El nivel de violencia de la sociedad en general y familiar en particular, es cotidiano lamentablemente.
Menor pide ayuda cuando ve que golpean a su mamá
Y muchas veces, “para muestra alcanza un botón”.
Más aun teniendo en cuenta que si se habla de un grupo familiar, por lo general hay menores que sufren, tal vez no los golpes pero sí un escenario que asusta, preocupa, genera indefensión, impotencia por no poder hacer nada.
En el caso que nos ocupa, hubo una salida. Pedir ayuda.
Ocurrió en el mediodía de hoy cuando en una vivienda familiar, la agresión de un hombre para con su pareja, afectó no sólo a la víctima de la golpiza sino también a un menor de edad.
El pequeño, seguramente muy asustado, tomó un teléfono y le pidió ayuda a la policía.
Minutos después iban a llegar efectivos del Comando Patrullas, a una casa del Barrio Pueblo Nuevo.
Para entonces, la mujer, con evidentes signos de haber recibido cuanto menos golpes en el rostro, ya no estaba. Había alcanzado a escapar junto al pequeño.
El hombre, aún en la casa, fue quien atendió a los uniformados.
Lamentablemente, no es la primera vez que los niños reaccionan frente a situaciones violentas que terminan afectándolos ya sea en su salud como comportamiento y bienestar.
Tampoco será la última que, en medio de la desesperación, atinan a pedir ayuda.
¿Qué más agregar? Tal vez, comprometerse.