La preocupación e indignación de vecinos de calle Bolivia, que fueron testigos de un hecho violento, quedó reflejada este domingo en una nota escrita por un testigo presencial.
Ponen en evidencia el accionar policial a partir de un violento hecho registrado hoy en calle Bolivia
Sergio Díaz, un vecino adulto, relató lo ocurrido con detalles contundentes:
“El día domingo 11 de mayo, aproximadamente a las 13 hs, a plena luz del día, tres sujetos irrumpieron violentamente en la vivienda de un vecino de enfrente, un hombre de 65 años. Entre gritos, amenazas y hasta un disparo de arma de fuego, destrozaron los muebles del interior de la casa, dejando a la víctima completamente indefensa”.
El ataque, según relató, habría sido en represalia por cuentas pendientes del hijo del damnificado, quien no se encontraba en el lugar o logró escapar antes de ser alcanzado.
Inmediatamente, los vecinos alertaron a la policía. Sergio detalla que al comunicarse con el número 4444444, le informaron que el hecho ya había sido denunciado vía 911, y que los móviles estaban en camino.
Sin embargo, el arribo policial se produjo 20 minutos después, con una actitud que Sergio califica como de “carrozas de carnaval” por la lentitud e inacción. “Seis patrulleros se estacionaron frente a la casa de la víctima, una presencia excesiva e innecesaria cuando la situación ya estaba finalizada”, explicó.
Más grave aún, denunció que ningún efectivo se dirigió a la vivienda señalada por los vecinos como el lugar donde los agresores se habrían ocultado, pese a ser claramente identificable por una cortina azul.
“La respuesta policial fue irrespetuosa, ineficiente y hasta insultante”, relató. Una vecina habría sido reprendida por reclamar acción, y un agente, sin identificación, se habría burlado preguntando si “tenían yerba”, en lo que pareció un intento fallido de sarcasmo.
Sergio Díaz remarcó: “No nos descuentan compulsivamente una tasa de seguridad para este tipo de teatralizaciones. Queremos efectivos que actúen, que detengan delincuentes, no que simulen presencia”.
Además, cuestionó duramente la pasividad de los policías y la ausencia total de procedimientos concretos, como custodiar el domicilio de los sospechosos a la espera de órdenes judiciales, como se hace en otras jurisdicciones.
“La consecuencia de este accionar limitado y cobarde es que cualquiera puede violar un domicilio, romper una puerta, disparar un arma, y refugiarse impunemente, sabiendo que la policía no actuará”, concluyó.