Año 2001, plena crisis, lejos parecen aquellos días. Hace ya quince años Ferretería El Tigre arrancó su vida comercial. Daniel Maroscia, quien se dedicaba y sigue dedicado a la construcción, encaró en un garaje de calle Juan B. Justo al 400 este emprendimiento que hoy ha tomado vida propia y se convirtió en un referente en el rubro en la ciudad de Junín.
Maroscia contó a Junín24 cómo fueron aquellos primeros años. Hoy ya forman parte de los recuerdos pero llenos de proyectos y objetivos, se fueron dando los primeros pasos. Lucas se sumó unos años después y se adquirió una vieja propiedad que perteneció y funcionó el Club Los Andes en pleno corazón del barrio Belgrano. Se refaccionó el inmueble y allí arrancó la nueva etapa de Ferretería El Tigre y a los dos años, Marcos se suma también
En 2009-2010 se agrega la sucursal de avenida Padre Respuela. «Siempre tratamos de marcar la diferencia, con horario corrido, atención en domingo, feriados, innovando en la mercadería que pudiera ofrecer una ferretería, marketing, slogans, publicidad, atención a los clientes, obsequios, sorteos. Sin desmerecer a nadie, hoy somos la número uno. Siempre alguien pasó por acá y conoce nuestros slogans», señaló Daniel.
En 2012 se compró Color Shop, cadena de pinturerías, un local que ya estaba abierto y se sumó a la familia de «El Tigre», en Rivadavia y Libertad. En Benito de Miguel y Acha se suma la segunda sucursal de Color Shop, en el año 2013 y siempre «apuntando a mejorar, brindando buenos productos, precios, asesoramiento, financiaciones, sumando más cosas a las empresas. Han pasado quince años y esto nos llena de orgullo. Hoy es una fuente de trabajo muy importante en la ciudad para varias familias y lo que más nos llena de orgullo y emoción es que trabajo con un hijo también, que es también lo más importante para un padre. Vamos siempre para adelante. Hemos pasado épocas duras en este país pero siempre trabajando, y caminando hacia adelante. Esto es lo que más nos llena de orgullo. Ferretería El Tigre nació en homenaje a mi viejo que le decían «El Tigre» y hoy somos un punto de referencia en ferretería y vamos por más.
A la hora de recordar a su padre -Horacio Santos Maroscia-, Daniel contó que falleció hace tres años. «Era buena onda, jodón, muy buen padre, muy buen abuelo. Con los chicos era muy compinche. Trabajó toda la vida de albañil, aprendí el oficio con él y me enseñó muchos valores como trabajo, ponerse metas en la vida, avanzando siempre y nunca volverse para atrás. Hemos tenido tiempos malos y así fueron surgiendo alternativas como por ejemplo hacer horario corrido», destacó.