Cuando después de largos meses de cuarentena se anunció la vuelta de los entrenamientos y la consiguiente reanudación de la Primera B, con reestructuración de formato para definir del ascenso, pareció que el plantel de Sarmiento ya estaba cerrado. Sin embargo, el primer partido de pretemporada ante Puerto Nuevo trajo aparejadas dos lesiones, de Camila Torres y Brunella Gutiérrez, que obligaron al cuerpo técnico a salir a buscar refuerzos en el sector de la defensa.
Fue entonces que sonó el teléfono de Poli Bazán, experimentada defensora central a la que Sergio Barbagelata había estado siguiendo el año pasado en la final del Provincial de Selecciones en que finalmente se coronaría campeona con San Nicolás. Antes que se desatara la pandemia, también había festejado en la liga local con SOMISA y hay en su currículum también un paso por la competitiva liga rosarina.
La zaguera, que se había mantenido entrenando de manera particular, no dudó en aceptar el desafío. Entrenó una semana con el equipo y compromisos personales que había sumido previamente le impidieron estar disponible para el inicio del Reducido, en que las Maestras se impusieron 2-0 como visitantes ante Comunicaciones. Completó la segunda semana de entrenamientos, pero no le tocó ser parte de la convocatoria para recibir a Puerto Nuevo el último domingo, en un encuentro que terminó con goleada 6-0 para Sarmiento. Por eso, de cara al próximo compromiso ante Ferro, la nicoleña se muere de ganas de tener su debut oficial en AFA.
-¿Te sorprendió el llamado de Sarmiento tan cerca de la reanudación de la competencia?
-Sí, muchísimo. Sergio (Barbagelata) ya me había visto jugar en el seleccionado de San Nicolás en la final contra Bragado el año pasado. Este año tuvo bajas con jugadoras en mi posición y me llamó. Pero yo sorprendidísima.
-Estabas en San Nicolás, sin competencia por la pandemia, imagino que desde lo físico costó llegar a un grupo que ya venía entrenando desde hace tiempo con miras a la reanudación de la Primera B.
-Yo venía entrenando dos o tres veces por semana, pero obviamente no lo tomaba con el compromiso que lo vienen tomando las chicas de Junín, que hace dos meses vienen entrenando de lunes a sábado. La primera semana me costó mucho. Ya la segunda fue un poco distinto y me fui adaptando, más que nada al tema cancha, porque hace un año que no jugaba al fútbol y las dimensiones de la cancha se pierden. Pero creo que me pude poner a tono y a ritmo con las chicas.
-¿Qué encontraste en tu llegada a Sarmiento y en esa primera semana de entrenamientos?
-Me sorprendió muchísimo el nivel de las chicas. La verdad que es muy alto. Para mí tienen grandes posibilidades de ascender por el compromiso, por cómo se lo toman, pero también por la clase de jugadoras que hay, con técnica, con buen pie y con muy buen estado físico.
-¿Ya te conocías con alguna?
-A Meli (Garialdi) la conozco desde que éramos chicas y viajábamos a jugar los Torneos Bonaerenses. Después también nos cruzamos en la Liga de Pergamino. Me acuerdo de Estefa (Aliano), también he visto jugar a Lu (Castro) que jugaba de 10 con la Selección de Bragado. Muy buen nivel, muy buena jugadora. En el seleccionado de San Nicolás se hablaba para tomarle la marca porque sabíamos que era la jugadora importante de ahí, la que tenía mejor manejo de pelota.
-¿Tiene un par de marquitas tuyas en los tobillos?
-Y… Alguna debe tener, jaja. Yo más que nada me caracterizo por ir al choque. Más allá de ser una jugadora ordenada, si tengo que saltar a cabecear voy con todo, me gusta mucho ordenar el equipo.
-Las lesiones que hubo en Sarmiento provocaron que Barbagelata saliera a reforzarse con jugadoras de experiencia, como vos y como Estefa. Acostumbrada a ser líder, ¿cómo es llegar a un equipo en que sos completamente nueva?
-Sergio me deja que me desenvuelva libremente como la clase de jugadora que soy. Por suerte no tengo esa presión de que me haga bajar un cambio ni nada. De todos modos, soy una jugadora que se adapta a lo que le piden. Si me dicen quedate callada y escuchala a ella, yo me quedo callada y la escucho. No tengo esa intención de querer sobresalir, más allá de haber sido líder en SOMISA o en el seleccionado. He jugado en otros equipos y siempre me adapté a lo que me han dicho o pedido.
-¿Qué te genera tener la oportunidad de jugar en AFA? ¿Y cómo lo tomaron en SOMISA?
-Es algo que yo ya daba por perdido, que no me lo esperaba sinceramente. Me cayó de sorpresa. Allá me re apoyaron, estaban felices por mí. Yo esto lo hice para que ellas también vieran que todas tienen oportunidades, tanto las grandes como las chicas. Nunca hay que bajar los brazos y siempre hay que darle para adelante para llegar a donde cada una quiere llegar.
