Al filo de la medianoche, un motociclista de 17 años intentó evitar un control de tránsito embistiendo a un trabajador que hoy se encuentra internado en sala de Terapia Intensiva luchando por su vida.
Quiso evitar un control y embistió a un inspector de tránsito que pelea por su vida
Hasta el momento se sabe que dos jóvenes que se trasladaban por Av. Rivadavia, al advertir que en esa arteria entre 25 de Mayo y Av. San Martín se estaban realizando controles, giraron a la izquierda tomando calle Winter, lugar en el que había otro grupo deteniendo vehículos y solicitando la documentación.
La reacción del conductor, de 17 años y que cuenta con antecedentes, fue criminal. Literalmente le tiró encima la moto a uno de los inspectores.
El trabajador municipal quedó tendido sobre el empedrado, inconsciente y fue socorrido por sus compañeros hasta la llegada de una ambulancia.
Fue trasladado en grave estado a la guardia del Hospital Abraham Piñeyro y son los profesionales del centro quienes tratan de salvar su vida.
Presenta graves traumatismos de cráneo y tórax y se encuentra internado en sala de Terapia Intensiva, con respiración mecánica asistida.
En cuanto a los ocupantes de la moto, de 17 (el conductor) y 18 (el acompañante) fueron aprehendidos y se encuentran a disposición de la justicia con intervención del Dr. Matías Noberasco, fiscal del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil.
Mucha preocupación y profunda tristeza embarga hoy a los compañeros del trabajador que por otra parte, según trascendió, vienen advirtiendo sobre los riesgos que están corriendo.
Ya no sólo se está hablando del descontrol de motociclistas a los que poco o nada les importa la vida del otro y menos la propia.
Picadas en calles, avenidas y rutas; maniobras peligrosas, jóvenes haciendo Willy, cruzando semáforos en rojo, circulando con caños de escape anti reglamentarios.
Injusto sería decir que todos los motociclistas se manejan de manera tan desaprensiva. Están aquellos que usan sus vehículos para trabajar, llevar a sus hijos al colegio, que respetan no sólo las normas, también a los trabajadores cuando les requieren la documentación.
Lamentablemente, los que hacen ruido son los otros. Los que protagonizan siniestros viales y escapan –siempre que el cuerpo se los permita- para evitar la llegada del personal policial, los que después de un choque si no se pueden incorporar siempre encuentran a alguien que saque la moto para que no se la secuestren.
Es cierto que no es la primera vez que un trabajador es embestido intencionalmente por algún motociclista. Ha habido personas lesionadas e inclusive con fracturas, ninguna de la gravedad extrema que nos ocupa.