Han pasado cuatro años. Para algunos poco tiempo, para otros demasiado. Lo que nadie podrá discutir es que Pablo Petrecca no es el mismo que compitió en las elecciones 2015 ahora que pretende ser reelegido como intendente de Junín por Juntos por el Cambio.
Dentro de esos cambios, cuenta con una gran ventaja. Es él quien tiene el poder de tomar las decisiones que sus competidores quisieran tomar. Sin embargo, esto conlleva también una desventaja. Él es el centro de las críticas, el apuntado por quienes quieren vencerlo en octubre.
En una entrevista exclusiva con Junín 24, Pablo Petrecca analizó, a días de las paso, ambas circunstancias.
-¿Cuánta confianza sentís a la hora de buscar la reelección y en qué devoluciones de los electores fundamentás la misma?
-Lo que uno puede palpar y percibir de la sociedad, al recorrer los distintos barrios y pueblos de nuestro partido, es una recepción muy linda. Eso se debe a que podemos mostrar lo que hicimos, con hechos concretos. Ese es un mensaje de aliento que te motiva a seguir.
A los números y las encuestas no le doy mucha importancia. Sí me llevo mucho por los comentarios de la gente.
Confianza por supuesto que nos tenemos. Creo que cualquiera que lleva adelante un emprendimiento y tiene un sueño, va a tener confianza y va a dar lo mejor de sí. Nosotros estamos muy motivados.
En estos cuatro años hemos hecho una revolución en materia de obra pública. Fuimos un Estado presente en los distintos sectores y de manera integral. Estamos terminando la gestión, en esta primera etapa, y podemos mostrar avances, obras, mejoramiento y ampliación de servicios en cada rincón del partido de Junín. Eso no pasaba.
-El repaso de los logros, que nunca está de más
-Cuando arrancamos la gestión nos encontramos grandes problemas estructurales y los fuimos solucionando. Te podría nombrar el saneamiento del basural, la repavimentación de la Circunvalación y los avances en la repavimentación del camino al balneario, la autopista que se prometió durante tantos años y que en poco tiempo vamos a tener para cambiar la forma de conectarse de nuestra ciudad y la seguridad de los vecinos en la ruta, las 400 cuadras intervenidas entre cordón cuneta, mejorado, repavimentación y asfaltado; las más de cinco mil luces LED que son clave para mejorar la seguridad y cuidan el medio ambiente, el transporte público que transita por nuestra ciudad después de 25 años, con un 40 por ciento de usuarios que antes andaba a pie hoy puedo usar el colectivo, además del boleto gratuito para los estudiantes.
-¿Y además de obras?
-También hemos hecho trabajo puntual con las familias: apoyo escolar para los chicos, la posibilidad de que padres y madres de familia puedan terminar los estudios secundarios, el Centro Integral Comunitario que nos va a permitir contar con atención médica muy cercana a los vecinos, talleres para emprendimientos, polideportivos para que los niños estén contenidos, nuevos espacios públicos. Llevamos agua y cloaca a Las Rosas, a Perejiles, a San Jorge, al Emilio Mitre, al Ricardo Rojas, a La Merced, a Güemes, a Los Almendros… Todos cuentan con el servicio.
Cuando la palabra empeñada se cumple, cuando no hay zaraza, el vecino lo nota. Todo eso nos da expectativa, nos da emoción y nos da la fuerza para continuar. Hemos intervenido en 56 establecimientos educativos de la ciudad que estaban en estado de total abandono. Además llevamos alimentación saludable a las escuelas en las que los chicos van a desayunar, almorzar y merendar. Encontramos un hospital sin obras y sin insumos; hoy lo estamos convirtiendo en uno que cuenta con un módulo de residentes y médicos de toda la provincia eligen Junín. La guardia pediátrica es hoy un orgullo. Ahora estamos trabajando en la guardia para adultos.
-¿Cómo convivís con la crítica y cuánto lugar para la autocrítica hay en la gestión?
Uno es humano y en consecuencia se equivoca. Cuando uno decide, lo hace por cien mil habitantes. Algo que no es sencillo. Y además lo hace definiendo un presupuesto, que son los recursos que tenés. Vos podés hacer, gastar, invertir, pero siempre en función de los recursos que generás. Por supuesto, por medio de la coparticipación de la provincia y de la nación, pero también de la capacidad de un gobierno o de un intendente de golpear puertas para poder generar recursos. Convivo con la crítica sabiendo lo que tenemos que hacer. Hemos sido elegidos para dar soluciones a los vecinos y para que la ciudad crezca. Eso es lo que hemos hecho. Críticas hay y las escuchamos. Yo estoy en contacto permanente con los vecinos. Nos pasó con los productores agropecuarios, los hemos escuchado, hemos corregido y hemos tomado cartas en el asunto. Además de recorrer, miro e interactuo mucho a través de las redes sociales. Todo el tiempo escucho recomendaciones y críticas.
Otra cosa que nos sucedió es que en muchos aspectos el vecino de Junín había perdido las esperanzas. Al inicio de la gestión, cuando anunciábamos obras en algún barrio, lo tomaban como una promesa más de tantas que les habían incumplido. Pero cuando con el tiempo empezamos a volver, como hemos hecho ahora, el vecino no lo puede creer. Hemos logrado que el vecino nos crea y además que demande lo que quiere tener.
-Oídos sordos
-Después hay críticas que tomamos como de quien vienen. Aquellos que gobernaron durante mucho tiempo y nos vienen a decir cómo son las cosas cuando no han podido resolver el tema del basural, la repavimentación de la circunvalación, el transporte público, la autopista de la Ruta 7… Esas críticas no las tomamos, porque cada uno elige la forma de hacer política. A mí me tocó ser oposición y cada política oficial que fuera para el progreso de la ciudad la he apoyado.
-En estos cuatro años, ¿la grieta se achicó, continúa o se agrandó?
-Hoy quedó claramente manifestado que hay dos modelos. Uno es volver al pasado, algo que hoy vemos en Junín en el Frente de Todos. Ese modelo está vinculado a la corrupción, donde el dinero de los vecinos estaba en conventos, donde podíamos ver rutas inexistentes, cómo los políticos se enriquecían y había poca transparencia. La Campora nos administró a nivel nacional, provincial y local. Del año 2008 al 2015 Junín estuvo castigado, no tuvo una sola obra pública. Ese es el modelo del pasado.
El otro modelo tiene que ver con la transparencia y los valores. La honestidad es fundamental para nosotros. Hoy los vecinos pueden ver con qué bienes contó el intendente al inicio de la gestión y con qué bienes va a finalizar. Las licitaciones públicas son totalmente trasparentes, nadie oculta nada. Un modelo que si se enfrenta a cualquier hecho de corrupción interno lo va a llevar a la justicia. A nosotros no nos da lo mismo la lucha contra el narcotráfico. No he escuchado nunca de otro intendente decir qué va a hacer. Nosotros hemos dado una lucha fenomenal en Junín: más de 1.200 procedimientos contra la droga, que antes era moneda corriente. Nos hemos puesto una meta muy fuerte en materia de seguridad y hemos mejorado.
Estos son los dos modelos que están en pugna. No son grietas, sino formas de ser, formas de administrar. Va mucho más allá de los nombres propios, tiene que ver con una forma de ver la política.
Diferentes compromisos ya programados por el intendente nos dejaron con varias preguntas en el tintero que Pablo Petrecca se comprometió públicamente a responder más adelante. Y esperaremos ansiosos.
Por Juani Portiglia – @JIPortiglia