Hay una familia que desde hace dos años vive una grave situación a partir de la agresión permanente que sufre uno de sus integrantes.
No queremos que mi hermano termine como Fernando Báez Sosa
Insultos, amenazas, burlas, golpes de puño, patadas y hasta agresiones por medio de armas de fuego.
La justicia interviene pero no encuentran una salida y lo sucedido el 23 de noviembre próximo pasado fue el límite. Al punto que Iara, la hermana de la víctima, apela a los medios de comunicación porque no quiere que su hermano “termine como Fernando Báez Sosa”.
El relato es muy claro y para que se comprenda, se remonta en el tiempo. Dos años atrás, que es cuando empezó todo.
“Mi hermano se juntaba con Lucas O. Él le hacía trabajos y le pagaba con droga, hasta que mi hermano le quedó debiendo a su primo plata”, es como comienza Iara relatando a Junin24 la grave situación que viven como familia desde hace prácticamente dos años.
“Así empezaron los problemas. Las amenazas, las corridas, porque donde lo veían lo corrían para pegarle y donde se encontraban se golpeaban”
Es más, el invierno pasado, “lo agarraron y lo secuestraron en el campo que está frente a la casa de Lucas O.”.
A partir de esa situación, explica Iara, “comenzamos con las denuncias” y se llegó a ordenar una “perimetral que nunca se cumplió”.
El calvario no para y en mayo de éste año, “en calle 2 de Enero, donde hay un almacén al que siempre va a comprar mi hermano, lo vuelven a cruzar. Él iba con mi sobrino que tiene 8 años. Le tiran dos tiros”. Actuó la “policía, hicieron un allanamiento enseguida pero al arma no la encontraron”.
Nada se detuvo y siguieron “las burlas y las amenazas”.
En la actualidad, “mi hermano vive con mi abuela que tiene 83 años y cuando quiere ir a la casa de mi mamá tiene que dar toda la vuelta por Ricardo Rojas y Arias y después lo teníamos que llevar a su casa, siempre porque continuamente están ellos afuera de su casa mirándolo para ver para que lado iba”.
La gota que colmó el vaso y llevó a Iara a hacer público lo que están viviendo fue lo sucedido el 23 de noviembre..
El hermano de Iara había ido a un negocio a comprarle un jugo y unas masitas a su hermana “que es especial y también vive con mi abuela, para que merendara. Fue cuando lo encontraron Lucas O. y Brian I. Lo corrieron y le dieron una paliza”.
Es más, “los vecinos que estaban fuera de sus casas les gritaban para que lo soltaran. Una chica quiso intervenir gritándoles mientras ellos le seguían pegando, agarrándolo de los pelos, pegándole patadas, trompadas”.
Una vecina llevó a mi hermano en su auto al Hospital porque la Policía –que ya la habían llamado- no llegaba y él estaba muy mal, muy descompuesto. Ahí lo dejaron internado para estabilizarlo y ahora no volvió a su casa. Todavía sigue yendo a la guardia del hospital porque sigue con punzadas fuertes en la nuca y la frente, todo consecuencia que la última vez que lo agarraron a los golpes”. Mientras que ellos –Lucas y Brian-, dicen “que hasta que no lo maten no lo van a dejar”.
Hoy, hay intervención de fiscalía y la familia está desesperada, “no queremos que termine como el caso de Fernando Báez Sosa. La situación no da para más. No queremos que mi abuela de 83 años termine enterrando al nieto que crio”.
Iara quiere “confiar en la justicia. Que puedan ayudar a mi hermano para que pueda salir a trabajar, caminar por las calles tranquilo, sin que nadie le diga o haga algo. Hoy ni él, ni mi abuela ni nosotros tenemos vida”.
Finalmente, quiso aclarar dos puntos. El primero es que “nosotros no vamos a tomar revancha” y el segundo, relacionado con el motivo por el que comenzó la grave situación que les toca vivir desde hace dos años, que fue una deuda por droga, “mi padrastro fue junto con un oficial de Policía a pagarle a L.O.”.