En la mañana de este domingo, 14 de marzo se realizó n emotivo acto homenaje a Eusebio Marcilla, a 68 años de su trágico fallecimiento. El acto se llevó a cabo en la plaza que lleva su nombre con la presencia del intendente Pablo Petrecca, de autoridades del Gobierno de Junín, legisladores, fomentistas, miembros de distintas agrupaciones de fierros, vecinos y familiares del legendario piloto juninense. Todos los presentes coincidieron en remarcar valores como la solidaridad y empatía que marcaron a fuego la vida de Marcilla, y que deben guiar a la sociedad sobre todo en el actual contexto pandémico que se vive.
El evento fue organizado por la Agrupación Eusebio Marcilla y la novedad estuvo puesta en el izamiento de la bandera nacional argentina, que fue cedida por el Municipio para que quede para siempre en dicho espacio público.
El primero en tomar la palabra fue Benito Raúl Eguren, miembro de la Agrupación Eusebio Marcilla, quien expresó: “Eusebio encendió en nosotros la pasión y el fervor por el automovilismo y, sobre todo en mi caso, por el Chevrolet. Hoy por primera vez en esta plaza se enarboló la bandera de la república argentina, de la cual me siento honroso de ser uno de sus hijos, que era algo que hacía falta para que el homenaje sea completo”.
“Eusebio Marcilla era un ganador no solamente en carreras como lo demostró en Caracas, sino fundamentalmente en la vida y a nivel humano. Quienes lo conocimos recordamos siempre su sonrisa plena y sus gestos de bondad. Siempre recuerdo cuando tenía 10 años nos hizo subir a su auto de carrera con unos amigos y nos llevó a dar unas vueltas”, dijo.
Eguren también indicó que “hasta el día de hoy lo sigo tomando como referencia para saber cómo debe comportarse la gente tanto en el deporte como en la vida. Siempre tendiendo un abrazo sincero, simple y con honestidad hacia el otro. Eso es lo que representa la figura de Eusebio y es lo que debemos transmitirles a los juninenses: ayudar al otro sin esperar nada a cambio”.
Seguidamente, fue el turno del intendente municipal Pablo Petrecca quien agradeció a la agrupación organizadora por la invitación y declaró: “Quiero felicitarlos por mantener viva la memoria y el legado del gran Eusebio. Para mí es un orgullo y un honor poder participar de este nuevo aniversario, porque recordamos una vez más a un juninense que nos hizo, hace y hará sentir orgullosos por siempre”.
“Personalmente, recuerdo una frase que dijo Edmundo (Marcilla) el año pasado sobre que Eusebio nos enseñó que la solidaridad tiene mucho más valor que un premio. Esto toma mucho valor hoy en día en un país y una sociedad en la que pareciera que el ‘sálvese quien pueda’ es lo que prima, donde llegar primero es más importante que llegar todos juntos”, afirmó.
Además, Petrecca destacó también: “Muchos de los valores que hacen a la vida Eusebio Marcilla hoy se deben poner en juego más que nunca en el contexto de la pandemia que nos toca atravesar. En este sentido, considero que la empatía, solidaridad, pensar en el otro y ponerse en sus zapatos deben marcar el camino para que todos juntos salgamos de esto”.
Seguidamente, el jefe comunal resaltó “a esta plaza que lleva su nombre y que sirve como espacio para las familias vengan a disfrutar, los jueguen y se diviertan. Son todas cosas sencillas que sin dudas están en relación con la sencillez y humildad con la que vivió Eusebio a lo largo de su vida. Sinceramente, deseo que esos valores que él nos dejó como legado sean un faro para todos los juninenses para que podamos encontrar un poco de luz en medio de tanta oscuridad”.
El último en dirigirse al público presente fue Edmundo Marcilla, sobrino del piloto y presidente de la Agrupación Eusebio Marcilla: “Esta historia comenzó en 1940 cuando tuvo buenos resultados tras correr cuatro carreras, pero sobre todo ahí se ganó el afecto de la gente. Gracias a él fue que Junín entró en la historia grande del automovilismo y del turismo carretera que era ya un patrimonio nacional que dejó su impronta a nivel sudamericano”.
“Ya en las primeras carreras sudamericanas, él tuvo el gesto de rescatar y dar una mano a sus adversarios ante cada incidente que se produjera, como sucedió con los hermanos Gálvez. Fue una constante en su vida y formaba parte de su forma de ser: un hombre simple, humilde y con un corazón enorme que se expresaba en los mínimos detalles”, dijo Marcilla.
Por último, el sobrino del emblemático piloto destacó “la magia que tiene esta plaza que lleva su nombre, el esfuerzo de los propios vecinos para que cuente con este hermoso monumento. También le agradezco al Sr. Intendente por la atención que nos brindó y la ayuda para llevar a cabo este acto, como así también a las distintas entidades de todo el país que nos acompañaron”.