” frente al Obelisco, con el objetivo de visibilizar su reclamo.
“No hay propuesta, ni se cumplió el pase a planta de los becarios”, se quejó el titular de Cicop, Fernando Corsiglia, quien reclamó por “una convocatoria específica para los profesionales de la salud, por eso tenemos una ley propia”.
Hasta el momento, el Gobierno bonaerense no volvió a convocar a los gremios en conflicto. En el caso de los médicos, la administración bonaerense ejecutó un pago a cuenta similar al esquema acordado con los estatales: dos cuotas del 4,5%, la primera de ella ajustada al 6,8% a raíz de la “cláusula gatillo” por la inflación.
A los judiciales les pagó un adelanto a cuenta del 10% respecto de los haberes de diciembre, medida que fue rechazada por el gremio mayoritario del sector, AJB.
Con la última paritaria rechazada el 13 de junio pasado, los judiciales iniciarán mañana un paro de 48 horas y rechazan la suba del 20% anual ofrecida por el Gobierno. La medida paralizará la atención en los tribunales de la provincia.