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Milo Samperi: «Si hay un chico trans que necesite una mano, yo acá estoy»

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Una, dos, tres fotos. Una chica que mira a cámara. Algunas veces, otras no. Cuatro, cinco, seis. Una sesión de fotos. Y una pregunta. ¿A vos qué te gusta? Si se tratara de una película, la vida de Milo Samperi podría comenzar a contarse a partir de ese momento. Pero con 21 años, él también sabe que sin su pasado no sería quien es hoy: instagramer y youtuber; chico trans y referente. Valiente.

J24- ¿Qué reproches tenés hacia Junín y qué cosas te siguen uniendo a la ciudad?

Milo- Reproches hay un montón, pero porque es una ciudad muy cerrada de mente. Yo no había venido por seis meses. Mi primera transición fue la homosexualidad, llegué y estaba por estas calles (el centro) y un chico desde un auto, tendría 17 o 18 años, me grita lesbiana de mierda. Yo no entendía nada, porque en Capital eso no me pasa. Es también esa cosa de llegar y que la gente se de vuelta a mirarte. Cuando comenté esto en mis redes sociales, un montón de gente me escribió para decirme que por estas cosas no se anima a decir que es homosexual. Es una ciudad cerrada, pero hay posibilidades de que eso cambie. Siempre hay que volver donde está la familia y los amigos.

J24- Como referente, ¿qué cosas te pesan y cuáles te dan satisfacción?

Milo- Es complicado porque tenés que hacerte cargo de algo, comunicar bien, con palabras clave, para que no se malentienda lo que querés decir. Sos responsable de lo que decís, de lo que hacés y de la información que das. Pero el hecho de que las personas te den tanto cariño es clave. Hace unos días, estaba en la librería de un amigo y una chica me reconoció. Me preguntó si me podía dar un abrazo y cuando me lo dio se largó a llorar. Después me comentó que tiene un amigo que se siente chica, que está en plena transición y que cayó en la prostitución. También llegan chicos trans, que están acá, y no tienen la suficiente información, por ejemplo del tema de las hormonas. Me preguntan, los acompaño, vamos al Espacio.

«Junín es una ciudad muy cerrada, pero hay posibilidades de que eso cambie»

J24- ¿Cuál es ese Espacio?

Milo- Se llama Espacio Amigable. Está acá y en toda la provincia de Buenos Aires. Es en Alvear y Alberti (Centro Integrador Comunitario del barrio Bicentenario). Funciona los miércoles, desde las 18 horas. Hay un médico, una psicóloga y trabajadores sociales. Si vas con el médico, ta va a dar las órdenes para hacerte análisis de sangre y los estudios ginecológicos. Después vas, le llevás los resultados y te da la orden de la hormona para empezar con el tratamiento.

J24- ¿Vos cómo te enteraste que existía ese espacio?

Milo- Gracias a la mamá de una amiga. Marta Breme. Ella me contactó con Liz Pedemonte, que es trabajadora social. Fue en febrero. Yo estaba en Uruguay, pero apenas llegué me puse en contacto. Todo en el Espacio es gratuito, podés no tener obra social.

J24- Pero no todos saben que es gratis…

Milo- Bueno, me pasó que me enteré que a Quién quiere ser Millonario fue un chico trans. Yo no lo había visto el programa. Al otro día el chico fue a Cortá por Lozano, el programa de Vero. Escuché que estaba juntando plata para hacerse la operación. Me contacté con Vero y me pasó el número.

J24- Pudiste avisarle: pará

Milo- Sí. Le digo, es todo gratis. El viernes nos vamos al Espacio que hay en Tigre para hacer todo.

J24- El hecho de que no lo supiera alguien que tal vez lo estaba buscando evidencia un error o una omisión en la campaña de difusión…

Milo- Para mí el Estado no lo termina de difundir, porque sería un gasto público muy grande. Las hormonas salen 3 mil quinientos pesos cada una, si la fueras a pagar. Y es una cada tres meses de por vida. Ni hablar del costo de las operaciones.

Instagram: milo.samperi – Youtube: Milo Samperi

J24- Entonces el Estado lo da, pero por las dudas no lo difunde.

Milo- Para mí es eso. Igual las obras sociales, por ley, te tienen que cubrir. Yo tengo Famyl, fui el primer caso. Estuve un par de semanas yendo hasta que aceptaron cubrir todo el tratamiento. Puede que alguna obra social no quiera hacerse cargo y ahí sí tenés que gestionar todo por parte del Estado. Ahí es donde se ponen las trabas. No es que vas al Espacio y te orientan con todo lo que tenés que hacer. Tenés que preguntar, preguntar y preguntar… Para que te den bola. Si no te ponés firme, te pasan por arriba. Con el DNI pasa lo mismo, acá tarda de seis a ocho meses. En las listas de la facultad figuro como Milo, pero en la libreta está mi nombre anterior. Paso la tarjeta y también.

«Las hormonas salen 3 mil quinientos pesos cada una. Y es una cada tres meses de por vida»

J24- ¿Y qué te pasa con el nombre anterior? ¿Estás reconciliado o no querés saber nada?

