«Fue la última. Ya está», dijo Pini Tamburrini apenas tuvo en sus manos la tercera copa consecutiva que conquistó con UNNOBA, cuarta de la seguidilla para Las Guerreras. Ahí estaba la prueba de que las cosas no habían sido como esperaba cuando decidió volver a jugar al fútbol previo al Apertura 2022. Habían salido mejor. Tanto que en un año, de marzo a marzo, se le siguieron sumando competencias a las que no supo, no pudo, no quiso decir que no. Primero fue la Copa Federal, después la Selección de Junín. Y el fútbol que esperaba tomarse de manera más relajada la encontró otra vez desdoblando esfuerzos. Entendió que era el tiempo de pisar el freno después de tanto vértigo. Siendo ella, no nos atrevemos a afirmar que no va a volver a arrancar algún día.
-¿Fue una decisión del momento o lo venías pensando en el transcurso del torneo?
-Se me hizo re largo el Nocturno, pero era una decisión que ya estaba tomada desde antes. Me acuerdo que cuando jugamos la primera final con Origone (de ganadores), que se nos pusieron 3-2, dije ¡ay, no! Voy a seguir corriendo, 15 minutos a full, porque no quiero volver a jugar tres partidos más. Y previo a la final le dije a las chicas, vamos a ganarlo porque se tiene que terminar acá.
-¿Qué te hizo decir que fue el último?
-Yo agarré el año pasado y dije voy a jugar Liga Local, así no me comprometo tanto. Y terminé yendo todos los domingos, jugando Copa Federal, Selección, entrenamientos… Entonces dije ya está. Tengo que decir que no desde cero, desde antes de arrancar. Así que por ahí fue la decisión. Me quiero quedar los domingos en casa. Si tengo ganas me voy con Moro a ver un partido, pero no quiero volver a asumir esa responsabilidad. Además, el objetivo de este año iba a ser el Provincial de hockey (con Social). Hace 10 años que venimos peleando la plaza para esto con las chicas. El año pasado nos re costó, perdimos la final provincial. Teníamos que salir campeonas de la Liga para poder ir este año a la A. Y con todo el sacrificio que llevó, es darme el gusto de jugar en la máxima categoría de provinciales y después ya está. Que pase lo que pase, me di el gusto.
-Quién pudiera tener la posibilidad de elegir entre dos deportes siguiendo siempre objetivos ambiciosos…
-¡Sí! A mi vieja siempre le digo que soy una bendecida de estar rasguñando finales o entrando a finales. La verdad lo considero una bendición, tanto en hockey como en fútbol. Porque no es que siempre fue así. He salido última en campeonatos provinciales, hemos descendido y llorado ese descenso. Siempre es volver a intentarlo. En hockey 10 años nos costó llegar a la A. Siempre la balanza me tira volver a hockey. Es mi casa, mi familia. Son mis amigos. Los considero hermanos más que compañeros de trabajo y compañeras de hockey. Este año tenemos un grupo re lindo. Fijate que en los partidos que jugamos Iban las chicas de hockey. Le piden cambiar a los profes los horarios de entrenamiento para ir. Yo a todo eso lo considero una bendición más allá del resultado que es una consecuencia. Por ejemplo, me re dolió perder la final con la Selección contra Bahía. Pero yo a esa copa le di un beso, porque no todas tuvieron la oportunidad de jugar una final provincial. A mí se me volvió a dar después de años. Siempre estoy agradecida de esas cosas.
-¿Tus compañeras sabían de la decisión o la fuiste masticando sola?
-Lo tenía guardado. En la última semana se lo fui comentando a las más allegadas y después que terminó el campeonato al otro día mandé un mensajito. Sé que sigo en contacto con ellas, igual que con los profes. Algunas no sabían, porque somos muchas. Pero la decisión ya estaba tomada. Y la realidad es que también lo hago por una cuestión física. Lo vengo re sufriendo. Voy a cumplir 35 años, no me alcanzo a recuperar. Te puedo correr todo el partido, pero al otro día lo sufro. Me levanto seis y media, arranco toda la rutina y hay días que digo no puedo más. Tengo la espalda complicada, la rodilla izquierda complicada. Entonces tengo que ir regulando. Daría cualquier cosa por tener 20 otra vez, jaja.
