El sábado último se produjo, a la edad de 83 años, el fallecimieno de Claribel María Mesa viuda de Charne más conocida como Mary Charne. La noticia produjo honda consternación debido a que se trataba de una artista conocida en la ciudad y en la región. Era hermana de otro artista emblemático de la ciudad: Gilberto «Beto» Mesa desaparecido en la dictadura cívico militar de 1976-1983.
Fue una de las primeras pobladoras del barrio Padre Respuela, luego Nuestra Señora del Carmen y actualmente denominado barrio Gregorio González. Aunque su infancia transcurrió en el barrio Las Morochas, es sin duda una de vecinas más emblemática.
Comenzó sus estudios primarios en la Escuela Nº 1 y los finalizó en la Escuela Nº7. No completó el Secundario, pero por su cuenta, siguió formándose: leyendo, haciendo talleres, cursos, congresos y asistió al Pepsm.
Durante su adolescencia integró un grupo que se reunía, en su casa paterna, a leer textos y compartir su interes por el teatro (actividades sumamente raras para la época, mas aún siendo mujer). En esos años su hermano «Beto», recordado titiritero de nuestra ciudad, convocó a una músico para que les enseñara folclore y ese maestro terminó siendo su pareja inseparable. En el año 1953, formó parte del teatro La Antorcha.
Mary llegó al barrio Gregorio González, recién casada. Su primera tarea, fue desmontar el lote (donde residió hasta su fallecimiento) en calle «Progreso» (antes de llamarse Av.P Respuela), junto a su flamante esposo. Desde su llegada, a principio de los años 60, se fue formando y transformado una de las personalidades mas reconocidas del barrio.
Fue catequista de la parroquia Nuestra Señora del Carmen, y también dio catequesis especial. Docente, actriz, titiritera, directora de varios espectáculos y sigue siendo un ejemplo de como se puede pensar y trabajar para el prójimo desde la espiritualidad y el arte. Su compromiso social y el arte la llevaron a dar un taller de títeres en la carcel y organizar el Grupo Ecos.
La busqueda de verdad y justicia, por el secuestro y desparición de su hermano, la acercaron a las Madres de Plaza de Mayo.
Su esposo, Tomas Charne, parcipó de manaera muy comprometida con todo lo necesario para mejorar el joven y pujante sector de Junín. Fue el presidente de la comisiòn que se formó para traer el agua, las cloacas y el pavimento, al barrio; tambien participó en la construcciòn de «La Cruz «, símbolo indiscutido este sector de la cuidad.
En el año 2002, la Comisión Permanente de Homenaje a la Mujer Bonaerense, le entregó Diploma de Honor «por su labor social y solidaria»