Milo- Con mi pasado no me puedo enojar. Sin mi pasado no hubiera sido quien soy hoy. Pero cuando me dicen Emi o María Emilia, es como que choca. Ya me acostumbré a Milo. En Capital, que tengo amigos nuevos y no saben de mi nombre anterior, soy Milo. Pero acá puede que algún vecino o algunas personas me digan mi nombre anterior. También porque todavía no me animé a contarles.

J24- Debe ser extraño tener que ir a encarar a las personas para avisar…

Milo- Es complicado. Por eso las redes sociales fueron todo. Porque es decir bueno, lo plasmo acá y ya está. Que la gente me empiece a tratar así. Al principio le conté a algunos amigos, después a mis papás en una carta. Lo conté en Instagram. En Capital me hice una cuenta de Tinder, conocí a una amiga. Ella me dijo que tenía que empezar a hacer videos en Youtube.

J24- ¿Cómo fue lo de la carta a tus viejos?

Milo- Estaba en Uruguay. Le había contado a Mariano, que es un amigo que tiene una librería acá, a la que mi mamá siempre va a buscar los resúmenes de las tarjetas y esas cosas. Le pedí a Mariano que la pusiera en un sobre y le pidiera que la leyera con mi papá. Lo leyeron a los dos, tres días. Cuando lo leyeron, me dieron una sorpresa que me sorprendió, porque con la homosexualidad me habían entendido pero hasta ahí. Con la transexualidad fue completo. Volví a Junín y tuve todo el apoyo de mi familia.

J24- En las redes sociales te despediste de la fotografía. ¿Por qué?

Milo- Creo que es una etapa que, por lo menos ahora, quiero cerrar. Me dio muchísimo, pero ya no me siento cómodo yendo a un lugar a sacar fotos. Si tengo que ir, pongo la mejor. Pero siento que no estoy capacitado para eso. Creo que la fotografía fue un escudo para mostrar todo esto.

Instagram: milo.samperi – Youtube: Milo Samperi

J24- También hiciste pública tu lucha contra aquellos gestos femeninos que todavía aparecen de tanto disimular…

Milo- Por ahí estoy parado esperando para cruzar la calle y noto que me paro como mujer. Me acostumbré a hacerlo y me enojo conmigo mismo. O me miro en el espejo y todavía me enoja, porque todavía estoy en pleno cambio corporal. O algunos gestos que hago con las manos, cuando hablo. Tengo amigos que jodiendo me dicen putito, por la forma de expresarme. Me enojo conmigo mismo porque no quiero ser esa mujer, que todavía aparece de tanto fingir en su momento.

J24- ¿Tenés actitudes machistas?

Milo- No. Y me enojo cuando las veo. Todos somos iguales.

J24- El movimiento feminista ayudo también a que se visibilizarán las chicas y los chicos trans, ¿puede ser?

Milo- Es que el hombre machista es él y todos los demás afuera. Mujeres, trans, lo que sea. El feminismo nos acompaña en todo, a las chicas trans también. El problema son los hombres cerrados. Esto no quita que haya chicos trans que sean machistas.

J24- Y chicas trans machistas. Y mujeres machistas…

Milo- Sí. Por suerte el movimiento feminista dio visibilidad a todo el movimiento LGBT, pero sigue habiendo problemas. Los machitos siguen estando y por ahí te agreden.

«El día del orgullo en Junín fue una desilusión para mí, porque eramos muy poquitos. Y no somos tan poquitos»

J24- Primera vez que hubo convocatoria en Junín por el Día del Orgullo. ¿Qué te generó?

Milo- Hubo muy poca gente, creo que porque a Junín todavía le cuesta. La homosexualidad está tapada.Había chicas trans, chicos trans eramos dos y homosexuales había muy poquitos. Como exageración habrán sido 30 personas. Para mí fue una desilusión. Tampoco tuvo difusión. Yo me enteré por Instagram. Eramos muy poquitos. Y no somos tan poquitos.

J24- ¿Cómo es salir de la red social para volver a la realidad?

Milo- Últimamente me venía frustrando por eso. En las redes sociales planteás algo y recibís el apoyo, porque te siguen los que sienten o piensan como vos. Pero salís a la calle y estás solo. O por ahí yo hago un posteo feliz, contento y después estoy en mi casa llorando. Lo hago para que otros estén fuertes, puedan seguir con su tratamiento. Esta última semana me permití estar más bajón también en las redes. Pero tenés que tener tu mejor cara para no desanimar a los que por ahí están más flojitos que vos.

«En las redes sociales tenés que poner tu mejor cara, para no desanimar a los que están más flojitos que vos»

J24- ¿Nadie te llamó nunca de ningún espacio educativo acá en Junín?

Milo- Nadie. Intenté meterme en los colegios, para dar charlas, pero todos me cerraron las puertas. Es más, me desilusionó una charla en UNNOBA sobre infancias trans. Me sorprendió que la mamá de una nena trans dijera que su nena va a tener siempre pene y barba. Yo creo que esa nena no quiere tener ni pene ni barba. La mamá estaba hablando por ella, pero tal vez no sepa exactamente lo que la nena siente.

Instagram: milo.samperi – Youtube: Milo Samperi

Por Juani Portiglia – @JIPortiglia

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