Por Yamina Borbolla (Maestra de grado y profesora de Literatura durante quince años; militante de SUTEBA; ex presidente de la Cooperativa de vivienda Coopteba Junín)
En esta época de crisis en que los docentes son doblemente interpelados por los cambios sociales que inciden en ellos, como sujetos sociales y en tanto sujetos afectados en la función de la enseñanza de la cultura como profesión, quisiera que estas palabras sirvan como reflexión, como motivación y también para reconocer necesidades y acertar el camino.
Para educar es necesario ser. Es tarea del modelo, hace a la asunción personal de valores.
Un educador es buen educador si es capaz de captar las diferencias, aceptarlas y estimularlas.
Educar no es sofocar las crisis sino ayudar a crecer por ellas.
Educar es orientar el verdadero camino de la libertad que pasa por la disciplina y descubre a los otros.
Educar es ayudar a formar una personalidad que sea apta para vivir creativamente, con capacidad de percepción de la realidad de juicio crítico coherente para intentar un mundo mejor.
La buena simiente en educación tiene una garantía casi total, siempre produce buen fruto. Aunque sea tardío.
Un educador difícilmente logra la riqueza en dinero por el ejercicio de su misión. ¡Pero cuántos hombres y mujeres darían su dinero por la profunda felicidad de haber encausado vidas humanas por el camino de la vida!.
Quisiera en esta ocasión aprovechar mi doble condición como docente y madre para manifestar algunas cosas que como padres queremos.
Una educación en función de valores
Un clima propicio de comunicación
Un maestro/maestra abierto a ideas y sugerencias
Una escuela vinculada al medio
Un educador/educadora que acompañe al alumno/alumna
Un compromiso efectivo en la relación con los alumnos, sus familias, la institución y la comunidad.
La profesionalización del trabajo docente
Un espíritu crítico hacia la práctica
Los padres tienen el derecho de decidir el tipo de educación que deseen para nuestros hijos e hijas.
Estas son algunas de las cosas, que como docentes, queremos:
La educación en función de valores
Un diálogo fluido entre la casa y la escuela
La coeducación
Respaldo y colaboración con la tarea docente
Compromiso en la formación de sus hijos e hijas
Revalorización de la figura del educador/educadora y su tarea.
Los educadores tienen el derecho de realizar su función con libertad en el ámbito docente que ocupan.
Para terminar quisiera compartir con ustedes lo siguiente:
Nadie puede ser libre sin el otro
Nadie puede gobernar sin el otro
Nadie puede educar sin el otro
Nadie puede educarse sin el otro
Nadie puede amar sin el otro
Nadie puede desconocer al otro
O somos juntos o no somos