Vecinos lograron abortar un ilícito a los gritos e inclusive arrojándole una piedra al sujeto que intentaba ingresar en un auto estacionado en la calle y a plena luz del día.
Los hechos fueron relatados a Junin24 por la propietaria del vehículo y quedó registrado a través de cámaras de seguridad privadas.
Mabel vive en inmediaciones de las calles Edison y Ángel María de Rosa, del Barrio San Francisco de Asís y se encontraba ayer por la tarde en su domicilio cuando el grito de sus vecinos la puso en alerta.
Lo que estaba sucediendo en la calle es que personas del barrio habían sido testigos del momento en el que un sujeto que venía caminando por la vereda, de manera sospechosa, atento a los movimientos de la cuadra, se le había acercado al automóvil para intentar abrirlo.
Fue en esa circunstancia que para evitar un ilícito, testigos comenzaron a llamarle la atención gritando, e inclusive una mujer alcanzó a arrojarle una piedra.
El desconocido no logró su cometido aunque su reacción fue romper uno de los espejos retrovisores, como descargando la bronca de haber sido descubierto.
Salió corriendo y presumen que podrían haberlo estado esperando en las inmediaciones.
Mabel explica que “yo estaba descansando. Eran las 16:24, cuando escucho gritos y después, se prendieron al timbre de casa”.
“Salimos corriendo – recuerda- y ya el hombre había roto uno de los espejos y corriendo, dio la vuelta al llegar a la esquina. En segundos empezaron a salir otros vecinos y llamamos a la Policía”.
Fue cuando empezó a escribirse otra parte de la historia. “Llegó un patrullero, creo que del Comando. Miraron y no le dieron importancia”.
“”Nos están robando y lo toman a la ligera” agrega Mabel. “Es más, como insistí, dijeron que no se podían comunicar con la Comisaría, que no les contestaban, que de todas maneras sólo era un espejo roto, que en Junín no están robando autos. Mientras nosotros les mostrábamos el video porque todo quedó registrado por una cámara”.
Sin más, “se fueron y quedaron en que me llamarían. Media hora después lo hicieron”.
Pero lo que “yo me pregunto es si es tan difícil que le avisen a otros patrulleros y con los datos del sujeto no podían recorrer la zona para ver si lo podían ubicar. No hicieron nada de eso. Yo no soy policía, pero mínimo, lo que espero es que salgan a buscarlo”.
Y la historia sigue porque Mabel, se trasladó a Comisaría Primera para radicar la denuncia. “Estuve esperando media hora y terminaron diciéndome que vuelva dentro de dos horas».
Quien también tomó conocimiento de lo ocurrido fue el presidente de la Sociedad de Fomento del Barrio San Francisco de Asís, quien tal como lo relata Mabel, “dijo que iba a mirar las cámaras para ver si veía algo”.
“Estamos viviendo con el corazón en la boca. En mi casa, todos tienen prohibido abrir la puerta si no saben quién está del otro lado. Vivo como en un penal, rodeada de rejas, barrotes, y hasta cámara de seguridad. Nos ayudamos entre los vecinos. Lo menos que espero es que la policía haga su trabajo. O es una la que tiene que salir a buscar a los delincuentes”.
Mabel concluyó explicando que “hay que frenar todo esto o vamos a terminar como en el Gran Buenos Aires”.
