«Estaba aburrido en mi casa, y de repente aparece Freddie Mercury cantando en la terraza de al lado», fue lo que podría haber pensado Daniel – que no salía de su asombro – al ver en el techo contiguo a un hombre en musculosa, jeans, con bigote y pelo peinado hacia atrás, cantando «We are the champions».
Si la «aparición» de Freddie en Junín fue un «milagro», ¿por qué no podría serlo también esta nota? Sí, así , sin exagerar, ya que «milagrosamente» este miércoles por la mañana llegaron al email de la redacción cuatro videos de lo acontecido el martes, y con apenas un «responder» estuvimos en contacto con el protagonista de esta interesante historia.
Se trata de Javier Schenone, quien a sus 48 años mantiene un vínculo íntimo y estrecho con Queen, desde hace 39, cuando viviendo en su Buenos Aires natal pasaba horas y horas junto a un amigo escuchando a la legendaria banda británica nacida en 1970.
«Me acuerdo como si fuera hoy – cuenta Javier a Junín24- que yo era chico y mis papás alquilaron una quinta camino a la Laguna de Gómez. Era el año 1981 y estaban por pasar en Radio del Plata el recital en vivo de Queen en cancha de Velez y mis viejos se estaban por ir a comer, entonces les dije que quería grabar el show en un casette TDK. Mi papá me explicó que yo tenía que apretar REC para grabar y PAUSA cuando quería detener la grabación. Cuando llegó el momento del recital, me olvidé lo que me había explicado. Resultado final: Solo quedaron grabadas las propagandas, porque en mi confusión, detenía la grabación cuando Freddie cantaba y daba REC cuando aparecían las publicidades», contó riéndose.
¿Pero como fue que Freddie «volvió en cuerpo y alma» a Junín, un martes 14 de abril, a las 16:30 horas, y cantó en una terraza?. «Hacía rato que me había dejado la barba – comienza a contar Javier – y no me preguntes porque decidí que me iba a afeitar, pero me dejé los bigotes, algo que nunca jamas me hubiese imaginado que iba a hacer. Llega la noche, me estoy por ir a dormir, y veo que en la tele estaban pasando la película de Queen, Bohemian Rhapsody, donde le rinden homenaje a Freddie, y lo veo al actor (Rami Malek) en una escena, y me miro al espejo y me vi como estaba en ese momento – tenía el pelo mojado, peinado hacia atrás, con bigotes, y pensé: También tengo una musculosa y un jeans igual!.», detalló
Dos mas dos, es cuatro. Y sin nada mas que pensar, solo faltaba hacerlo, la magia estaba ahí, era el momento, Javier conectó por bluetooth su teléfono a un muy buen parlante que tiene en su casa y subió a su terraza. Mientras sonaba la música comenzaban a asomar sus vecinos. De un lado, Daniel que miraba sorprendido, del otro Stella que no podía parar de aplaudir, y mas allá Fernando y Mercedes. Al final de la primera canción se fundieron en un aplauso y ovaciones, mientras pedían otro tema mas.
¿Habrá mas Freddie en breve? No lo sabemos, aunque viniendo de Javier, todo puede ser ya que sin dudas es un artista, con alma de aventurero y también de cineasta. Sí, así como lo lees. Desde hace 8 años está grabando «¿Dónde están los botines de potente?», película de aventuras, acción y ciencia ficción que está registrando con una cámara JVC y que tiene entre sus personajes a Victor Hugo Morales, Fabio Alberti, Emilia Attias, al juninense Nestor Herrero y hasta al reconocido atleta olímpico jamaiquino Usain Bolt.
“No puedes conectar los puntos mirando hacia adelante; solo puedes hacerlo mirando hacia atrás. Así que tienes que confiar en que los puntos se conectarán de alguna forma en el futuro», aseguró Steve Jobs una vez. Javier no escapa a esa definición. Hay momentos puntuales en su vida, si unimos los puntos hacia atrás, que conectan los misterios universales del arte con su destino, pero hay uno que a este cronista le llamó poderosamente la atención: Cuando el actual «Freddie juninense» iba a la primaria en el Colegio Juan Bautista Lasalle de Capital Federal, tuvo junto a sus compañeros la visita de Guy Williams, el actor mas famoso y conocido por haber interpretado a «El Zorro». Ese día, el artista compartió un rato con ellos, y cuando estaba saliendo del salón, Javier lo corrió por uno de los pasillos de la escuela, se acercó y lo agarró de su campera de cuero para llamar su atención: Williams lo miró, lo alzó en sus brazos y le dio un beso. ¿Te queda alguna duda de que el destino nos da señales? Dos mas dos, es cuatro.