-Te pudiste despedir con otro título. ¿Por qué crees que lo ganan?
-La diferencia que veo con el Apertura que fue el primero que jugué, fue que en ese desde el primer partido éramos el equipo campeón. Era terrible la diferencia que podíamos sacar. Después nos dimos cuenta que los equipos se empezaban a equiparar, que se van armando y entendiendo el juego. Se notó que se dejó de jugar tanto a los pelotazos en muchos equipos y eso estuvo bueno. También está bueno perder como nos pasó en estos últimos dos torneos. Los equipos se dieron cuenta que no éramos el equipo invencible, que teníamos falencias y que las podían aprovechar para hacernos partido. Se vio reflejado en muchos partidos…
-Pero siguieron siendo invencibles en los partidos de eliminación…
-Sí, porque creo que somos un equipo experimentado que ahí hizo la diferencia. Vos fíjate que Sarmiento es un equipo que juega hermoso, a mí me encanta. Pero le falta la experiencia, la picardía, el saber manejar la templanza. También el tema de aprender a manejar los tiempos. Son otras edades, otras ansiedades, otros tratos. Obviamente esas son cosas a trabajar, pero tienen mucha calidad de jugadoras y en dos o tres años, si se mantiene, va a ser el equipo invencible. Creo que la experiencia tuvo que ver y también que hubo muchísimo compañerismo, algo que noté mucho en este último Nocturno. También tener jugadoras polifuncionales, que las podés cambiar de posición y te van a rendir, cambiar de sistema y van a rendir. UNNOBA hoy es un equipo experimentado, que trata de jugar al fútbol, de tocar la pelota y que empezó a entender el fútbol. Todo eso nos llevó a ser el equipo que terminó ganando cuatro títulos.
-Le diste un beso a la Copa del subcampeonato provincial. ¿Con qué sensaciones te quedás? ¿Sentís que fueron mejores, que merecieron más?
-Creo que tuvimos momentos y momentos. El primer partido lo sufrí. Sentí que había un desorden o que no terminábamos de sentirnos bien paradas. Lo pudimos aguantar y nos trajimos ese empate valioso de allá. Después, acá nos sentimos con ganas de tocar, sabiendo a los que nos íbamos a enfrentar y sabiendo que podíamos llegar a ser superiores. Por momentos sentí que era un equipo que nos causaba menos dificultad de la que nos habían causado en momentos anteriores, en otros cruces. Tuvimos oportunidades que no supimos aprovechar. Después, los penales son una lotería y qué le vamos a hacer. Ellas también podrían haberse llevado el partido allá, con el último penal o con el tiro libre que pegaron en el travesaño. También ellas se deben haber quedado con esa sensación. Nosotros tuvimos más de esos momentos y mejores, pero no los supimos aprovechar. Todo es experiencia, todo se disfruta y todo es lindo.
-Aunque puede que no estés, no lo voy a afirmar, ¿apostás la continuidad de ese grupo?
-Ojalá que se mantenga el grupo. Obvio que si aparece alguien más, que se pueda sumar. A mi me gustaría que esté Mili Moreno. Creo que es una jugadora que puede llegar a hacer mucha diferencia. El plantel no eran solo las 18 convocadas. Yo, por ejemplo, en la primera parte no estuve y en la segunda me pude integrar y comprometer. Agradecida por eso. También por eso espero que estén, que sigan. No hay nada mas lindo que jugar al fútbol y ponerse cada vez objetivos más difíciles. Hay un lindo grupo, más allá de lo que pueda pasar cuando nos cruzamos en los partidos de la Liga. Son todas buenas personas.
AGRADECIDA
-Dejame agradecer a las chicas de UNNOBA porque fueron súper cálidas conmigo y me integraron desde el primer minuto. Me hicieron sentir una más desde el primer día. A Lucio y a Diego, que siempre estuvieron ahí para corregir o para aconsejar, así como por la forma en que ellos también me recibieron. Y a Julián, que me súper insistió. A todos ellos gracias por hacerme sentir una vez más estas sensaciones que me da el fútbol. Y obviamente a mi familia.
