Por Valeria Arata (*)
Es evidente que estamos atravesando tiempos muy difíciles. Trabajadores despedidos, salarios congelados, jóvenes sin posibilidad de incorporarse al mundo del trabajo, trabajadores en etapa de descanso que no logran vivir con su miserable jubilación.
Las políticas de ajuste promovidas por el gobierno de Cambiemos son un golpe directo al corazón de la clase media trabajadora argentina, condenando a muchas familias a la pobreza y la desilusión.
Nuestro país se diagramó a partir de una sociedad que entendió la importancia de construir condiciones para garantizar la movilidad social ascendente, motorizada fundamentalmente por el trabajo y la educación pública como herramienta igualadora de oportunidades, y eso fue lo que construyó nuestra clase media.
Tenemos una tarea urgente. Debemos reivindicar nuestra identidad nacional, promover la cultura del trabajo, garantizar el salario digno, invertir en la industria nacional, incentivar la producción interna, contener a las economías regionales, motivar a los emprendedores locales, porque es en la clase trabajadora que está la prosperidad de nuestra Nación. Hay que migrar de este modelo que beneficia al mundo de la especulación y las financias, a un esquema que permita la inversión y el trabajo.
Ese es nuestro desafío y nuestro compromiso y lo debemos hacer entre todos.
Por Valeria Arata (*)
Es evidente que estamos atravesando tiempos muy difíciles. Trabajadores despedidos, salarios congelados, jóvenes sin posibilidad de incorporarse al mundo del trabajo, trabajadores en etapa de descanso que no logran vivir con su miserable jubilación.
Las políticas de ajuste promovidas por el gobierno de Cambiemos son un golpe directo al corazón de la clase media trabajadora argentina, condenando a muchas familias a la pobreza y la desilusión.
Nuestro país se diagramó a partir de una sociedad que entendió la importancia de construir condiciones para garantizar la movilidad social ascendente, motorizada fundamentalmente por el trabajo y la educación pública como herramienta igualadora de oportunidades, y eso fue lo que construyó nuestra clase media.
Tenemos una tarea urgente. Debemos reivindicar nuestra identidad nacional, promover la cultura del trabajo, garantizar el salario digno, invertir en la industria nacional, incentivar la producción interna, contener a las economías regionales, motivar a los emprendedores locales, porque es en la clase trabajadora que está la prosperidad de nuestra Nación. Hay que migrar de este modelo que beneficia al mundo de la especulación y las financias, a un esquema que permita la inversión y el trabajo.
Ese es nuestro desafío y nuestro compromiso y lo debemos hacer entre todos.
Feliz día de los trabajadores a todos aquellos que son el motor de nuestro país.