En el mundo futbolero, tal vez el más supersticioso de todos los deportes, hay una norma implícita que prohíbe tocar la copa antes que se dispute la final. Quienes no la han cumplido, por rebeldes o distraídos, han sido condenados por la más grande de las maldiciones: la derrota.
⚽️Dimitri Payet toca la Copa
— Laura Tapias Ramírez (@lauratapiasr) 16 de mayo de 2018
⚽️30′ El francés sale lesionado
⚽️FT El Atlético sale campeón en Francia
¡Por eso ni se mira! pic.twitter.com/tCUcXVpWEP
En Argentina, fútbol y política se parecen en esa cuestión ridícula de ver al adversario de turno como el peor de los enemigos. Para quienes sean hinchas de uno u otro, entonces, vale insultar, denigrar, excluir… Vale odiar.
Acompañando a @Kicillofok en su visita #Arribeños
— Victoria Muffarotto (@vikimuffarotto) 27 de junio de 2019
Un placer escuchar a nuestro futuro gobernador.#RecorriendoBuenosAires #LaVictoriaDeJunín pic.twitter.com/KZL8N5bORc
Eso sí, la precandidata a la intendencia de Junín, Victoria Muffarotto, mostró que poco le importan a ellas las cábalas. No sabemos si fue queriendo o sin querer, pero metió las dos manos en la copa antes que se juegue la final.
¿Por qué? Porque en su cuenta de Twitter se refirió a Axel Kicillof, con quien anduvo de recorrida por Arribeños, como el futuro gobernador de la provincia de Buenos Aires. Después no digan que no les avisamos…