El Consejo de Partido Justicialista de Junín repudia enérgicamente la concesión de la prisión domiciliaria del represor genocida Miguel Etchecolatz, quien fuera Jefe de Investigaciones de la policía de la provincia de Buenos Aires durante la última dictadura cívico-militar, mano derecha del también siniestro represor Ramón Camps.
El ex policía, de 88 años, fue el Jefe de los centros clandestinos de detención durante la dictadura.
Etchecolatz fue condenado a prisión perpetua en varias ocasiones por diversos delitos de lesa humanidad que incluyen robo de bebés, asesinatos, torturas, secuestros y desapariciones, que fueron unificadas en una pena única de reclusión perpetua. Fue responsable, entre los casos más emblemáticos, de la conocida como la Noche de los Lápices, donde fueron secuestrados, torturados y desaparecidos estudiantes secundarios que reclamaban por un boleto escolar, y del secuestro y tortura de Jorge Julio López.
Pero la decisión del Tribunal Oral Federal 6 porteño puso nuevamente al represor en la calle, viviendo en la comodidad de su casona en los bosques de Peralta Ramos en Mar del Plata. Un fallo al tono de la decisión de la Corte Suprema de Justicia macrista, que otorgó el 2×1 a condenados por crímenes de Lesa Humanidad.
Vemos con preocupación esta nueva dirección de la Justicia, que echa por tierra las políticas de Derechos Humanos llevadas adelante por los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner. Medidas como estas, no hacen más que confirmar que para la Administración Macrista el juzgamiento a los genocidas es una cuestión incómoda.
Queremos que Etchecolatz vuelva a una cárcel común para cumplir su condena. La edad no es justificativo para este beneficio, casi al mismo tiempo la justicia alemana- a través de su Tribunal Constitucional- volvió a asegurar que Oskar Gröning, el exmiembro de las SS de 96 años y conocido como el «contable de Auschwitz», es apto para cumplir su sentencia en una cárcel común.