Sarmiento – Comunicaciones: la crónica de las acciones y la de las sensaciones

Un partido tan sacado de contexto como el que Sarmiento terminó perdiendo 5-1 ante Comunicaciones en Salto, que lo dejó impedido de poder dar el ansiado paso a Primera División, necesariamente debe evaluarse desde la crónica de las acciones, pero también desde la de las sensaciones que fueron tantas y de lo más variadas.

DE LAS ACCIONES

La crónica de las acciones deberá decir que durante los primeros 15 minutos de juego, y a pesar de haber iniciado el partido con imprecisiones propias del nerviosismo, fue Sarmiento el único equipo que creó peligro de cara al arco rival. Lurdes Castro capturó a los 9 minutos una pelota que salió sucia de una serie de rebotes y su remate, algo incómodo, salió rozando el palo. A los 13 fue Florencia Gamarra, uno de los puntos más altos de Las Maestras mientras el partido mantuvo la expectativa, la que estrelló un gran remate de media distancia en el travesaño después de una gran acción de Melina Garialdi ingresando al área poniendo el cuerpo y haciendo uso de su gambeta.

Pero deberá decir también que Comunicaciones aprovechó a la perfección su primer avance a fondo. Celeste Garay encontró el desmarque en diagonal hacia la derecha de Balmaceda, que recibió y tiró un centro rasante al corazón del área aprovechado por Daiana Alaniz, quien definió antes del cierre de Pini Tamburrini para poner el 1-0.

Con la desventaja a cuestas, la propuesta ofensiva siguió siendo de las dirigidas por Sergio Barbagelata. Mari Costa metió un centro-arco venenoso en un tiro libre al que la arquera Iglesias le dio un rebote largo que cayó en los pies de Lucía Inglese. Pero la defensora definió incómoda, atorada por Miteff, y su disparo salió afuera. A los 27 otra vez Mari Costa encontró bien a Sofía D’Ambrosio en un tiro libre rápido. La delantera se deshizo de la marca de dos defensoras y sacó un remate que fue interceptado por Sgro en una barrida salvadora.

La jugada más desafortunada del partido llegaría como un baldazo de agua fría en la búsqueda de Las Maestras. Victoria Jancich estaba lista para despejar un centro enviado por Balmaceda, pero un leve desvío en Alaniz hizo que la pelota terminara impactando en su mano a los ojos de la árbitra Roberta Echeverría, quien apoyándose en la nueva reglamentación no tuvo que juzgar intencionalidad a la hora de sancionar el penal que terminó cambiando por gol González del Cerro para poner el 2-0.

La diferencia de dos goles favoreció a que Las Carteras empezaran a sentirse cómodas en su planteo táctico, prescindiendo de la pelota pero buscando presionar alto para que cualquier recuperación pudiera llevar en un lanzamiento o pase entre líneas peligro real al arco de Lolo Herrera. A pesar de ese trámite que empezaba a volverse muy incómodo, Sarmiento generó la más clara del partido a los 36 minutos. Lucía Mansilla metió una de sus ya clásicas corridas por banda izquierda, superó la marca de Sgro y metió un centro perfecto, rasante, para la entrada de Sofía D’Ambrosio. Pero la prueba de que la tarde en Salto estaba maldita para Las Maestras fue la definición de la goleadora por arriba del travesaño.

Como respuesta hubo cuatro minutos después una nueva puñalada, González del Cerro empaló una pelota para el pique de Celeste Garay entre Inglese y Aliano, en aparente posición adelantada. La línea mantuvo bajo su banderín y la número 7 definió ante la salida de Lolo Herrera para poner el 3-0. En el segundo minuto de adición, para colmo, llegó el cuarto de Comunicaciones después de un tiro de equina que encontró la cabeza de Sgro, primero, y que Estefanía Aliano terminó metiendo contra su propio arco en un intento de despejar peinándola hacia atrás.

