Tras un Nocturno debut que se le hizo demasiado corto, la barilochense Mercedes Cattenazzi está lista para disputar su primera final con la camiseta de Rivadavia de Lincoln, que tendrá lugar este lunes desde las nueve de la noche en el estadio principal de Jorge Newbery. Al encuentro definitorio llega como la máxima artillera del Apertura 2021, con seis goles, aunque mucho más enfocada en los objetivos colectivos que en una marca personal.
Acostumbrada a pelear y ganar campeonatos con su amado Luna Park, no tardó en entender que le tocó llegar a un plantel repleto de jugadoras jóvenes a las que les toca ir sumando experiencia partido a partido y recibió con brazos abierto la llegada de otras de amplio recorrido futbolístico para dar lugar a la fusión perfecta que, ansía, les permita coronarse.
-¿Cómo fuiste viviendo los días previos a la final?
-Recién el jueves tuvimos certeza del día que íbamos a jugar. No estoy conforme con que sea un lunes por una cuestión lógica que tiene que ver con que las jugadoras de los equipos de allá salen de trabajar y están en la cancha, pero nosotras tenemos todo el protocolo de un viaje, de los tiempos. La realidad es que hay jugadoras que no van a poder estar por cuestiones laborales. Si una Primera División siempre se jugó un domingo, de repente una final con lo importante que es se juega un lunes y la verdad que perjudica. Ahora se juega y ya está, pero no me parece justo porque no estamos en igualdad de condiciones.
-¿Hubieran preferido jugar el sábado o el domingo siguiente?
-El domingo, porque el sábado también es un día laboral. Pero ya está. Las decisiones se toman y nosotras siempre somos visitantes. Hay un montón de gente que hubiera ido a vernos y acompañarnos un domingo para la que seguramente sea imposible hacerlo un lunes a las nueve de la noche en Junín.
-En esta previa también tuvieron casi una semana completa entrenando sin su DT. ¿Quién tomó la posta?
-El preparador físico, Gonza, que es un capo. Yo estuve lesionada, tenía el ojo caído a pedazos, así que pude entrenar un solo día. Llegamos con algunas jugadoras golpeadas, pero estuvimos bien.
-¿Cuánto pudieron ver a BAP?
-Nosotras nos quedamos a ver dos partidos de BAP, porque la verdad que las desconocía por jugar en zonas y canchas diferentes. Las pocas veces que se pudo hacer coincidir hicimos el esfuerzo de quedarnos un rato más para vernos. Creo que estamos totalmente en igualdad de condiciones a la hora de jugar. Es un gran equipo. A mí me gusta mucho cómo juegan. Es un equipo muy físico. Pero estamos pensando en lo que podemos hacer nosotras más que encargarnos de ver lo que pueden hacer ellas.
–¿Lo ves como un duelo de estilos?
-Físicamente son un equipo muy potente. Es una final y las finales siempre son diferentes. A veces una piensa en un montón de cosas o tiene un montón de capacidades que en ese momento puede darse o no. Los dos equipos lo van a vivir como una final y ahí se verá cómo se asimila.
-Hubo mucho desahogo en la clasificación a la final. ¿Con qué tuvo que ver?
-Yo vengo de jugar dos partidos con UNNOBA. El que nos sacan del Nocturno, en el que realmente ellas fueron superiores, lo ganaron bien. Hay que decirlo. Nosotras por ahí llegábamos con un plantel muy nuevo, muy joven. Diferente fue el partido de la Copa Federal, en el que nosotras quedamos bastante conformes porque creo que fuimos superiores a lo largo del partido. Creo que tuvimos las ocasiones más claras y merecimos ganarlo en la cancha. Después, los penales son circunstancias. Se te puede dar o no. Nos habíamos quedado con esa espina de haber sentido en la cancha que podíamos y no se logró. En este último partido volvimos a sentir que podíamos y el desenlace sí fue un desahogo por dos cuestiones. Primero por llegar a una final, con todo lo que eso implica. Segundo por ganar ese partido contra un rival que nos había dejado esa espina clavada. Lo que sentimos que podíamos en Copa Federal se vio demostrado ahora en semifinales.
