Sarmiento igualó 2-2 ante Vélez por la undécima jornada de la Fase Ascenso, tras encontrarse en ventaja de dos goles gracias a un doblete de Sofía D’Ambrosio en su regreso. La visita fue mejor en el complemento y llegó a la igualdad con tantos de Luz Néspoli y Milagros Fusz. El marcador le hizo justicia al trámite en el Centro de Alto Rendimiento.
El que cerró la primera ronda de la Fase Ascenso fue un partido de estreno, porque por primera vez Sarmiento hizo de local en el Centro de Alto Rendimiento. Tuvo un esperadísimo regreso como el de Sofía D’Ambrosio, que se había perdido las últimas tres jornadas por lesión. Una ausencia de peso como la de Constanza Díaz, que pagó sus cinco amarillas, y otras dos, la de Agostina Zeller que ya no forma parte del equipo y la de Lola Bermúdez recuperándose de una enfermedad, que obligaron a buscar variantes de emergencia en el lateral derecho. Tuvo un arco clausurado y otro en el que cayeron los cuatro goles de la tarde. Tuvo un tiempo para cada uno y dos figuras excluyentes: la propia Popi en la primera mitad y Milagros Fusz en el complemento.
Con Sol Ponce en el arco más Brunella Gutiérrez, Tete Varela y Danna Acevedo cumpliendo con sus funciones habituales, Agustín Lavagnino apostó a Giovana Varales en la derecha de la defensa para suplir ese faltante tan inoportuno. También se inclinó por Victoria Illanes para ponerse la 10 que tantas veces defendió Coti, compartiendo la mitad de la cancha con Sofía Berenguel y Florencia Gamarra, quien venía de ser las jugadoras con más cortes de pelota en el duelo ante San Luis que ya parece tan lejano. Sofía D’Ambrosio volvió a liderar el ataque, con Lucía Mansilla y Lourdes Palavecino a sus extremos.
Vélez presentó varias novedades en relación al primer enfrentamiento en Ciudad Deportiva, porque Tatiana Sarmiento dejó la mitad de la cancha para desempeñarse como marcadora central y buscar salida limpia de pelota; Aimel Sali cubrió el lateral derecho y Nicolás Álvarez se mostró filoso en el ataque. Pero la manija fue Milagros Fusz, quien ya había dado el presente en el duelo anterior, pero que mostró un nivel altamente mejorado para conducir y también finalizar muchos de los ataques velezanos.
El trámite fue siempre incómodo para Sarmiento. Pero la gran diferencia entre el primer tiempo que cerró con ventaja de dos y el segundo en que esa ventaja se extinguió fue la profundidad. Con un mediocampo que no logró las conexiones que hubiera querido, la posesión no fue esta vez un arma desde la que se pudiera comenzar a construir predominio. En su lugar, aparecieron los ataques directos que lastimaron sobremanera a una defensa rival que no tardó en dar muestras de fragilidad. La primera a fondo, entonces, puso a Sofía D’Ambrosio en posición de mano a mano tras hacer el movimiento de desmarque que Lucía Mansilla leyó a la perfección para ubicarla. La goleadora aprovechó al máximo, con un remate cruzado que se metió pegada al palo, cuando la arquera Calderón ya se había jugado al opuesto.
En desventaja, Vélez siguió dominando la pelota sin encontrar nunca esa profundidad que seguirían teniendo Las Maestras. Encontraron espacios en la gestación, pero también férrea oposición en una última línea que estuvo atenta, combativa. Y otra vez Sarmiento fue a fondo. Victoria Illanes encontró a Lourdes Palavecino recostada sobre la derecha y esta desbordó para luego sacar un centro preciso a la carrera, ubicando a D’Ambrosio. Popi anticipó en el salto a Aimel Sali, que llegó un segundo tarde al cierre, y volvió a vencer la resistencia de Calderón, que ya ni tiempo tuvo de reaccionar.
