Hace muchos meses que el robo de herramientas de todo tipo, aberturas, material de construcción, complica a propietarios de obras, contratistas y albañiles.
Sus herramientas desaparecen –algunas pocas se recuperan en procedimientos judiciales- pero reponerlas para poder seguir con sus trabajos termina siendo una tarea muy difícil teniendo en cuenta los valores que deben pagar para no perder sus fuentes de ingresos.
Junin24 tomó contacto con algunas de las víctimas de este tipo de ilícitos, que relatan hasta situaciones impensadas.
Para comenzar, vale destacar que los propietarios de las viviendas en construcción, no sólo deben invertir en cercar los lotes sino que además instalan alarmas y hasta cámaras de seguridad.
Una de las tantas zonas afectadas es la ubicada en Barrio Capilla de Loreto.
“En el transcurso del año pasado, me robaron por lo menos cuatro veces. Desde las herramientas de los albañiles hasta nueve aberturas –entre puertas y ventanas-. A uno de mis vecinos que también está en construcción, hace dos meses que le vienen entrando casi todos los días. Se llevan, lo que encuentran a mano.Hasta materiales”.
No hace mucho, en una cuenta on line perfectamente identificada, “me encontré con las aberturas que me habían robado, instaladas en la casa de quien sospechamos es uno de los posibles autores de los robos”.
Cabe resaltar que a quien sindica, ya meses atrás le habían realizado un allanamiento donde lograron recuperar una puerta que había sido sustraída días previos. “Pero ni lo trasladaron a la comisaría. Solo se llevaron lo robado que finalmente pude recuperar”.
Y sobre el horario en el que por lo general se cometen los ilícitos, “todo les viene bien. En el video –que aportamos al material periodístico-, se ve “a un ratero llevándose el bolsón de arena, vacío, ya que al contenido lo arrojó en la vereda. Eso fue al mediodía y las imágenes pertenecen a una cámara de seguridad privada”. Aunque también hay registros durante la noche.
En síntesis, ya no saben qué hacer ni cómo protegerse del robo en obras en construcción.
Algo queda claro, hay un “mercado” poco legal donde se deben comprar los objetos sustraídos. De otra forma, no se entiende.