Sarmiento fue futbolísticamente superado en Rosario por Newell’s, que lo derrotó 4-0 y le arrebató la cima de las posiciones en la Zona B. Camila Mansilla, la gran figura del partido, se encargó de abrir el marcador. Julieta Bastus marcó un doblete y Lucía Inglese hizo valer la Ley de la Ex, aunque se guardó el grito de gol para otra ocasión.
Por la octava fecha de la Fase Campeonato de la Primera B, Sarmiento visitó Rosario en la que era su tercera gran prueba del torneo, después de haber salido airoso de las dos primeras con un empate de último minuto en Córdoba ante Talleres y con la reciente y contundente victoria sobre Vélez en Ciudad Deportiva.
En el predio Jorge Griffa, Las Maestras sabían que además de un rival de andar perfecto iba a esperarlas un terreno de césped sintético en el que no acostumbran a jugar. Pero la lluvia que mojó tierras rosarinas desde anoche hizo todavía más inédito el ecosistema y quedó la sensación de que las dirigidas por Agustín Lavagnino nunca terminaron de asimilarlo, porque si los pases no quedaron cortos fueron excesivamente largos y porque incluso cuando se intentaron carreras con pelota dominada, ese objeto tan precisado y necesario para la práctica del fútbol se empeñó en ir dos marchas por detrás.
Curiosamente, la primera mala pasada con el campo la pasaron las locales, porque cuando apenas se habían disputado 4 minutos, Vives se quedó corta en un pase atrás que aprovechó Lourdes Palavecino para robar e irse mano a mano con la arquera Michele Rengifo, que se hizo gigante cuando esta cruzó su remate para sacar la pelota al córner.
En los primeros 15 minutos, Sarmiento logró ser más profundo que Newell’s. Constanza Díaz estaba activa tirándose por banda derecha y Sofía D’Ambrosio representaba siempre una amenaza. Como contrapartida, empezaba a lucir algunas dudas en la salida desde el fondo con pelota dominada tomando riesgos excesivos en un terreno que no tenía ninguna intención de hacerle de aliado.
A los 18 fue la propia Coti la que escaló bien desde la derecha para primero trabar con Feline Tokman y después ceder atrás para el ingreso al área de Sofía D’Ambrosio, que dejó correr la pelota para ganar espacio y probó con un remate por arriba del travesaño. Pero a los 21 La Lepra dio una señal de alerta de una jugada que se repetiría a lo largo de toda la primera mitad, buscando con un envío largo la espalda de una defensa adelantada pero sin tomar marcas que a punto estuvo de poner a correr a Rivas con mucho terreno para irse mano a mano con Lolo Herrera, pero que encontró el cierre justo de Agostina Zeller para despejar.
De ahí en adelante, Sarmiento ya no pudo elaborar más. Lolo tuvo una gran salvada después que Tokman mandara un centro desde la izquierda que Lucía Inglese peinó bien para que Victoria Vives recibiera sola y probara su resistencia. En ese córner, otra vez lo tuvo Vives ingresando sin marcas por el palo opuesto. Solo tenía que empujar, pero ese empujoncito fue hacia afuera. Hasta que a los 32 minutos llegó el primer golpe. Julia Bastus le ganó en el cuerpo a cuerpo a Brunella Gutiérrez para meterse al área por derecha y después dejó clavada a Danna Acevedo quebrando la cintura para engañar. Cedió entonces para el ingreso de Camila Mansilla por el área chica y la ex-Argentino de Rosario, uno de los refuerzos que Newell’s hizo a conciencia para jerarquizarse, tocó sobre la salida de Herrera para poner el 1-0.
Sarmiento no lograba hacer pie en mitad de cancha, donde a Lola Bermúdez se la notó incómoda con una posición que no frecuenta y a la que tuvo que recurrir en emergencia a falta de Sofía Berenguel, quien se accidentó previo al último entrenamiento de la semana y pese a ya estar recuperándose no pudo ser de la partida. Sorprendió, por eso, que en ningún momento se recurriera al auxilio de Florencia Gamarra. Cada una de las líneas del equipo lucían para ese entonces muy separadas la una de la otra. Y las locales aprovecharían todos y cada uno de esos espacios.
