Un niño de cinco años se encuentra a la espera de un implante coclear tras quedar hipoacúsico hace dos años, producto de una varicela infecciosa. «Desde los dos meses al año fue perdiendo la audición, y cuando llegó al año y medio ya no escuchaba nada», aseguró Milagros Barzabal, la mamá de Brandon.
La única alternativa que le permitiría al pequeño volver a escuchar sería un implante coclear, sin embargo, según explicaron familiares del niño, la obra social IOMA «no se hace cargo de nada, ni de la medicación» desde hace dos años. Tanto los estudios médicos como las consultas con profesionales fueron abonados de manera particular por la familia y por colaboraciones de amigos y vecinos.
Si bien presentaron un recurso de amparo y una carta documento, hasta el momento no recibieron respuestas por parte de la obra social. Los implantes que Brandon necesita tienen un costo alto, al igual que los tratamientos, lo que «es inalcanzable» en materia económica para la familia.
Los problemas se van agudizando a medida que pasa el tiempo debido a la limitación de Brandon a la hora de comunicarse, por eso se necesita la respuesta de IOMA de manera rápida para poder llevar a cabo los tratamientos correspondientes.