El marcador le estaba quedando demasiado lejos a Las Maestras para salir a jugar el complemento y Sergio Barbagelata armó línea de tres en defensa para jugarse a todo o nada, además de buscar reacción en los ingresos de Sofía Nieves, Julieta Chiófalo y Sofía Berenguel. Pero Las Carteras ya se sentían demasiado cómodas en la diferencia y jugaron con el nerviosismo rival, dando como resultado una segunda mitad más chata que la primera. Se pidió penal en un ingreso de Melina Garialdi al área a pura gambeta, después del cual terminó en el suelo, y fue Lourdes Castro la que más buscó desde su gambeta. Llegó el quinto para Comunicaciones por obra de Sgro y el descuento final de Sofía Nieves, con buena definición en el mano a mano, para marcar su primer gol en AFA y el último del partido.

DE LAS SENSACIONES

La crónica de las sensaciones deberá decir que se respiraba un gran clima en la previa del partido, por la felicidad de un plantel que ya sabía que viajaba a Salto para jugar un partido histórico para Sarmiento y todo el fútbol de Junín. Que las jugadoras que estuvieron fuera de la convocatoria acompañaron con bombos y silbatos, con aplausos y gritos de aliento. Que el aplauso de la recepción fue música que las jugadoras supieron agradecer con sonrisas. También que la llegada de los afectos que tan a favor hubiera jugado si el trámite del partido hubiera comenzado siendo favorable para Las Maestras en el marcador, tal vez generó de manera involuntaria que creciera el nerviosismo cuando el desarrollo empezó a ser adverso.

Roberta Echeverría dirigió todo el partido molesta y amenazó en reiteradas ocasiones con la suspensión, al punto que tanto Victoria Jancich como Marianela Costa tuvieron que pedir calma a la tribuna. Habrá que recordar que el ayudante de campo de Las Carteras caldeó todavía más los ánimos gritándole los primeros goles a esa gente y a las propias jugadoras que miraban del otro lado del alambrado. Una actitud reprochable que, también vale aclarar, no tuvieron nunca ni las jugadoras ni el entrenador de Comunicaciones, que asumieron la victoria con mucho respeto al rival.

Imposible no haber notado las primeras lágrimas, acompañadas de palabras de consuelo de la familia. Pero que de inmediato las mismas que lloraron volvieron a hacer sonar los bombos y silbatos, orgullosas de sus compañeras también en la derrota y de la instancia que estaban jugando también por todo lo que ellas habían hecho para llegar a esa final. Que los primeros abrazos de Sergio Barbagelata, Federico Coronel y Renato Ubalton a sus jugadoras que no salían de su decepción fue una prueba más de que Sarmiento es familia. Que el aplauso del cierre del partido le hubiera helado el corazón a cualquiera, que por más que Pini haya pedido perdón con sus manos en ese contacto visual de un lado al otro del alambrado, somos muchxs los que deberíamos pedirles a ellas perdón por tan poco.

Ver a Renato levantar del suelo a Lucía Inglese es una foto que hay que guardar para toda la vida, porque hace años que ellos dos han experimentado juntos lo que es ganar y lo que es perder; porque tiene que ser la postal sobre la que se levante un nuevo sueño. Porque ver a Mari Costa descansando en la caricia de su familia te hace entender que quien capitanea el barco también puede flaquear y que ahí hay que estar para ella, en las malas mucho más. Porque agradezco con el alma que La Mona haya gritando ese gol que llegó cuando la historia estaba sentenciada y que se lo dedique a lxs suyos, porque fue el primera para ella en AFA y el primero de los muchos que vendrán en el volver a empezar.

Porque todxs fuimos Lolo y a la vez todxos quisimos ser abrazo eterno para para Lolo. Porque Melina nunca bajó la cabeza y porque no la va a bajar jamás y porque fue la primera palabra de aliento que llegó desde adentro de la cancha. Porque en los ojos vidriosos de Sofía D’Ambrosio también ayer pudo verse reflejada una carrera que no tiene techo y porque la primera mueca de sonrisa de Lourdes Castro llegó cuando mamá le dijo que a la noche iba a haber milanesas para ella. Por la familia, lxs amigos, lxs amores… Por esa percusión que cerró la noche ya en Junín y que volvió a hacerlas sonreír a todas. Porque son futbolistas, porque ahora sí las vieron. Porque fue el final y porque a la vez recién empieza.

Por Juani Portiglia

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