A los 42, Julieta Bastus recibió sola a espaldas de Brunella Gutiérrez para controlar y pegarle de volea encontrando poca oposición de Lolo Herrera, quien llegó a tocar la pelota pero no a evitar que traspasara la línea dejando a Newell’s con ventaja de dos. Las Maestras ya la pasaban muy mal para ese entonces y La Lepra estuvo a nada de irse al descanso con un gol más. Danna Acevedo salió lejísimos y no encontró en mitad de cancha, permitiéndole a Luna poner a correr a Bastus otra vez a espalda de Gutiérrez para que esta volviera a buscar por bajo a Mansilla, pero la jujeña esta vez intentó la recepción y no el remate de primera, dándole el segundo necesario a Tete Varela y Lola Bermúdez para ir juntas a bloquearle el remate.
Si en Córdoba había habido guiños del destino, en Rosario del cielo no bajó ni una. Porque la refrescada de ideas que seguramente se ensayó en el entretiempo para poder pelear el partido hasta el final quedó anulada por la cabeza de Lucía Inglese cuando apenas se habían jugado 3 minutos del complemento. Tokman envió el centro desde la derecha y la juninense se encontró sola la pelota en el primer palo para ponerle la frente, aplicar la Ley de la Ex y poner el 3-0, tragándose el grito de gol y quedándose inmóvil mientras le llegaban uno a uno los abrazos rojinegros.
Sarmiento se descontroló, perdió todo tipo de orden táctico e incluso lució un excesivo nerviosismo que muchas veces se tradujo en pierna fuerte. Hubo algunos intentos individuales de rebeldía en Coti Díaz, Catalina Vila, Lucía Mansilla y Sofía D’Ambrosio; pero sin terminar de alcanzar para traducirlos en jugadas colectivas, mucho menos de peligro. Newell´s, en cambio, ya lucía para esas alturas muchos puntos altos. Desde la sobriedad de su arquera Michele Rengifo, pasando por la solidez de Lucía Inglese en la marca y la suficiencia en la salida de pelota, los desbordes incesantes de Tokman por izquierda que terminaban siempre en centros peligrosos, el sentir combativo de Camila Mansilla para cansarse de recuperar pelotas en ataque y volverlos productivos con buenas decisiones; todo eso potenciado por el desequilibrio constante de la colombiana Stefanía Orrego y de Julieta Bastus, la goleadora de la tarde.
Apenas 12 minutos marcaba el reloj cuando el equipo local encontró el tanto que sentenció el partido. Acababan de hacer su ingreso Camila Andino y Serena Pedersen, reemplazando a Agostina Zeller y Lourdes Palavecino. Tokman recibió por izquierda y tuvo todo el tiempo del mundo para sacar un centro que cruzó el área y encontró a Bastus ingresando por el segundo palo, para arrojándose conectar de primera y marcar el 4-0 definitivo.
Agustín Lavagnino siguió metiendo variantes que a esas alturas parecían tener que ver más con dar rodaje que con brindar soluciones. Dalma Lucero reemplazó a Brunella Gutiérrez ocupando la banda izquierda con media hora de partido por jugarse. Cuando ya quedaban 15 y el trámite seguía presentando la misma tónica, fueron Luz Marzol y Delfina González las que saltaron a la cancha por Lucía Mansilla y Lola Bermúdez. Ninguna logró hacer un aporte que permitiera terminar el encuentro con una sensación diferente a la que ya estaba dejando.
Sarmiento no logró hacer pie en Rosario y sufrió su primera derrota en el torneo. Holgada, dolorosa. A la vez, tiene cumplido ya el primer objetivo de haber avanzado a la Fase de Ascenso y tiempo de sobra para trabajar sobre los errores. El fútbol, desde que se inventó, permite partidos desafortunados. Lo que no permite es agachar la cabeza ante el primer golpe. Que sea unión y que sea fortaleza, porque lo mejor todavía ni arrancó.
ASÍ FORMÓ SARMIENTO
Loana Herrera; Brunella Gutiérrez, Danna Acevedo, Tete Varela, Agostina Zeller; Catalina Vila, Lola Bermúdez, Constanza Díaz; Lucía Mansilla, Sofía D’Ambrosio, Lourdes Palavecino. SUPLENTES: Sol Ponce, Camila Andino (X Zeller), Florencia Gamarra, Delfina González (X Bermúdez), Dalma Lucero (X Gutiérrez), Serena Pedersen (X Palavecino), Luz Marzol (X Mansilla).
