Sofía D’Ambrosio cerró la tercera semana en Racing con tres goles en la victoria 5-1 sobre Almirante Brown. En total, la toldense lleva cinco en los tres amistosos de preparación jugados con La Academia, ya que antes había marcado uno contra Social Lux de Rosario y otro contra Defensa y Justicia. En diálogo con Junin24, la goleadora que pareciera no conocer de camisetas ni categorías expresó las primeras sensaciones tras haber dado el paso más importante de su carrera, así como los objetivos individuales y grupales planteados para la que será su temporada debut en el fútbol femenino profesional.
«Estoy re bien. Al principio obviamente tuve nervios, pero ahora ya me siento mucho más cómoda y de a poco me voy adaptando. Poder meter goles me da mucha confianza y me hace sentir más segura, más allá de que hayan sido resultados abultados para nosotras. Si no hubiese metido ninguno, ya hubiera sido otra cosa, jaja«, señaló quien fue la máxima goleadora de Sarmiento en su primera participación en la Primera B de AFA, con 39 tantos.
Hace tiempo que en Racing la estaban esperando, pues el entrenador Antonio Spinelli había querido contar con ella en la previa de la Copa Rexona, pero su llegada en ese momento terminó postergándose debido a que la directiva del Verde le exigió quedarse a disputar el Reducido por el ascenso a Primera División, en el que marcó goles ante Comunicaciones, Puerto Nuevo y Estudiantes de Buenos Aires. Por eso esta vez fue muy cautelosa, incluso para manejar sus propias ilusiones, y no quiso dar nada por hecho hasta poder viajar rumbo a Avellaneda, hacerse las pruebas médicas de rutina y tener la certeza de que finalmente jugaría en uno de los equipos más grandes de Argentina.
«Hasta que no estuve acá es como que sentía que se iba a dar, pero no estaba segura. Antes de ese llamado para que fuera a hacerme los exámenes, después que me quedé en Sarmiento a jugar el Reducido, no sabía qué iba a pasar. Por más que el representante me decía que por ahora seguía todo en pie, yo no sabía. También podía volverme a pasar lo que me pasó meses atrás, que tenía todo listo y al final no me vine«, recordó Popi.
Y en relación a la confianza que desde un primer momento le ha dado el entrenador, destacó: «Tuve una charla con el técnico el primer día que llegué. Él había armado un video para mí, sobre cómo yo me movía en la cancha en partidos que había jugado, tanto teniendo la pelota como sin pelota. Más que nada me marcó cosas positivas y me dijo que era por eso que estaba acá. Ellos trabajan mucho con el videoanálisis, por eso incluso graban todos los amistosos. También algunos entrenamientos. Después se suben a una plataforma donde todas lo podemos ver y él marca los errores como también cosas positivas. En los tres partidos jugué de arranque. Obvio que eso no quiere decir que cuando empiece el campeonato vaya a jugar yo. También hay una chica que es delantera y está lesionada, Rocío Bueno, así que hay que ver cuando ella vuelva. Pero yo voy sintiendo que voy a andar bien».
Para Sofía D’Ambrosio, en el tiempo que lleva entrenándose con Racing las diferencias alrededor de la preparación y la exigencia física no son muchas respecto del trabajo que acostumbraba hacer en Sarmiento. Sin embargo, sí sintió algunos cambios afuera de la cancha que la sorprendieron. «El primer día que llegué había un chico esperándome con un bolso con ropa para que pueda ir a entrenar. También hay una chica que está siempre en contacto conmigo, preguntándome si necesito algo, tratando de solucionarme algunas cosas. Por ejemplo, yo había llegado en el auto y no tenía el control para la cochera. Estuvimos todo el día tratando de resolver eso. Ese interés por ahí en otros lados no lo ves. Por el tema de la pandemia también hay un colectivo que todos los días nos pasa a buscar para ir a entrenar y después nos vuelve a dejar en nuestras casas», relató.
Los cambios también se han hecho notar a la hora de hacer fútbol, porque el rol que Antonio Spinelli espera que pueda asumir para Racing difiere del que le pedía en Sarmiento Sergio Barbagelata. Allí también hay un nuevo desafío para Popi, que como ha sido siempre ya está trabajando para asumirlo de la mejor manera. «Hay una nueva forma de jugar a la que me tengo que acostumbrar. Yo venía acostumbrada a correr hasta la mitad de la cancha y eso acá no pasa. Todavía estoy tratando de hallarme dentro de la forma de juego que tienen, que es muy distinta. Ellas llegan todas al ataque y yo tengo que respetar más mi espacio. De a poco me voy a ir entendiendo cada vez más. También se juega en sintético y yo estoy acostumbrada al césped. Entonces son muchas cosas a las que yo me tengo que adaptar. Pero a la vez si me miro ahora y me comparo con la primera semana de entrenamientos, creo que me voy adaptando y me voy sintiendo mucho más cómoda».
