Todo comenzó en Los Toldos. Por eso siempre vuelve y seguirá volviendo. Por eso, también, el saludo afectuoso y lleno de orgullo de cada uno de los que la cruzan por la calle. También el estar siempre pendientes de un gol más, que se grita como propio.
Sofía D’Ambrosio arrancó el 2020 prendida fuego, con cuatro goles en dos partidos que le permitieron convertirse en una de las tres goleadoras que, con 19 tantos cada una, tiene el campeonato de Primera B de AFA en las 15 jornadas que se llevan disputadas.
Mucho antes de este presente inmejorable, se pasaba las tardes corriendo en el pueblo atrás de una pelota. Así, porque no había más, fue forjando el instinto goleador que disfrutó UNNOBA, disfrutó la Selección de Junín y hoy agradecen en Sarmiento todos los días.
«En Los Toldos era jugar con los vecinos, con mi viejo al que también le gusta el fútbol y ha jugado en la liga. Siempre iba y me metía a jugar con sus amigos. Después, teníamos un equipo de Baby, todos varones, yo y una amiga que también jugaba. Después, con Sergio Laurens, el profe que tenía, nos presentábamos siempre en los Torneos Bonaerenses, pero era muy poco lo que había», le contó Sofía D’Ambrosio a Junín 24.
El tiempo quiso que eligiera una carrera y llegara a estudiar a la UNNOBA. Ni sabía por ese entonces de Las Guerreras, que le abrieron las puertas de la Liga Juninense y también de los Juegos Provinciales y Nacionales Universitarios, donde todo empezaría a tomar forma.
«No es que empecé a estudiar para jugar al fútbol. Se dio así. Me acuerdo que estaba cursando y fueron a hacer la propuesta al aula. Estaba Ciotta, que medio me conocía, y ahí arrancó todo», recordó.
Gritó campeón con Las Guerreras, se le abrieron las puertas de la Selección de Junín, donde también brilló, y le llegó una propuesta imposible de rechazar: Sarmiento empezaría a jugar en Primera B y Segio Barbagelata no dudó en llevarse con él sus goles. Una garantía.
«En un primer momento pensé que iba a ser difícil por el nivel que suponía que había, pero también pensaba que se había armado un muy buen equipo e íbamos a estar a la altura. Pero lo teníamos que comprobar, porque no conocíamos cómo era. Por suerte estamos a la altura», comentó quien ha sido rebautizada por el vestuario de Las Maestras como La Popigol.
Y agregó: «Creo que a las más grandes, que llegamos como refuerzo, lo tomamos en un primer momento de otra forma. A las más chicas al principio les costó entender el cambio de competencia. Muchas que eran titulares siempre tuvieron que empezar a pelear por un lugar. La exigencia física de los entrenamientos también cambió. Costó esa adaptación, pero se fue logrando».
A tal punto se logró que Sarmiento hoy se ubica sexto en la tabla de posiciones de la Primera B, con aspiraciones de seguir escalando y con buena ventaja sobre el equipo que actualmente ocupa la décima posición y que definirá el corte entre los equipos que en la segunda mitad del certamen competirán por dos ascensos a Primera División.
Vaya si han valido para este presente soñado de Las Maestras los 19 goles que lleva convertidos en 15 jornadas, de las que solo se perdió una por un viaje. Ella, muy a su estilo, atribuye también su gran actualidad al aporte de sus compañeras: «Más allá de la diferencia personal que una pueda hacer, mucho va en el equipo con el que jugás. Yo sola no podría haber hecho la cantidad de goles que hice», remarcó.
«Creo que en la tabla podemos terminar entre el cuarto y el quinto puesto. Y si se da lo de goleadora, estaría buenísimo»
Y lo que hace unas fechas atrás parecía tan lejan, pelear la corona de goleadora con Jimena Romeo, de All Boys, hoy es una realidad: «Era mucha la diferencia que tenía conmigo. Lo veía difícil, pero no imposible. Ella sacó mucha ventaja en un partido que metió como seis goles. Ahí se disparó».
A esa competencia se sumó también Laura Romero, de Deportivo Español, que al igual que Popigol marcó dos tantos en el empate ante Sarmiento. «La verdad que no presté mucha atención o me puse a pensar en las diferencias que tenemos. Por ejemplo, cuando vino a jugar All Boys el amistoso nosotras les ganamos bien, por buena diferencia. Yo creo que ahora se tienen que haber reforzado para estar en donde están», señaló.
Y agregó: «La chica de All Boys juega más parada, cerca del área. Yo no puedo, no me gusta quedarme esperando a que me llegue la pelota. En realidad, muchas veces es lo que tendría que hacer, porque es tanto el desgaste que hago de ir y venir que a final me termino cansando».
A la hora de hacer goles, Sofía D’Ambrosio se inventó tantos como los que le cedieron. Siempre elige resaltar, sin embargo, ese aporte de sus compañeras a la hora de asistirla: «No voy a decir que en algún gol que convertí no haya habido mucho mérito mío, pero muchos los hice gracias a ellas. Yo me entiendo mucho con La Negra (Mansilla) y con Mari (Costa) que te mete unas pelotas re lindas. Me sorprendió Isa (Alonso) porque antes no había jugado con ella y me dio un par de asistencias. También La Mona, que me metió ese pase del gol contra Argentinos Juniors».
Quedó claro que al pueblo siempre vuelve. Siempre con un gol más. Si no son dos. En Los Toldos la reciben con orgullo y ella retribuye, todavía con un poco de pudor: «Acá nos conocemos todos, yo nunca tuve problemas con nadie. Casi no había chicas que jugaran al fútbol y por eso resaltábamos. Es lindo lo que pasa. Capaz que voy caminando y alguno me grita chau goleadora o cosas así. Todavía me da un poco de vergüenza, pero de a poco me voy acostumbrando. A veces vienen, me felicitan, y no sé qué decir más que gracias».
«Soy re apegada a Los Toldos. Incluso cuando estoy en Junín, estoy pensando en volver»
Pero no solo Junín y Los Toldos están pendientes de los goles que hace llover Sofía D’Ambrosio. También en Primera División hubo quienes se tomaron la tarea de contactarla: «Me han llegado un par de propuestas, tampoco tantas. No sé qué va a pasar. Lo que sea, será una vez que termine todo el torneo. Me llegó una propuesta de un equipo que está jugando en la A, pero para el próximo torneo. Cuando me lo propusieron les dije que lo iba a analizar. Hay que ver qué proponen ellos, porque no es tan fácil decir bueno, me voy. Si asciendo con Sarmiento ni lo pienso, me quedo acá. Junín está a un paso de Los Toldos, conozco a todas las chicas. Eso significa mucho también», reveló.
PEGÁ UN TUBAZO, MAGNIN
El Club Atlético Sarmiento disfruta hoy de tener a la goleadora de la Primera B de fútbol femenino en Sofía D’Ambrosio y al goleador de la Primera Nacional de fútbol masculino en Pablo Magnin.
Alguna vez, el siete bravo acudió al Eva Perón para ver jugar a Las Maestras. Sin embargo, todavía no ha tenido lugar en el club un encuentro entre los dos máximos artilleros. «Con Magnin nunca tuve posibilidad de hablar. Ni siquiera lo conozco personalmente. Solo por lo que veo en las redes sociales», dijo la nueve.
¡A ver si organizamos, Sarmiento!
Por Juani Portiglia