-¿Cuánto y en qué sentís que cambió el plantel del pasado Nocturno a este Apertura?
-Fue madurando mucho. Este es un plantel muy joven, pero en el Nocturno era totalmente joven. Para este nuevo torneo llegaron jugadoras de experiencia como Chicho (Gisela Susi) y Mery Guzmán, que venían de equipos de Junín. Eso hace que todo el plantel vaya ganando otra experiencia, porque las chicas van creciendo, van entendiendo de otra manera. Creo que hoy, si bien todavía es un plantel en formación, tenemos un equipo más maduro para afrontar ciertas situaciones. Para mí acá hay jugadoras de Selección, como para ir a Buenos Aires, que están madurando y que seguramente van a dar que hablar.
-¿La espera entre los dos torneos se te hizo muy larga?
-Sí. A mí me pareció eterno, pero yo vengo de Bariloche donde el fútbol no para nunca. Tenés fútbol 11, tenés futsal y entonces estás siempre en competencia. Desde que llegué en diciembre acá entrenamos mucho y tuvimos muy poca competencia. Obviamente estuvo la pandemia, eso está claro. Es importante que haya muchas posibilidades de competir.
-La llegada de otras jugadoras de experiencia, ¿la valorás a la hora de repartir responsabilidades referidas a guiar y aconsejar a las más chicas?
-En el Nocturno yo recién llegaba al equipo y entonces me fui adaptando. Siempre había jugado en el mismo equipo en Bariloche y para mí la adaptación acá en Lincoln a un nuevo equipo, a nuevas compañeras, fue difícil. Recién ahora las estoy conociendo a todas, así que no me sentí referente en ningún momento. Sí sentí que las llegadas de Chicho y Mery le dieron mucha experiencia en lo futbolístico al equipo y eso nos da otro aire. A raíz de lo que nosotras podemos aportar desde el juego y de que ahora sí yo soy de hablar con las más chicas, podemos ayudar a que el plantel vaya madurando en lo futbolístico y en lo humano. Por ejemplo, a que no nos toque perder, como pasó en el Nocturno, y estén todas las jugadoras llorando. A nadie le gusta perder, pero es importante salir con la frente en alto, pensar en nuevos objetivos. Ser una jugadora de fútbol.
-En Bariloche están muy pendientes de cómo te va…
-Pasa que yo tengo mucho que ver en el armado de Luna Park. Era como la capitana, la referente, la que organizaba torneos. Era re manija. Hoy estoy súper orgullosa porque todas se hicieron cargo de llevar adelante eso. Que estén entre los 8 mejores equipos del país jugando la Copa Federal me hace dar muchas ganas de estar con ellas. Y ellas están conmigo. Eso no va a cambiar nunca porque es algo que se lleva en el corazón.
–¿Te quedará margen para hacerte una escapada?
-Sí, ya lo hablé. La idea mía es poder hacerlo porque luchamos toda la vida por esto. Mediáticamente, con la municipalidad, con dirigentes. Luna Park es un equipo muy ganador, el más ganador de Bariloche, y nunca se le daba una posibilidad como esta. De hecho en marzo también van a jugar la Copa Federal de futsal. Justo pasa ahora que yo estoy acá y estoy muy contenta y muy emocionada.
-Entiendo que no es lo más importante pero llegás a la final como única líder de la tabla de goleadoras. ¿Sería un gustito personal conseguirlo o no te pasa nada con eso?
-No, la verdad que no. Lo único que me importa es ganar la final, así el gol lo haga la arquera. Es importante porque soy delantera, tengo el arco entre ceja y ceja y premios de goleadora en otros torneos, pero la realidad es que hoy no estoy pensando en eso. Si se da, pero sobre todo si se da ganando, bienvenido sea. Si se da y no podemos ganar la final me quedaría con un gustito amargo. Ojalá se de todo.
Por Juani Portiglia