Hace unos días nomás, en un ping pong que fue propuesta de Deportes Toldenses, Sofía D’Ambrosio eligió a las tres jugadoras a las que siempre le gustaría tener en su equipo. Que la goleadora de Sarmiento y de la Primera B de AFA apuntara hacia Lucía Mansilla y Melina Garialdi, dos de las compañeras con las que mejor se entiende adentro de la cancha, no fue ninguna sorpresa. Pero todavía le quedaba un as bajo la manga.
Defensora, profe, igualita de toldense. Amiga desde que la escuela las unió en primer grado, compañera de aventuras en ese baby fútbol repleto de varones y dueña de un récord negro que, sin embargo, presenta con humor: jamás en su carrera metió un gol de penal. Desde Junín24 Fútbol Femenino nos tomamos el atrevimiento de ir a buscar por qué la implacable PopiGol siempre quisiera tener al lado a Nina Laurens.
«Nos conocimos en primer grado, en la escuela. Del salón siempre éramos las únicas dos que jugábamos al fútbol. Hemos jugado una banda de tiempo juntas», recordó.
El inicio, sin embargo, las encontró en equipos diferentes. Durante aquel primer año de colegio, desde el club Alsina llegaron a invitar a los alumnos a hacer deporte. Nina, que vivía cerquita, le dijo a la mamá y el papá que quería probar. «Yo ya jugaba con mis hermanos, mis primos, mis vecinos. A mi me regalaban una muñeca y ni idea qué hacer… Me llevaron al club y como yo era la única mujer le preguntaron a los profes si podía entrenar con los varones. Conociendo a mis viejos, a mí, dijeron que no había problemas. Lo que hicieron fue ponerme en una categoría más chica, por las dudas. Ahí en Alsina debo haber ido dos años. Sofi no fue porque le quedaba lejos. Ella jugaba en Viamonte, que era la contra«, relató.
Aunque jugaba el juego que ya desde entonces la deslumbraba, no podía compartirlo con ninguna de sus amigas. Entonces pidió el cambio y se pasó al mini-vóley, que sí tenía equipo femenino. Hasta que un día, llegó una invitación para jugar un baby fútbol. «Me acuerdo que nos llamaron a mí y a Sofi. También eran todos varones. Estuvo bueno, fue como un espectáculo para los que iban a ver cómo dos nenas le metimos pata a todos. No es que jugábamos con miedo ni nada. Desde ahí que a todo lo que se jugara íbamos juntas», contó Nina Laurens.
Y siguió desandando el camino de pelota y amistad: «Un tiempo jugábamos con chicas mucho más grandes que nosotras. Había un equipo que salía a jugar a diferentes lados. Nosotras tendríamos 12 o 13 años y las demás capaz que tenían más que 20. Era mucha la diferencia. Nosotras no teníamos problema».
Tuvo la suerte que desde aquella aventura inicial en Alsina su familia siempre la bancó. No es extraño si se tiene en cuenta que su papá sería luego el entrenador del equipo femenino de Los Toldos que año tras año levantaba la mano para jugar los Torneos Bonaerenses.
«Siempre perdíamos contra los mismos. ¡Y siempre por penales!»
«Él fue el que arrancó con todo el tema del fútbol femenino. Ahora no está con ningún equipo. Como es profe en las escuelas no tiene tiempo de nada. Por ahí cuando se jubile tenga tiempo de armar uno. Me acuerdo que en 2007 ya jugábamos los Bonaerenses. Todos los años participábamos. En 2008 pasamos a Mar del Plata. Todas las otras veces no. En la etapa local casi nunca teníamos competencia, una sola vez. Íbamos directo a la Regional. Estaban siempre Pinto y Lincoln, con buenos equipos», fue relatando la defensora.
Y agregó: «A Marianela Costa, que es la capitana de Sarmiento, la conocemos de los Torneos Bonaerenses porque la enfrentábamos todos los años. Contra ellas hemos perdido por penales. Contra Germania fue la vez que ganamos y pasamos a Mar del Plata. Siempre perdíamos contra los mismos. ¡Y siempre por penales!«.
De la única vez que les tocó viajar a Mar del Plata, Nina Laurens dijo no tener demasiados recuerdos. Aunque sí una anécdota que recuerda con la misma risa que se le escapa cada vez que piensa todo lo feliz que la hace tener la pelota en los pies. «Entrando en calor una compañera se cayó, se raspó la rodilla y pidió que le pongan el spray… Pero eso es para los calambres, los golpes, cosas así. ¡No para una raspadura! Le ardió la vida…».
TIEMPO DE ELECCIONES
Cuando Nina Laurens terminó la secundaria, eligió estudiar el profesorado de educación física en Junín y esa decisión llevó a que el fútbol empezara a quedar de lado. No conocía los equipos de la ciudad que la recibió y a Los Toldos solo volvía los fines de semana, para jugar algún campeonato de ocasión que se organizara en el CEF, donde también supo compartir equipo con quien hoy es goleadora de Sarmiento.
Al año de empezar los estudios terciarios, una nueva oportunidad se le presentaría por delante: «En 2013, un profesor de acá me dijo que había una prueba en Boca. El profe era fanático, mi viejo de River. Fui para allá, hice la prueba y pasé. La entrenadora me dijo que andaba bien, que le gustaría que esté en el equipo», contó.
Pero de inmediato explicó por qué finalmente decidió que no vestiría la azul y oro: «No te daban nada. No te aseguraban dónde ibas a vivir. Yo ya llevaba un año de carrera y, si bien no era mucho, no quería dejar. Además Buenos Aires implicaba mucho gasto, yo no conocía la ciudad, no sabía cómo iba a vivir. Así que decidí dejarlo de lado».