-Tuviste la oportunidad de seguir el último partido contra Puerto Nuevo. ¿Qué te generó desde lo futbolístico y desde lo que se dio con toda la gente que llegó a alentar desde la calle?
-Seguí la transmisión minuto a minuto y realmente fue una alegría tremenda, para las que estaban en cancha y para las que no, porque una ya se considera parte de todo esto lindo que le está pasando al fútbol femenino.
-¿Qué mensaje transmite el cuerpo técnico para que no haya relajación por estas dos primeras victorias que muestran a Sarmiento muy arriba en las posiciones de la Zona pero que todavía no definen nada? ¿Y cuántas ganas tenés de ser parte de la convocatoria que va a viajar a Pontevedra para el partido contra Ferro?
-Pensando en lo que se viene ahora, el cuerpo técnico siempre alienta a seguir adelante, pensando en positivo. El nivel que tiene Sarmiento es muy bueno y todos lo toman con mucha responsabilidad, tanto el cuerpo técnico como las jugadoras. Una siempre quiere estar, pero no hay que ser egoísta y hay que pensar en lo que es bueno para el equipo. Por eso, desde el lugar que me toque, ya me siento parte y creo que a todas nos pasa. Por algo me llamaron y de eso siempre voy a estar agradecida.
¿Y son consciente de que en dos partidos puede abrirse una oportunidad más grande todavía?
-Sí, pero es como que no caigo todavía en algo tan importante, en la realidad de lo que estamos viviendo.
EL FÚTBOL NICOLEÑO
Durante dos años consecutivos, sin contar el 2020 donde no hubo Provincial de Selecciones a causa de la pandemia de coronavirus, el seleccionado de San Nicolás ha hecho sentir su predomino en el fútbol bonaerense, clasificando a instancias nacionales tanto en 2018, cuando fueron terceras en la etapa Nacional que se disputó en Mendoza, como en 2019. Según le contó Poli Bazán a Junín24, estos éxitos no han sido producto de la casualidad sino de la importancia cada vez mayor que se le da al fútbol femenino en aquella ciudad.
-¿Te animás a elegir una jugadora de allá que estés convencida que puede jugar en AFA?
-Sí, Liana Andrada. Ella fue llamada por UAI Urquiza, por Estudiantes de La Plata. En su momento también hablaron con ella desde Sarmiento y por el tema de los viajes no lo pudo concretar. Es muy buena jugadora. Juega por el carril izquierdo, tiene una zurda impresionante. Muy buena. Y como ella hay muchas más. Ahora Valentina Martino, que tiene 16 años, empezó a viajar conmigo los jueves para tener pruebas con el equipo. Es terrible el nivel que tiene, una jugadora alta, corpulenta, que ya ha ido a probarse a Newell’s.
-Imagino que ahora Sarmiento tendrá hinchada en San Nicolás…
-Mis amigas están re entusiasmadas. Mi pareja me acompaña a todos lados. Ella juega de cinco en Regatas, que es el clásico. Así que hemos tenido algún que otro encontronazo en la cancha.
-¿Nunca le dijo una a la otra de jugar juntas?
-No, hace dos años que yo estoy con ella y ya nos conocimos jugando cada una en su equipo, con sus compañeras. Ella tiene su espacio, yo tengo el mío y está muy bueno así. Hemos jugado juntas en el seleccionado y nos llevamos muy bien, pero cada una en su equipo también está bueno.
-¿Toda la vida jugaste al fútbol?
-Jugué de chiquita, desde los 11 años. Cuando era chica no había fútbol femenino y jugaba con los varones. A medida que fui creciendo, que me veían jugar en el barrio, me llamaban para jugar torneos barriales, de fútbol 7, con canchas en muy malas condiciones. Hasta que se armó liga en San Nicolás. Antes de eso me iba a jugar la Liga Rosarina que si tenía 11. Futsal también jugué en Rosario. La Liga Rosarina de fútbol 11 es muy competitiva. Rosario Central ahora tiene equipo en Primera División de AFA, Newell’s ahora va a entrar en Primera C. Social Lux ha sacado muchas chicas que hoy juegan en Racing, San Lorenzo y varios equipos. Después también jugué la Liga de Pergamino con Guerrico y fuimos bicampeonas.
-¿La Poli del barrio jugaba abajo también?
-Siempre jugaba de cinco, de ocho, pero siempre fui muy aguerrida para jugar. Siempre era de ir más al choque, de no tener miedo. Más allá de la altura siempre fui a cabecear y he hecho muchos goles de cabeza. En el seleccionado me probaron de dos y nunca más me sacaron.
-Todo mérito del DT de la selección, entonces…
-Emanuel Ojeda es el responsable de mi puesto de central y Daniel Paoloantonio que es el DT de Regatas. Yo en SOMISA jugaba de cinco y ellos me pusieron de central en el seleccionado. Después ya jugué de central en SOMISA también. Me costó mucho igual, porque no me fue fácil adaptarme a la posición.
Por Juani Portiglia