El 2-0 si golpeó a la visita y la continuidad de esa primera parte fue ampliamente favorable a Sarmiento. Palavecino tuvo un desborde casi calcado en el que intentó buscar esta vez a Lucía Mansilla, pero su centro se fue cerrando hasta exigir la volada de la arquera velezana para despejar el peligro. En otra buena jugada de elaboración, D’Ambrosio jugó de derecha a izquierda para Mansilla, que de primera le bajó con la cabeza la pelota a Sofía Berenguel, para que desde el borde del área probara con un remate de primera que salió desviado.
El complemento fue otra historia. Las Maestras perdieron la profundidad y Vélez se le fue encima. De arranque mandó a la cancha a Alicia Jérez, que fue más combativa de lo que había podido ser María Eugenia Dos Santos en la primera mitad, anulada por Danna Acevedo y Teté Varela. Luz Néspoli comenzó a ganar los duelos en mitad de cancha y Milagros Fusz se puso al hombro la generación, con atrevimiento, con gambeta y precisión en cada pase.
Fue precisamente la 10 de Vélez la que ubicó la escalada de Néspoli rompiendo líneas y apareciendo como delantera, para recibir y dejar en el camino a Teté Varela, poniéndose mano a mano con Sol Ponce y definiendo ante su salida, decretando el descuento. Si Sarmiento hubiera tenido intenciones de tirarse atrás, con el resultado puesto sería fácil decir que le cedió la pelota a la visita. La realidad es que desde los cambios Agustín Lavagnino buscó todo lo contrario. Volver a atacar y lastimar. Por eso había mandado a la cancha a Luisina Garrido en lugar de Illanes, dando tiempo después ingreso a Luz Marzol por Palavecino. También buscó piernas frescas en mitad de cancha para contener, mandando a Catalina Vila por Sofía Berenguel. Pero ninguna de esas futbolistas logró entrar en el modo que requería el partido.
Vélez fue cada vez más punzante. Las Maestras no encontraban forma de frenar el inicio de los ataques y Sofía D’Ambrosio casi no recibió juego, teniendo que retrasarse para entrar en contacto con la pelota pero sin encontrar, las escasas veces que eso sucedió, los movimientos que permitieran empezar a gestar algo. En la visita, por el contrario, Catalina Dos Reis ingresó al partido filosa, permitiendo hacer bien anchos los ataques desde su posición de puntera izquierda. Fusz probó dos veces de media distancia, primero con un remate que salió cerca, después con otro que tapó Sol Ponce. Tiempo después, la 10 soltó un gran pase para Álvarez, que definió ante la salida de la 1 del Verde y se dispuso a ver cómo su pelota emprendía el camino hacia el empate buscado, pero Brunella Gutiérrez hizo un esfuerzo de esos imposibles para llegar y barriéndose despejar sobre la línea.
En la avalancha de Vélez, Sarmiento encontró un ataque que pudo sentenciar el partido. Luz Marzol habilitó bien a Lucía Mansilla ingresando al área. La Negra puso el cuerpo para ganarle la posición a Tati Sarmiento, pero fue atorada por la arquera justo cuando se disponía a definir. La salvada que valió como gol propio, el tiempo que se agotaba, invitaban a ilusionarse con que se podía resistir. Pero ya ingresando al tiempo de adición, la visita se encontró con un tiro libre en la puerta del área al que Milagros Fusz le dio el vuelo necesario para superar la barrera y hacer caer la pelota sobre la posición de Sol Ponce, que le tiró el manotazo sin poder terminar de desviarla. Quedó, incluso, tiempo para un sobresalto más. Porque fue un empate que dolió, pero también pudo ser derrota. Álvarez recibió en soledad y volvió a tocar sobre la salida de Ponce, ya sin oposición que evitara el trayecto de una pelota que picó y salió besando el palo. También sufrió la expulsión de Brunella Gutiérrez, que invitará a armar un nuevo rompecabezas para recibir a Talleres.
Sarmiento cedió por primera vez en el torneo puntos en condición de local. A la vez, añadió uno más a una cosecha que no debe perderse de vista es la mejor desde que compite en AFA. Dolerá lo que tenga que doler y exigirá cambiar rápido la página. Que al libro todavía le quedan muchas y muy buenas historias que contar.