Las declaraciones del ministro de Justicia Germán Garavano referentes a poner en debate la baja de la edad de imputabilidad de los jóvenes de 16 a 14 años, con el argumento de que se basa en un decreto de la dictadura, es otra de las avanzadas electoralistas de la alianza Cambiemos. Detrás de estas declaraciones está el intento de beneficiarse con el humor social producto del asesinato de un joven en el cual habría participado un adolescente de 15 años.
El intento de bajar la edad de punibilidad de los jóvenes, se ha realizado otras veces sin analizar sus posibles impactos. De concretarse esta iniciativa los/as argentinos/as estaríamos violando leyes nacionales y acuerdos internacionales como La Ley Provincial 13.298, la Nacional de Protección Integral de Niños, Niñas y Adolescentes (26.061), la Convención Internacional por los Derechos del Niño. Pero sobre todo visibiliza la intencionalidad oculta porque ¿para qué privar de la libertad a mayor cantidad de niños/as y adolescentes con el argumento de reencauzarlos si no se cuida y educa a los que actualmente están detenidos? Según el Informe 2016 de la Comisión Provincial por la Memoria los 600 jóvenes alojados en Institutos de Menores en la Provincia no sólo mayoritariamente no reciben el tratamiento y contención para su reinserción social, sino que se los abandona en lugares hacinados con falta de cuidados, asistencia y educación. Y tampoco cuentan con las garantías procesales que les reconoce la legislación. Por otro lado según el mismo informe, es baja la participación de menores entre 14 y 16 años en delitos graves. De lo que se desprende que el Régimen Penal Juvenil ha devenido similar al de adultos, incumpliendo los principios para el cual fue creado por la ley 13.634.
Con todo este escenario cabe preguntarse ¿el Ministro de Justicia está preocupado porque el decreto que sustenta la edad de imputabilidad de los jóvenes en 16 años es de la dictadura? ¿O tal vez intenta satisfacer a los que piden más mano dura y si es posible ganar votos?