Por: Victoria Muffarotto
Concejala Unidad Ciudadana
La inflación sigue subiendo, no bajando como pretenden desde el gobierno. El índice conocido esta semana es alarmante y aún así no da cuenta de lo que se ve en las góndolas. ¡No alcanza! Las familias hacen malabares para que el presupuesto alcance, pero se hace imposible.
En su discurso del martes, Petrecca contó el aumento de la ayuda social como un logro. ¡No alcanza! Entre la población más pobre las mujeres hacen magia para que toda la familia coma, pero es cada vez más difícil. Si el Intendente saliera de su círculo estrecho, si además de a esos tres nombres que cita en sus discursos escuchara en los barrios a estas vecinas de verdad, le sería muy difícil seguir apoyando a Vidal y a Macri.
La carne, la verdura, el pan se han vuelto artículos de lujo. El gas y la electricidad también. ¡No alcanza! La inflación sigue alrededor del 50% mientras que salarios y jubilaciones pierden por goleada. Y si los números son un escándalo, el verdadero problema cobra dimensión cuando se considera a la gente de verdad.
«Nos juntamos para poder hacer un guiso», «no cenamos», «hay medicamentos que ya no los tomo más», son frases que escuchamos repetidamente cuando recorremos la ciudad. ¡No alcanza, Presidente!
Los negocios están vacíos, la gente no tiene plata para comprar carne a trescientos pesos. No hay plata para los útiles escolares. Las farmacias están vacías. Las familias se resignan a desconectarse del servicio de gas natural. ¡No alcanza! Ya es tiempo de que atiendan a la economía real y dejen de escuchar solamente a los sectores financieros. Por más que con un milagro logren aplacar al dólar, la gente se seguirá quedando sin nada si no ponen a la economía en marcha.
Y en medio de este panorama de escasez y economía parada, tuvimos que escuchar en sus discursos inaugurales a Presidente, Gobernadora e Intendente que «estamos mejor» y que van a apretar el acelerador en la misma dirección con que provocaron este desastre.
¡No alcanza! Escuchen a la gente de verdad. Aprovechen esas oportunidades que se les presentan cuando fallan los operativos de seguridad con que los blindan. «¡Hagan algo!», le dijo un obrero de verdad en la cara al propio presidente, aunque éste prefirió escuchar a la actriz de los videos de campaña.
La distancia abismal que existe entre la realidad y el relato del oficialismo no hace más que empeorar las cosas. Las mentiras duelen mucho más en estas situaciones. Rectifiquen el rumbo, devuelvan a nuestro Pueblo el trabajo, pongan la energía a un precio pagable, sáquenle la soga del cuello a las pymes, no impidan que la comida llegue a la mesa de los argentinos, pongan las exigencias de los sectores financieros en el lugar que corresponde y preocúpense por aliviar la situación real de los que trabajan y de los quieren hacerlo.
Hay Otro Camino, y es el que nosotros nos proponemos recorrer junto al Pueblo.