Sigue siendo preocupante la cantidad de personas atacadas por animales, generalmente perros, en plena vía pública.
En esta oportunidad, en pleno centro de la ciudad, Roque Sáenz Peña y Carlos Pellegrini, un hombre que circulaba por el lugar fue literalmente cercado por dos perros –uno de pelaje negro y el otro blanco-, siendo el último el que alcanzó a morder una de sus piernas.
La víctima del ataque explicaba a Junin24 que había salido de trabajar y se dirigía a buscar a uno de sus hijos, de apenas dos años, no queriendo imaginar qué podría haber ocurrido si el menor hubiera estado con él.
Su reacción es digna de tener en cuenta ya que consultó cuál era el trámite que debía realizar para que esos canes fueran retirados de la vía pública por su nivel de agresividad.
La respuesta que obtuvo fue que debía presentar ante autoridad competente, una planilla médica dejando constancia la lesión provocada por el animal. Ya que debía recibir asistencia médica concurrió al hospital, donde le realizaron las curaciones pertinentes. Pero lo que no le entregaron fue la constancia.
No conforme, se acercó a un Centro de Atención Primaria pero se topó con otro inconveniente. No había médico.“Yo lo que quiero, -señaló-, es que se haga público por una cuestión preventiva. Si a mí me dejó la pierna así, imagínese lo que puede ocurrir con un niño o un anciano. Nadie denuncia y los proteccionistas, más que alimentarlos y buscarles un lugar”.Claro que tampoco es suficiente. Más aún, “en el refugio ya no tienen espacio” para recibir más perros.
CÓMO ACTUAR
Más allá de las medidas que deberían tomarse para evitar la presencia de animales –sobre todo agresivos-, en la vía pública, hay algunas recomendaciones relacionadas con la forma en que se debe reaccionar frente al riesgo.
En principio habría que destacar que la mayoría de los perros son inofensivos pero no quita que puedan reaccionar de manera inesperada.Por sobre todo sugieren que frente al animal se debe mantener calma, evitar mirarlo directamente. Si se acerca, lo conveniente es quedarse inmóvil, brazos quietos y puños cerrados. Y sobre todo, evitar correr.
Si el perro permanece amenazante, otra posibilidad es arrojar un objeto que bien podría ser una mochila, una botella plástica, para que se distraiga y lo persiga.Diferente debe ser la reacción si el can ataca. De ser así, entendidos en la materia sugieren: Enfrentarlo, No castigándolo sino utilizando voz “de mando” para que retroceda.Si el perro muerde y se tiene a mano un palo u otro objeto, usarlo según sea necesario.
Muy importante es proteger la cara, la garganta y el pecho dado que las mordeduras en esas partes del cuerpo pueden ser muy peligrosas. Y si se está en el suelo, recomiendan encoger las rodillas y cubrirse las orejas con los puños cerrados. Inmediatamente pedir ayuda, ir a un centro asistencial y por sobre todo, radicar la correspondiente denuncia.