Rocío González llegó el jueves a la cancha de Defensa sin saber muy bien con qué se iba a encontrar más que por lo poco que pudieran haberle comentado sus otras tres compañeras de Juana de Arco de Salto que sí habían disputado partidos amistosos con Ambos Mundos. La delantera, en cambio, apenas tuvo tiempo de llegar, saludar y que le indicaran dónde se tenía que parar para defender la camiseta de Las Itálicas en el debut en el Torneo Nocturno 2021, ante Villa.
Así y todo, pese a tener que aclarar de entrada que solo una vez en su vida había jugado en cancha de once, se encontró con un rebote en el área y definió para marcar el tanto que no solo le dio la victoria al equipo que conduce Micael Raies, sino que fue el primer triunfo para Ambos Mundos después de muchísimo tiempo y sin dudas dará un gran envión anímico antes de enfrentar a las hexacampeonas de Rivadavia de Junín.
«La verdad que mucho no sé sobre cómo se dio nuestra llegada. Yo había ido a jugar un campeonato con Juana de Arco y fue de ahí que me recomendaron junto a otras compañeras del equipo para ir a jugar la Liga de Junín. Porque yo tengo mi club en Arrecifes, que es Almirante Brown. Con Juana de Arco había jugado estos últimos partidos nada más y el DT me habló para ir a Ambos Mundos de Junín con otras chicas. En Salto no hay liga de femenino», le contó la jugadora oriunda de Arrecifes a Junín24 Fútbol Femenino.
Las otras tres jugadoras que llegaron desde Salto para reforzar al renovadísimo plantel de Las Itálicas fueron la arquera Marlene Navarro, la defensora Sonia Velacoz y la mediapunta Edith More, a quien la propia Rocío González destacó como uno de los grandes talentos que hay en el fútbol femenino saltense.
«Cuando me dijeron de venir a Ambos Mundos ni lo dudé, porque quería conocer otro ambiente. En el equipo me encontré con chicas muy jovencitas, que están aprendiendo. Yo al resto de mis compañeras las conocí en el momento, antes de salir a jugar. Ahí pude saber algo sobre cómo venían, porque me dijeron que habían perdido mucho en los torneos anteriores», explicó la delantera sobre su primer contacto con Las Itálicas.
Es que Rocío González, al igual que otros refuerzos de la zona, llegó precisamente a dar un salto de experiencia a un equipo cuya base quedó conformada por jugadoras que pertenecían a la categoría Sub-17. «Yo noté que es un equipo muy nuevito. Capaz que de acá a unos años van a ser las mejores jugadoras, pero hoy todavía falta. Es una cuestión de tiempo, porque son chicas jovencitas», agregó.
Ella, con 27 años, lleva en los botines 16 años de fútbol, porque arrancó a los 11 en Obras Sanitarias de Arrecifes, de la mano de su mamá, también jugadora, Paola Gutiérrez. «Ella me empezó a meter en los campeonatos de mujeres que se hacían. Hasta el día de hoy también juega. Cuando arrancó ella, arranqué yo. Al tiempo se sumó mi hermana, que es más chica y juega de defensora», recordó.
La arrecifeña, que hace unos años se mudó a vivir a Salto, sabe que haber llegado y tenido que jugar, sin amistosos ni entrenamientos previos para el equipo, no planteó el escenario ideal para hacer su debut con el equipo, pero quedó conforme por el aporte que pudo hacer. Que no es poca cosa si se considera que fue su gol el que permitió sumar los tres puntos.
«Me gustaría haber podido tener otro conocimiento con el equipo. Por ejemplo en este primer partido, por momentos pensaba que lo podíamos resolver con un poco más de comodidad, porque teníamos para hacerlo. Pero el hecho de no conocernos todavía, el que las otras chicas no nos tengan esa confianza adentro de la cancha, hizo que por ahí perdiéramos muchas ocasiones de gol», remarcó.
Y agregó: «Con el DT tampoco pude cruzar palabra casi porque yo llegué antes del partido. Solamente me dijo dónde quería que me parara y nada más. Yo ya había explicado que no estaba acostumbrada a jugar en cancha de once y que por ahí se me iba a complicar con el offside, porque estoy muy acostumbrada a cancha de ocho. Para ser la primera vez, costó bastante. Pero al menos una me quedó«.
A la hora de hacer una evaluación personal de su rendimiento, dijo haberse sentido conforme de haber podido terminar el partido sin agotarse desde lo físico. «Tuve algunas piques que me quedaron muy bien al ser la cancha más grande, porque en cancha de ocho a veces la tiro larga y se me termina la cancha», remarcó. Y en la columna del déficit, volvió a aparecer esa bendita ley del offside a la que busca habituarse. «No sabía cuando arrancar y me sentí incómoda con eso. En la jugada que me queda el rebote y meto el gol, primero no sabía si arrancar o no. Y en ese segundo dije salgo, total como mucho me cobrarán offside«.
Para Ambos Mundos se vendrá ahora un durísimo desafío ante Rivadavia de Junín, el equipo más ganador en la historia de las competencias oficiales de fútbol femenino de Liga Deportiva del Oeste. Pese a desconocer casi todo del fútbol juninense, por lo reciente de su llegada, Rocío González dijo que ya le hablaron de lo difícil que será ese encuentro. «Con las chicas hablamos mucho que el debut era ganar o nada, porque si perdíamos, por como es el torneo, muy difícil que hubiera otra chance. Había que poner todo. Y lo vamos a volver a hacer», señaló.
En el mejor de los casos, por lo breve del torneo, habrá tres partidos más para Las Itálicas en el torneo. En el peor, solo uno. Para no quedarse con las ganas, en todo caso, la delantera ya apuntó un poquito más allá. «Me gustaría seguir yendo después del Nocturno. Veremos si el equipo me vuelve a llamar y si me dan esa confianza para que siga. En Salto todavía está todo muy parado. Nada más salimos a jugar dos Relámpagos, en los que salimos campeonas».
