El jefe de Gabinete nacional, Marcos Peña, ratificó este martes que luego de las elecciones legislativas habrá aumentos en las facturas de electricidad, gas y agua, pero rechazó que esos ajustes puedan considerarse un «tarifazo».
En sintonía con lo que había anticipado semanas atrás el ministro de Energía, Juan José Aranguren, quien puntualizó que el ajuste se aplicará entre noviembre y diciembre, Peña confirmó la suba de los servicios y estimó que será en proporción menos que el año pasado.
«Lo que no hay es sorpresa. Lo que hemos planteado es un camino gradual de ordenamiento del sistema tarifario, para lograr que todos los argentinos tengan conexiones de gas y luz», dijo el funcionario, y tras rechazar el término “tarifazo” por ser una “percepción subjetiva”, consideró que los incrementos a aplicarse serán «muchos más bajos que los del año pasado».
«Lo que es correcto es que hay una audiencia pública del año pasado que estableció un cronograma que incluye un camino gradual de modificación tarifaria Eso ya fue anunciado y avisado hace tiempo», añadió a Radio La Red.
A pesar del ajuste tarifario, peña estimó que «no hay ninguna posibilidad de un escenario de caída del salario real y de impacto fuerte”. Y en ese sentido aseguró que “el año que viene es de crecimiento y de generación de empleo».
Si bien desde el Gobierno evitan dar precisiones sobre el porcentaje de aumento, trascendió que las tarifas de luz de Edenor y Edesur serán alrededor de un 50 por ciento más caras hacia fin de año, lo que marcaría una tendencia.