En la última Copa Rexona, Boca dejó muy claro que todavía marca una brecha de categoría importante con el resto de los equipos. La goleada 7-0 sobre River en la final fue la más clara prueba de ello. Racing también pertenece a ese lote de equipos que cada torneo se arma para pelear hasta el final, habiendo quedado eliminado en cuartos de final del último certamen en una ajustada definición por penales ante San Lorenzo, tras igualar sin goles en el tiempo de juego reglamentario. La delantera toldense ya conoce de los objetivos del equipo, que en la temporada que comenzará entre finales de marzo y principios de abril espera subir un escalón más.
«Antes de venir había tenido una charla con el técnico en la que me comentó cuáles eran los objetivos y los valores del club. Obviamente todo equipo quiere salir campeón, pero el objetivo ahora va a ser poder estar entre los primeros tres. Así, de a poquito, ir escalando. Obviamente si se sale campeón bienvenido sea. Yo por ahora estoy muy metida en el día a día. Calculo que en algún momento me va a pasar empezar a pensar en lo que va a ser jugar ante determinado equipo o en determinado estadio, pero todavía no«, contó.
Con la partida de Sofía D’Ambrosio fue Sarmiento, pero también todo el fútbol femenino de Junín y la región el que perdió no solo una goleadora de excelencia sino además una futbolista que ha tenido el don de hacerse querer donde sea que haya ido. En Los Toldos, donde fin de semana tras fin de semana estarán atentos al devenir de La Academia, ya empezaron a extrañar a la hija, la hermana, la prima, la amiga… A esa vecina a la que nunca dejó de darle pudor la felicitación y el reconocimiento. Por otro lado, se ha ganado la certeza de que no podía haber mejor representante, en lo deportivo y en la humano, en la máxima categoría del fútbol argentino.
«Mi vieja por un lado no quería que me venga. Estaba feliz por mí, porque yo luché tanto por esto, pero me decía cuánto me iba a extrañar, porque de todas por ahí la que más estaba con ellos era yo. Después me decían que me cuide, porque mi viejo por ejemplo odia Buenos Aires. Me recomendaba que no anduviera con el celular en la calle, que esto y que lo otro. Más allá de todo, ellos re querían que se me diera. A las chicas de Sarmiento la última vez que las vi fue en el partido del Nocturno que jugaron contra BAP. Después, cuando ya estaba acá y ya estaba todo dado, les escribí un mensajito por el grupo de Whatsapp que tenemos. Pero siempre estamos en contacto», contó sobre la despedida.
En Sofía D’Amboriso, como en cada una de sus ahora excompañeras de Sarmiento, la final por el ascenso perdida ante Comunicaciones dejó huella que será dolor, pero también aprendizaje. Para ella, la posibilidad de llegar a Racing con nuevos objetivos será también una curita que ayude a cerrar la herida e invite a mirar hacia adelante. Una vez que eso sucede, tal vez termine de permitirse mirar hacia atrás para terminar de entender lo que generó. Porque aunque haya quienes intentaron sembrar lo contrario, es discutible que Sarmiento le haya dado a ella más de lo que ella le dio a Sarmiento.
«Yo todavía me acuerdo y me da mucho bronca no conseguir ese ascenso porque se que lo podíamos hacer. No sé qué fue lo que nos pasó, pero sí se que teníamos equipo para hacerlo. Me da mucha bronca que hayamos hecho tremendo campeonato, que hayamos llegado hasta ahí y que no hayamos podido lograrlo. El fútbol es así. Muchas veces depende de cómo te levantes. Obviamente el venirme para acá ayuda a ir dejando esa bronca un poco de lado. Mis intenciones no son hacerme famosa, ni que todo el mundo me conozca. Lo que me pasó en Sarmiento es algo que tampoco me esperaba que pase. No sé si tomo dimensión, porque no es algo de lo que estoy pendiente», reconoció.
Y agregó: «Simplemente trato de cumplir con lo que me toca. Obviamente quiero que me vaya bien. Ojalá acá en Racing me vaya como me fue en Sarmiento. Sé que va a ser mucho más difícil porque el nivel es otro, los rivales son otros, pero yo trato siempre de cumplir con la parte que me toca. Si la gente me conoce o no es algo secundario. Te hace sentir bien, pero no estoy pendiente. Sí me gusta aquella gente que reconoce y valora todo el esfuerzo que vengo haciendo. A mí nadie me regaló nada para estar acá, entonces eso está bueno. Que la gente sepa que la luché para estar acá y no que tenía una palanca para decir te meto en Racing o lo que sea«.
Por Juani Portiglia