Un momento para respirar bien, una pequeña caminata y establecer un horario para ir a la cama son algunos de los cambios que pueden favorecer la salud de manera exponencial. Cómo implementarlos
Cambiar la rutina no es sencillo. Se necesita una gran fuerza de voluntad y objetivos claros, pero no es imposible. «Todos estamos buscando ser más sanos, más creativos, estar menos estresados. Lo que podemos hacer es tratar día a día de poner la mejor versión de nosotros mismos. Los cambios drásticos no son generalmente la mejor manera de llegar a esa versión, la clave esta en empezar con pequeñas cosas», afirmó la doctora Ellen Vora, psiquiatra especializada en salud holística en el centro de «Eleven Wellness» en Nueva York.
Una de las recomendaciones de los especialistas es romper con diferentes aspectos de la vida, desde dormir y comer hasta las actividades físicas elementales.
En unos meses construir nuevos hábitos y sentirse mucho mejor parece posible
Los rituales
Ir a la cama temprano
Dormir debería ser la primer prioridad, respetar las 8 horas diarias de sueño es esencial junto con apagar todo aparato electrónico al momento de descansar.
Convertir la habitación en una “pequeña cueva”
Transformar el cuarto en un ambiente tranquilo, sin ningún tipo de sonido ni tecnología. Para los amantes de dormir con el ruido de la TV, la doctora Vora plantea la idea de poner sonidos naturales para ayudarnos a dormir más relajados que con el ruido del televisor.
Realizar una pequeña rutina de gimnasia en el hogar
«Los beneficios de ejercitarse no están en debate, pero en vez de sentirse culpables de no poder ir al gimnasio, habría que plantearse la forma en la que quemamos las calorías en nuestro hogar», afirmó Ellen. Ejercitarse con pequeñas rutinas desde 5 minutos a 20 minutos con vídeos de Internet o con objetos como macetas para utilizar como pesas, entre otras cosas.
Salir a caminar
«Si está la opción de ir caminando a algún lugar en vez de ir en transporte público hay que hacerlo, si está la posibilidad de subir por escalera y no en ascensor, también», exclamó.
Evitar el sedentarismo
«Es tan fácil volverse sedentario sin darse cuenta, el mejor hábito para evitarlo es pararse por lo menos una vez por hora. La productividad de cada uno puede ser beneficiada escapando un rato de nuestros escritorios, sillones, sillas. El sólo hecho de pararnos nos recargara de energía de nuevo», afirmó
Cambiar el aceite de maíz por aceites vegetales
Mientras que una dieta sana luce diferente para cada uno, una regla universal y fácil para todos es cambiar el aceite de girasol por uno de vegetales.
Elaborar la comida
De a poco, comenzar a preparar la comida y meriendas que generalmente se llevan al trabajo. Cualquier comida que se haga en nuestro hogar va a ser mejor que la comida que se compra.
Comer de manera balanceada
Si bien es un gran paso el de hacer la comida, existe la posibilidad de salir a comer afuera, la diferencia de empezar a hacer un ritual que ayude a mejorar está en las opciones: pedir alimentos balanceando siempre, entre vegetales, pescado y carne.
Meditar
La meditación es efectiva, ayuda a disminuir el stress.»Puede sonar un poco engorroso, pero solo nos lleva tres minutos de nuestro tiempo intentar meditar en nuestro hogar, de a poco se va a ir notando la diferencia», exclamó Ellen
Respirar profundo
Recomienda respirar profundo todas las mañanas y estirar nuestro cuerpo, eso disminuye las tensiones y aumenta la pro actividad del día.
Agradecer todas las noches
«Se escucha muy seguido este último consejo, pero es porque realmente funciona, cuando nos vamos a acostar, hacer una lista mental de tres cosas que nos pasaron en el día para agradecer. No debemos estar agradecidos por la humanidad, ni por la vida, siempre acordarse que empezamos por lo más insignificante hasta llegar a algo enorme», finalizó la doctora.