Alarma en el barrio Gregorio González por un individuo que ingresa sigilosamente en viviendas, sorprende a las mujeres e intenta manosearlas. Cuando se ve sorprendido escapa.
Al menos dos hechos se conocieron en el curso de la presente semana, uno de los cuales fue denunciado en la Comisaría de la Mujer y la Familia.Se presume que accede a las propiedades aprovechando alguna abertura sin traba de seguridad.
Una de las víctimas se encontraba descansando junto a su pareja cuando habría sentido que le tocaban una de sus manos. Sobresaltada abre los ojos y es cuando se topa con la mirada del desconocido, que estaba dentro del dormitorio.
En medio de la desesperación el sujeto alcanza a escapar al tiempo que el hombre sale corriendo detrás suyo mientras la mujer comienza a gritar alertando a los vecinos que o no escucharon el pedido de ayuda o evitaron comprometerse porque nadie salió en su auxilio.
Otra de las situaciones se vivió en dos etapas diferentes, pero una víctima.El lunes, el “muchachito” en cuestión, sorprendió a una mujer que estaba en el interior de su casa, sentada, descansando, aunque atenta a la calle y comenzó a masturbarse.
Decidida, la víctima se levantó, tomó una jarra, la cargó con agua y literalmente se la tiró en el rostro. En segundos el exhibicionista había desaparecido.Pero no todo terminó allí. Al día siguiente, la misma mujer con la tranquilidad propia de las personas que se encuentran en su hogar, va a ingresar a la cocina y espantada se encuentra con el mismo sujeto que presuntamente había entrado por la puerta de esa dependencia que comunica con un patio.
“Empecé a gritar, golpear las manos. Salí a la calle”.En síntesis, pidió ayuda, pero “no salió nadie”.Al menos en uno de los hechos la denuncia fue radicada en dependencia policial y si bien no hay información oficial, trascendió que la tarde del miércoles habría sido aprehendido, desconociéndose la decisión adoptada por la fiscalía de turno.