Nota de Opinión del Concejal Patricio Fay. – Desde el mes de enero vemos, cada vez con mayor asombro, como el intendente municipal Pablo Petrecca ha destruido la relación con la gran mayoría de los empleados municipales a partir de una negociación paritaria que a esta altura podemos asegurar que se basa en el engaño.
El conflicto ya se ha trasladado a la ciudad y los ciudadanos de Junín sufren las consecuencias.
De acuerdo a la información publicada en el sector Sala de Prensa de la página web del municipio, donde se comunican las noticias positivas del municipio, la primera nota sobre las paritarias es del 31 de enero del 2018.
Pero mucho antes, entre noviembre y diciembre del año 2017, cuando se debatía el presupuesto municipal para este año, tanto desde los gremios como desde nuestro bloque de concejales del Frente Renovador, pedíamos que se incluyera la pauta salarial dentro del presupuesto de gastos para el 2018.
En ese momento, el Departamento Ejecutivo y también desde el bloque de concejales de Cambiemos, dijeron que no era necesario porque estaba en marcha el diálogo con los gremios y que la paritaria iba a finalizar exitosa y rápidamente. Pero hoy vemos, que a casi 120 días de iniciado el año, la negociación sigue sin resolverse.
Observando el desarrollo de las sucesivas reuniones, sin lugar a dudas la responsabilidad de haber llegado a esta instancia es del gobierno municipal.
El Secretario de Coordinación, Martín Beligni, que en el medio de la paritaria se fue 15 días a España a bailar tango, dijo que “lo que podamos cumplir es lo que vamos a dar, acá se terminó la demagogia”, insinuando que dar aumentos justos a los empleados es demagógico.
Veamos lo sucedido hasta ahora. En los primeros días de febrero el Ejecutivo ofreció un aumento de 15% en cuatro cuotas comenzando a pagarse la primer cuota en el mes de Marzo.
Para finales de febrero, esa oferta había cambiado a 15% en tres cuotas.
Luego, ya el 19 de Marzo, el Secretario de Economía, Ariel Díaz, dijo que la oferta realizada es de “un aumento del 15 por ciento, en dos tramos, un 7,5 retroactivo al mes de enero y el otro 7,5 a partir de julio”. Y en ese momento se incluyó la cláusula de revisión a partir de Octubre.
En abril, el propio Petrecca informó que había una nueva oferta, que consistía en: 15% en dos tramos, el primer 7,5% retroactivo a Enero, más una suma fija de $550 que se incluiría al presentismo, que primero se ofreció en dos cuotas y luego se ofreció todo junto, más una cláusula de revisión aparentemente automática, a partir de que el INDEC informe que la inflación superó el 15%.
Y por estas horas, se rumorea que podría haber una nueva oferta «superadora» a aquella última.
Desde la primera oferta a la última realizada se mejoran algunas cuestiones accesorias como abonar el aumento en menos cuotas, la primera retroactiva a enero, más cláusula de revisión automática, más un aumento del presentismo de $550 a partir de abril, más la aplicación de algunas nuevas bonificaciones a diferentes áreas.
Por lo tanto, nos preguntamos: ¿Por qué no hizo este ofrecimiento en enero, incluyendo la pauta salarial en el presupuesto?
Difícil encontrar una respuesta desde la lógica.
Si entramos al análisis de las diferencias entre la primera y la última oferta y lo que eso representa en el bolsillo del trabajador, tomando como referencia un sueldo de $ 15.000, ofrecer el aumento a partir de marzo significaba evitar pagarle al empleado $2.250 pesos.
Es decir que Petrecca llegó a una situación de conflicto, de desconfianza y de desgaste en el vínculo, con paros y marchas, por intentar ahorrase $ 2.250 por empleado. Eso, en un presupuesto enorme de más de $ 1.300.000.000.
Aunque la oferta siga siendo escasa, ya que nunca se supera el 15%, cada nueva propuesta requiere de más recursos que la anterior. Por lo tanto, si el municipio tiene ahora los recursos para hacer estas ofertas, suponemos que también los tenía en enero.
¿Cuál fue la especulación del Petrecca?
¿Cuál es la verdadera intención?
La semana pasada los concejales opositores intentamos desde el Concejo Deliberante que los funcionarios Martín Beligni y Ariel Díaz concurran al mismo a explicar el por qué de esta situación; lamentablemente por el voto de la mayoría automática que posee Cambiemos, esto fue rechazado.
El gobierno municipal no sólo esconde los recursos económicos con los que cuenta, sino que además esconde a sus funcionarios para evitar que hablen.
¿Será que prefiere el conflicto?
Difícil que los empleados municipales vuelvan a confiar en un jefe que les ha mentido tanto y tantas veces.
