El fútbol tiene de esos hinchas apasionados, que lo sufren, lo lloran, lo aman, lo hacen fiesta. Tiene, también, cabezas de tacho. De otra manera no se explica que un par de señores, bastante entrados en edad como para tales confusiones, maltrataran a un relator tucumano por hacer su trabajo: gritar el gol de San Martín para su transmisión.
Como si no hubiera sido poco para el pobre Martín Dattellis con que no le asignaran cabina y lo mandaran a transmitir rodeado de hinchas del Verde, se tuvo que comer que dos termos mayores le echaran en cara a él que una banda de hinchas del Santo se las hubiera hecho pasar fea en La Ciudadela.
Razonado así, es como si uno quisiera ir a prepotear a su vecino porque el municipio le subió las tasas. El periodista tucumano, ejemplar, hizo como si nada y salió del paso para que dos pobres tipos no le arruinaran su transmisión.
Tuvimos una tarde hermosa en el Eva Perón, con triunfazo de Sarmiento ante San Martín de Tucumán. Y dos juninenses que invitan a que a todo aquel que piense como ellos quiera cagarnos a palos cuando pisemos otra ciudad.
Por Juani Portiglia – @jiportiglia