Nada hacía prever que en la mañana de hoy, al llegar a comenzar con una nueva jornada laboral, se iban a encontrar, otra vez, con un robo.
Otra vez, una carnicería fue el objetivo de un delincuente solitario
La cadena de carnicerías “Aimar” sufre con cierta frecuencia, el accionar de delincuentes.
Por lo general, al menos en lo que respecta a robos de meses y hasta años anteriores, la modalidad guarda cierta relación. Rompen una puerta de blindex, entran y se llevan distinto tipo de elementos.
En ésta oportunidad, nada se parece a hechos anteriores y hay ciertas sospechas que orientan al menos al propietario.
Esta mañana, una empleada del local ubicado en la esquina de Paraguay y Malvinas Argentinas, dispuesta iniciar la jornada, ingresó al local: Inicialmente nada parecía extraño. La alarma estaba colocada pero…faltaba la caja registradora.
Según se pudo establecer con posterioridad y gracias a las cámaras de seguridad privadas con que cuentan en la firma, una sola persona accede a la edificación a las 4 de la madrugada de hoy.
Delincuente que entra a través de un altillo y luego de forzar una ventana, baja por una escalera y sin dudarlo se dirige hacia el espacio en el que se ubica la caja registradora, dejando como sensación que es alguien que conoce el lugar.
Otro detalle que vuelca la hipótesis es que el o la delincuente –no queda muy claro por la capucha con que cubre cabeza y rostro-, se maneja todo el tiempo por debajo de las alarmas.
Siguiendo con la secuencia, ya con la caja registradora en su poder vuelve al altillo, rompe el cajón –que deja en el interior de un freezer- y se va llevándose 16.400 pesos.
En este sentido cabe destacar que desde la firma explican que no queda dinero en las carnicerías. Nunca.
Sin dudas una precaución que han aprendido a tomar por la larga y lamentable experiencia. Han sido víctimas de no menos de quince robos en quince años.