Por: Victoria Muffarotto
Concejala y precandidata a intendenta por Unidad Ciudadana.
En estos días presentamos en el Concejo un proyecto de «Compre Local» para que la Municipalidad de Junín priorice a las empresas locales a la hora de contratar o comprar insumos para su funcionamiento. La crisis de trabajo que Cambiemos ha generado amerita que, al menos, se tenga esta consideración con quienes aportan desde hace años y se los ayude a sostener los empleos que hoy brindan.
También trabajamos un proyecto para articular los recursos que ya dispone la ciudad para un proyecto de Reconstrucción Ferroviaria. Con los saberes que portan los egresados de la Técnica 1, con la posibilidad de implementar la Tecnicatura en Mantenimiento Ferroviario de la UNNOBA, y las instalaciones y el saber hacer que tan abnegadamente han conservado los trabajadores de la COOTTAJ, es posible recuperar progresivamente el trabajo ferroviario que Junín ha visto desaparecer.
La Universidad acaba de firmar un convenio al respecto con la Municipalidad de Bragado, lo que demuestra que la voluntad política es la clave casi suficiente para empezar a poner en marcha proyectos productivos que nos beneficien. Junín tiene todo lo que hay que tener para hacerlo, falta la voluntad y la gestión para articular esos recursos y conseguir que las empresas ferroviarias vuelvan a contratar a los talleres de Junín. Hoy ese trabajo se está haciendo en lugares con menor capacidad.
Día tras día, desde Unidad Ciudadana nos estamos preparando para a partir de Diciembre reparar lo que Cambiemos está destruyendo. En la misma semana en que las cifras oficiales dieron cuenta de la caída de la economía (-2,6%), y de la pérdida de casi 200 mil puestos de trabajo solo en 2018, el presidente Macri dio en el Congreso un discurso de apertura de sesiones lleno de mentiras provocadoras e inexactitudes voluntaristas (una calificación a la que recurro solo por ser respetuosa). La generación de riqueza en Argentina de hoy ha retrocedido 10 años, mientras la deuda ya es una amenaza para las futuras generaciones.
Si alguien conservaba alguna esperanza de que el gobierno tome nota de lo que está pasando y tuerza el rumbo en su último año, ya la puede ir abandonando. La distancia entre nuestra realidad y su discurso nos anticipa el desastre que están dispuestos a profundizar en 2019.
Y como cambiemos más que un programa de gobierno es, sobre todo, un estilo de comunicación, en lo local asistimos a una realidad virtual análoga. Cada día que el Intendente abandona su despacho por la puerta de la Municipalidad que dá a Rivadavia, puede observar en la vereda de enfrente una serie de locales cerrados o a punto de cerrar por la falta de ventas. Eso sólo debería encenderle alguna alarma, generarle alguna iniciativa anti crisis… pero no. Lo que se anticipa para este año es más de lo mismo: declarar impotencia y dejar que el trabajo de los juninenses se desintegre.
Es falso que no se pueda hacer nada para defender esoos puestos de trabajo de desde el lugar del intendente. Si hace meses hubiesen adoptado la Emergencia Comercial que propusimos, algunos negocios estarían todavía trabajando, algunos empleados habrían conservado sus trabajos, el Municipio estaría recaudando tasas. Pero no intervinieron, dejaron a cada uno librado a su suerte y el resultado está a la vista. Lo mismo sucedió respecto a los tarifazos.
Si en Octubre el Pueblo de Junín decide darnos la oportunidad, nuestro proyecto es exactamente el opuesto. Gobernar es dar trabajo. No vamos a dejar que se pierda graciosamente un solo puesto de trabajo en nuestro distrito.
