Los caranchos son aves rapaces que actúan como controladores biológicos y que alguna vez, hace ya mucho tiempo, llegaron para quedarse.
Preocupa la presencia de caranchos. Pero hay que tomarlo con calma…
El objetivo de aquellos años era intentar controlar la proliferación de palomas y comenzaban a verse fundamentalmente en la zona de la Plaza principal.
Pasa el tiempo y se multiplican.
Ciertamente llegaron para quedarse y los vecinos se siguen asombrando cuando las ven caminando tranquilamente por las veredas, apresando a una paloma, “carroñeando” en la basura o donde advierten la presencia de deshechos humanos.
Las fotografías llegan a nuestra redacción sobre todo en estos meses que es cuando se acerca su época de apareamiento.
A la hora de anidar, se los llega a detectar en cornisas, balcones.
De su estructura, podría decirse que llegan a medir entre 48 y 55 cms. de largo pudiendo pesar hasta un kilogramo.
Para identificarlos, su color es castaño en general y presentan una tonalidad más clara a la altura de la garganta, el pecho y el vientre. Pico de bordes afilados y como la parte superior es más larga que la inferior, se curva notablemente hacia abajo, lo que nos hace pensar en un gancho.
Puede resultar intimidante pero a quedarse tranquilos. Terminan siendo depredadores de roedores, insectos, arañas, lombrices, lagartijas, caracoles y hasta aves doméstica