«En Boca no te daban nada, no te aseguraban dónde ibas a vivir. Yo no conocía la ciudad, Así que decidí dejarlo de lado»
Terminó la carrera y comenzó a trabajar en Los Toldos. Se fue a vivir sola y cada vez quedaba menos tiempo para jugar a la pelota. Incluso reconoce que si hace un balance, puede que haya jugado más tiempo al vóley que al fútbol. Claro que si de pasión se trata, no duda en elegir llevar la pelota con los pies.
Será por eso que considera que el fútbol no está terminado para ella. Incluso se entusiasma con la posibilidad de jugar alguna vez en la Liga de Junín, donde ve un mayor desarrollo que en otras localidades de la zona. «Creo que si me entreno estoy en condiciones de jugarla. No estoy en mala forma, pero con el trabajo tanto no le dedico. Las últimas veces que me ha tocado jugar no me sentí mal. Tendría que entrenarme un poquito más para no acalambrarme al toque. Me gustaría poder volver a jugar, a competir. Cuando con Sofi íbamos a jugar a Casares, donde también integramos la selección, nos entrenábamos acá como podíamos y después viajábamos los fines de semana para jugar», explicó.
Y aclaró que propuestas no le han faltado: «Me han invitado de Rivadavia de Junín. Unas cuantas veces me lo dijo Romi Alonso, porque la conozco de ir a jugar a Baigorrita. Pero a mí los fines de semana se me complica. Por eso lamentablemente tuve que ir dejando el fútbol de lado. Vivo sola, tengo que mantenerme. Pero si es por gustarme y tener la oportunidad, sin dudas que lo haría».
EL AGUANTE A LAS TOLDENSES DE SARMIENTO
Aunque Nina Laurens dice no ser hincha de Sarmiento, reconoce que hoy por hoy podría decir que es hincha del equipo de fútbol femenino. No es para menos. Además de su amiga de la infancia, otras dos paisanas defienden la camiseta de Las Maestras en Primera B: Brunella Gutiérrez y Sofía Nievas. Mientras que en las inferiores va pidiendo pista la cuarta toldense de la legión: Abigail Corón.
«Con Sofi Nieves compartí equipo cuando se armó femenino en River de Los Toldos. Jugamos con Sofi D’Ambrosio también. Con Brune no. Siempre en contra, porque ella jugaba en Viamonte y nosotras en CEF. Brune y Sofi (Nieves) son más chicas y arrancaron de más grandecitas, pero tienen un nivel bárbaro las dos. Ellas arrancaron partido y partido, juego y juego», contó.
Cómo no iba a tomarse el tiempo entonces, si su trabajo se lo permitía, de alentar a Las Pibas en su primera participación en un Torneo de AFA que hoy se encuentra en suspenso a causa de la pandemia del coronavirus. Si algo quedó claro a lo largo del certamen, es que en Los Toldos hubo aguante.
«En Los Toldos se vive como algo muy lindo lo de Sarmiento. Yo estoy re contenta por ellas»
«Fui muchas veces a verlas. Del partido del debut, que ganaron 7-1 (contra Argentino de Quilmes) y después fui a cuatro o cinco más. Cuando tocaba los domingos viajaba. Los sábados se me complicaba. La primera vez le pedí el auto a mi viejo y fui sola. Los otros partidos viene con mi pareja. Ya los últimos vinimos con mi viejo, mi pareja, gente de Zavalía, los padres, las hermanas, la directora de deportes y un fotógrafo. La verdad que en Los Toldos se vive como algo muy lindo lo de Sarmiento. Yo estoy re contenta por ellas. Nunca se rindieron, siempre fueron por el fútbol», aseguró Nina.
Y fue viendo a Sarmiento competir en el alto nivel fue que se dio cuenta que su amiga tiene el talento necesario como para llegar a donde ella se proponga: «Ojalá a Sofi se le de ir a uno de los grandes equipos de Primera. Va a ser un crecimiento, una retribución a todo ese compromiso que le pone. Por nivel la creo capaz, también porque ya tuvo las oportunidades y por diferentes cuestiones no pudo llegar. Entonces ahora, por cómo le está yendo, definitivamente puede llegar».
LA ELEGIDA
Si Nina Laurens tiene que definirse como jugadora, enseguida se le viene a la cabeza la figura de Javier Mascherano, a quien tiene como principal referente. «Yo juego de Defensora. En reducido de dos, defendiendo y ordenando. En once juego de tres. Todo lo que puedo dar en la cancha, lo doy. Por eso me identifica Masche», contó.
Personalidad le sobra, quedó claro. Incluso cuando le toca el que para ella es el momento más difícil que tiene el fútbol… «Nunca pero nunca he podido meter un gol de penal. Me ha tocado en definiciones y siempre lo erré. No sé si es psicológico, pero trato que me salga a un costado y me sale al medio. En uno de los últimos partidos de futsal que jugamos con Sofi, en Alsina, le hicieron un penal y ella se fue para atrás, porque no los quiere patear. Nadie quería y me quedé yo. Les avisé que no pretendieran que lo meta. Lo patee y lo erré«, recordó muerta de risa.
Y consultada sobre los motivos por los que cree que Sofía D’Ambrosio la eligió como una de esas jugadoras a las que quiere tener siempre en su equipo, dijo: «Calculo que porque nos entendemos mucho. Yo la busco a ella y ella a mí. Mirá que soy defensora, ella delantera, pero cuando me toca subir siempre la busco a ella. Hemos jugado juntas mucho tiempo. Nos identifican muchas cosas. En cuanto al fútbol no porque yo soy de Boca y ella de River».
Por Juani Portiglia